Cuando escribo me evado de la realidad,
Como si el miedo no existiera y todo fueran palabras,
Qué con lógica y sentimiento se expresan en esta historia,
Y deja atrás el rencor a todos aquellos que destrozaron mis sueños,
Hoy vengo y escribo esto con una mano en el pecho y otra en mi teclado,
No sé hasta cuando durará esto,
Sólo espero,
Que sea eterno,
Y así en el infierno,
Podré decir que mis historias no son sólo cuentos,
Son verdades que salieron de mis hechos.