Mientras un brazo cibernetico repara la herida de Trey, en su cerebro un centenar de nanomaquinas buscan información valiosa como si se tratara de un sistema operativo de computadora.
El recuerdo mas dañado se presenta como una tenue luz en un mar de impulsos neuronales.
Trey se da cuenta que esta por descubrir algo que habia olvidado hace mucho tiempo.
- ¿Me escucha? -Dice un médico mientras mira a Trey enfocandolo con una pequeña lampara, el recuerdo es tan vivo como si estuviera en ese momento de nuevo. -¿Sabe donde se encuentra?
- Estoy cerca de la zona de ataque en Quito, Ecuador... necesitamos salir de aquí -Trey se altera pero el médico le suministra un calmante.
- No va a sobrevivir, llevenlo con los demás, -Dice el médico con voz preocupada. -Tenemos muchos heridos hay que hacer algo por los que tengan mas posibilidades.
Un par de enfermeros lo llevan apenas consciente hasta una cámara de enfriamiento, ahí lo recuestan y con una aguja le atraviesan el corazón, se trata de una sala criogenica.
- ¿Por que me trajeron aquí? necesito ayuda -Dice Trey tratando de buscar una respuesta. -Por favor...
- Lo siento amigo, ojala pudiéramos hacer algo por ti. -Contesta uno de los enfermeros mientras se dirige a la salida y cierra el lugar de manera electrónica.
Para el pobre joven es el infierno, sus músculos se tensan y siente como sus latidos disminuyen, el frío comienza a sentirse como vidrio rasgando su piel, voltea hacia a ambos lados y alcanza a ver varios cuerpos más en estado de coma, o tal vez muertos.
- Auxilio... -Trata de gritar pero apenas sale un hilo de voz.
Después de un tiempo, que para Trey parece una eternidad, la puerta suena y se abre automáticamente, una sombra se acerca y con una voz inhumana le dice:
- Voy a salvarte, solo disfruta del viaje.
- ¿Quien eres? -Trey apenas puede pronunciar esas palabras.
- El ángel de la muerte -Le responde aquella sombra misteriosa de manera sarcástica y pone a dormir al joven mal herido.
Una punzada lo despierta de golpe, sus heridas y el dolor han desaparecido, se percata que sus pies no tocan el suelo, su cuerpo es sostenido por una decena de cables conectados a su espalda como si se tratará de un títere.
- ¿Hay alguien aqui?
- No, mas bien hay algo... al menos no creo parecer humano, y tampoco quisiera serlo -Responde una voz metálica haciendo eco por todo el lugar, pero se oculta a la vista.
- Bajame por favor -Dice Trey algo ansioso y extrañamente sin miedo.
- Te dejaré ir, pero debes saber que salve tu vida, mientras que los de tu misma especie te han deshechado como una basura.
- Entonces supongo que quieres algo a cambio -Contesta Trey quien a pesar de estar conectado desde la espalda no siente dolor alguno.
- De hecho me necesitas mas de lo que crees, tu nuevo cuerpo necesita una vacuna que solo yo tengo, de otra manera la degeneración terminará por matarte.
- Sabía que esto no era gratis.
- Me ayudarás a robar los mapas genéticos que están en la bóveda de las fuerzas armadas de este Distrito 13.
- ¿Y como esperas que haga eso? -Dice Trey. -No lo haré, prefiero morir, no voy a convertirme en un ladrón.
- Entonces no has pensado en tu querida novia Andrea, si no lo haces, estoy seguro que ella tendra un lindo funeral.
Al siguiente día Trey se despierta en una mesa quirúrgica, se levanta rapidamente, toma un sofisticado traje de un aparador en la pared y una serie de armas con tecnología avanzada.
Afuera la mañana comienza a tornarse nublada, las primeras gotas de lluvia caen repentinamente y la luz del sol es opacada por enormes nubes negras.
- Ya estoy en posición - Dice Trey por medio de un comunicador en su antebrazo. -Activa mis implantes.
- Tienes una hora, después de eso recibiras mucho daño y tendras que venir por la vacuna para seguir vivo. Así que mas vale que te des prisa.
Trey siente como si una descarga eléctrica recorriera su cerebro, sus sentidos se agudizan y los musculos de todo su cuerpo responden al instante.
Un enorme edificio resguardado por varios soldados se levanta en medio del Distrito 13, la lluvia cae copiosamente sobre el asfalto mientras una camara de vigilancia capta movimiento a lo lejos; un sujeto con reluciente traje metalico corre a una velocidad sobrehumana y se dirige directamente a la entrada.
- Esto es una locura -Piensa Trey mientras las gotas de lluvia chocan contra su rostro.
Las defensas de la entrada se activan y comienzan a disparar, Trey esquiva las rafagas moviendose y saltando lo mas veloz posible, cuatro guardias intentan cerrarle el paso.
- ¡Salgan de mi camino! -Grita sin detenerse. - No quiero matarlos.
Los cuatro hombres abren fuego pero Trey activa un escudo electrico en su brazo izquierdo, logra detener por poco las balas aunque algunas le causan cierto daño en el hombro.
- ¡Malnacido! - Grita uno de los guardias mientras enciende un bastón electrico.
El joven siente una descarga en su espalda y un pequeño dolor le llega hasta los dientes, su instinto hace que su traje responda y al instante un par de sables salen expulsados de sus brazos, en menos de tres movimientos la sangre de los cuatro hombres se mezclan en el suelo humedo frente a una gruesa compuerta metálica.
- ¡Detengase ahora mismo! -Se escucha por un altavoz - Si pone un pie dentro de las instalaciones la armas de alto poder serán activadas para eliminarlo.
Los ojos de Trey adquieren un brillo amarillo y una red de circuitos luminosos le recorren el cuello y se hacen mas intensos hasta su mano derecha, toma cierto impulso y de tres golpes atraviesa la entrada.
- Estoy dentro ¿donde esta el mapa genético? - Dice Trey a través del intercomunicador.
- En el tercer piso... es la segunda bóveda -Le responde aquella voz que ya odia con todas sus fuerzas. - Solo tienes cuarenta minutos.
Comienza a correr lo mas rapido que puede por una enorme sala que parece vacia hasta que una decena de cañones de plasma saltan desde el suelo y desde el techo, pero su cerebro hace un cálculo en centésimas de segundo anticipando los disparos y trazando una línea de ataque, con un salto destruye uno tras otro.
- Me estoy tardando -Dice Trey sin una muestra de fatiga.
Afuera solo pueden escucharse unos estruendos que estremecen la tierra, los truenos de la tormenta se mezclan con el sonido de la batalla y la lluvia incrementa su intensidad.
Pronto puede verse una silueta huyendo del edificio de seguridad de las fuerzas armadas, quedan diez minutos para que la hora se cumpla y Trey termine su trabajo.
El joven llega lo mas rápido que puede a la zona de extracción que le fue indicado, en un lugar desolado de la ciudad se detiene tratando de hallar a alguien o algo, de pronto un dolor en todo su cuerpo comienza a preocuparlo mientras camina bajo el agua.
- ¡Ya tengo lo que quieres! - Grita Trey esperando una respuesta. - Ahora dejame en paz...
Un hombre vestido de negro sale por la puerta de un edificio abandonado, lleva un casco cibernetico que no deja ver su rostro, saca una vacuna de su ajustado traje lanzandolo a Trey e inmediatamente este se lo aplica en el cuello, pero aquel sujeto no le dice una sola palabra, sin embargo suena aquella molesta voz metalizada por su intercomunicador.
- Te devuelvo tu vida, pero no te vas a librar de mi, tengo en mi poder a tu hermano pequeño, y para recuperarlo debes ser leal a mi.
- ¡No! - Trey ataca al misterioso hombre frente a él.
En un abrir y cerrar de ojos el sujeto de negro esquiva el ataque del joven y lo golpea fuertemente en la cabeza.
La memoria se pierde como si una niebla cubriera su vista.
ESTÁS LEYENDO
Sangre Sintética
Science FictionLas ciudades del planeta se han quedado semi vacías tras una gran guerra, Trey es un joven de veinte años, lleva una vida tranquila, pero un acontecimiento cambiará su manera de ver a la humanidad, la tecnología se volverá su único alivio, pero su d...