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Brillando de un color rosa neón, creando el contraste perfecto bajo la oscuridad de la noche y los pequeños destellos del polvo espacial que lo acompañan, se exhibían así, las encantadoras letras para todo el público a su paso, dando a entender que el parque de diversiones por fin ha abierto sus puertas después de tantos meses de estar anunciando su inauguración.

La sonrisa en su rostro se ensancha, convirtiéndose en una llamativa expresión para las personas que están a su alrededor, caminando con calma. Sin embargo, a JongIn le importan poco las demás personas, pues mientras su mirada se encuentra con la de su acompañante, todo es lo de menos en aquel momento.

— Oh no.

Es la primera exclamación de la persona a su lado al verlo. Poniendo los ojos en blanco, Oh SeHun muestra su mejor cara para dar a entender que no está de acuerdo, aun sin siquiera haber escuchado las palabras que el mayor a su lado tenía para decir. Pero el menor sabe lo que JongIn va a decir tarde o temprano, ha estado hablando de ello en todo momento y sabe desde ahí que no es una buena idea.

— ¿Crees que a KyungSoo le gustaría ir a un parque de diversiones? — el mayor pregunta con emoción, con ese brillo que Sehun tanto teme ver cada vez que habla de él. — ¡Claro que sí! ¿Verdad?

SeHun tiende a negar como siempre ha de hacer, pero antes de hablar lo piensa por primera vez después de tanto decirle a su amigo que no. Que simplemente Do KyungSoo no quiere nada con él. Nunca lo hará, KyungSoo no le aceptará, jamás.

Pero SeHun guarda silencio por un pequeño instante, mientras ambos caminan; él sabe de igual manera, que no es nadie para romper las esperanzas dulces de su amigo, no es nadie para privar la valentía del mayor ante el chico que le gusta.

— Tal vez...— sin embargo, la voz de SeHun no mostraba la seguridad que su amigo necesitaba.— Tal vez...

Maldición.

SeHun está más que seguro de que no será así. De que simplemente aquel chico de ojos grandes que tanto quiere JongIn, jamás le dará una maldita oportunidad.

KyungSoo odia la emoción. KyungSoo es tan expresivo como una piedra en un desierto. Es tan vivaz como una misma roca, pues todos saben que Do KyungSoo lleva una vida simple y sin emoción, una vida de estudiante preocupado. Una vida tan aburrida de la que Kim JongIn quiere ser parte.

—De seguro que sí. Mañana mismo se lo pediré.

JongIn muestra orgullo en su voz, volviéndose valiente ante la seguridad con la que sus palabras salen, porque cree que esta vez, KyungSoo sí aceptará.

Pero, por otro lado.

Con inseguridad, el menor le sonríe a su amigo, palmando su hombro en el proceso antes de tomar la perilla de esa cafetería con la mente nublada en preocupación. SeHun sabe que JongIn cometerá una locura, pero es su amigo y por ello, simplemente le da su mejor mirada de orgullo, su más grande apoyo antes de que este le ignore pasando por delante de él con hombros rectos.

Los adolescentes y las citas. Nunca se sabrá cuál es el mejor lugar para una de ellas. Pero Kim JongIn está dispuesto a perderlo todo por tan solo un momento.

Por tan sólo tenerlo un instante.

Una Cita. [kaisoo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora