Éramos dos,
Salíamos,
Disfrutábamos,
Reíamos,
Hablábamos de nosotras,
Éramos solo tu y yo.
Un día te fuiste,
Pero tranquila,
Volviste,
Pero no sola,
Con alguien más.
Ahora,
Estás poseída,
Por ese alguien
Qué tú tanto llamas amor,
Qué supuestamente eres su corazón,
Pero eso no me lo creo.
Eres su esclava,
Y tienes que escapar de ahí,
Huir de sus maldiciones,
De sus rejas que no te dejan avanzar,
De esas cadenas que no te dejan volar
Y lo único para lo que sirven es para el placer,
O eso piensas tu.
Yo te ayudare,
Soy como tú confidente,
Así que intentaré
Ser la más fuerte,
Y destrozar a ese monstruo rebelde,
Qué lo único que hace es hacerte más débil.
