Tags & Demás || KiriDae

(2) Ya es tiempo.

El sonido del reloj inundando la habitación era lo único que podía escuchar. Lo sabía desde antes de que hubiera ocurrido, se estaba quedando sin tiempo y podía observar como sus manos dejaban de tener aquella apariencia juvenil, hermosa, de piel suave y tan delicada, pasando a mostrar los signos de la edad.

Poco a poco es capaz de ver como la piel se afloja, las arrugas aparecen. Por poco es descubierta, pero logra cubrir su rostro con un velo negro mientras huye a la casa en lo profundo del bosque.

Cada paso va siendo más difícil avanzar, cada segundo se vuelve más eterno y a la vez lo siente tan efímero. Sabía que un día esto ocurriría, lo sabe desde el mismo momento en que decidió abandonar la hechicería, desde que dejó de consumir el alma de niños inocentes para seguir siendo joven.

Dejó de hacerlo desde que aquella pequeña niña le había provocado ternura, le había ofrecido su vida para que ella pudiese seguir viviendo. Y trás haber tomado su alma, la culpa había removido todo su ser, siendo incapaz de dañar a cualquier niño de nuevo, podía intentar con los adultos, pero sabía que ellos no le traían tantos años de vida.

Por eso había dejado de intentar seguir siendo eterna, incluso hasta la flor más bella tenía que morir algún día.

Es por eso que cuando llegó hasta aquella cabaña que utilizaba en sus tiempos de brujería, tan sólo fue al único lugar que le importaba. Miró aquel alto espejo, reflejando ya sus dedos perdiendo la piel y volviéndose simples huesos.

Si es que dolía, ya no estaba segura, ya no podía sentir nada.Si no fuera por su reflejo, ni siquiera creería que estaba desapareciendo.

Tan sólo sus ojos enfocaron su rostro, la mitad del mismo ya no era más que un cráneo y era cuestión de segundos para que se volviera polvo. Y aún así, esperaba de alguna forma poder reencontrarse con aquella pequeña niña, aún si fuera en otra vida.

Sólo sabía que la muerte finalmente le daba la bienvenida, mientras el reloj cesaba de sonar.