LOVE ON THE BRAIN. { ECKO } ✖ ✖

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Narrado por Fiorella.

6 meses después.

— Eu, ¿queres ser mi novia?

—¿Qué? ¿Me estás hablando enserio?

—Sí boba, posta.

—Sí, quiero ser tu novia.

Así fue como de un segundo a otro había pasado de estar soltera a estar de novia con Ignacio. Me había invitado a merendar en un lugar y cuando le estaba dando un mordisco a mi tostado el me había hecho esa pregunta que había ansiado por tanto tiempo.

Mis amigas lo cargaban, le decían que era un lento, una tortuga; pero la verdad es que en cierta parte fue lindo esperar meses para tomar una decisión tan importante, es decir, tuvimos el tiempo suficiente para conocernos. (Al menos eso creí en ese entonces).

La merienda terminó bien y nos fuimos a la casa de Ignacio después de ahí. A la noche los chicos hacían una fiesta e íbamos a ir obviamente, a los dos nos gustaba salir; nos conocimos en un boliche, eso lo dice todo ¿no?

A las 12 empezaba la fiesta que hacía Khea y como eran las 10:30 yo me metí a bañar para después arreglarme. Decidí ponerme un short blanco engomado, con un top blanco también, una campera de jean clara un poco grande y unas converse blancas altas de esas que tienen la goma más ancha, ¿se entiende?

 Terminé mi maquillaje con un labial bordó y en eso entra Ignacio a la pieza mirándome de arriba hacía abajo. (Había llevado mis cosas en un pequeño bolsito porque habíamos quedado en que me quedaba a dormir)

—¿Así vas a ir ? — Soltó con su ceño fruncido. —

—Sí mi amor, ¿Por? ¿No te gusta? — Le respondí parandome y yendo hacia él. —

— Sí. — Respondió seco y salió del cuarto.—

Agarré una cartera negra chica de Victoria's Secret que él me había regalado y guardé mi perfume (no sin antes ponerme), desodorante, cigarrillos, unas pastillas de la felicidad (sí señora ama de casa, la fafa), papelillo, un frasquito chiquito con flores y chicles (no sin antes comer uno, obvio). Salí de mi cuarto y como supuse Ignacio estaba en el auto esperándome.

—¿Te pasa algo? —Le pregunté acomodandome en el asiento. —

—Bajate el short, se te va a escapar un cachete del culo. —Dijo seco arrancando el auto—

—Bueno está bien, pero quiero que la pasemos bien hoy ¿puede ser?

—Sí gordita, puede ser —Dijo sonriendo y dándome un corto beso para volver a manejar.—

Cuando me quise dar cuenta Ignacio estaba estacionado el auto, ya habíamos llegado. Me bajé y me acomode el short obteniendo así una sonrisa de mi novio. entrelazados nuestras manos y entramos juntos a la fiesta que explotaba, estaba llena de pibes y pibas. Ojalá no pase nada malo hoy.

Me equivoqué... Esa noche iba a empezar todo.