Otra vez había ido sola hasta aquel mirador.
Había pasado una semana desde que había decidido dejar de llorar por aquel que había jugado con su amor, por aquel para quien sólo había sido un juego. No había sido fácil, un mes le había tomado pensar en esa decisión.
Y ahora una semana era el tiempo en que estaba intentando superarlo, lo cual era complicado si es que seguía yendo cada día hasta lo alto de aquel sitio, observando la naturaleza y la ciudad.
Siempre regresaba antes de que la noche cayera, pero aquella tarde decidió quedarse un poco de tiempo más. No es que estuviese siendo masoquista, pero finalmente había llegado a la decisión de que, para olvidarse en su totalidad de Mamoru, tenía que abandonar aquel mirador. Por más hermosa que fuera la vista, tenía que dejar de visitar ese sitio hasta superadas sus heridas.
Y, sin embargo, agradeció el hecho de no haberse ido tan pronto de ese lugar.
De entre toda la gente que había subido hasta ahí por la noche, una de ellas llamó su atención.
No sabía si había sido el sonido del violín, si el sentimiento tan cálido que le transmitía o el hecho de que aquella era su canción favorita siendo tocada en una versión tan suave gracias a dicho instrumento.
Se quedó hasta el final para escucharlo tocar, siendo notada un par horas más tarde por aquel joven músico, justo cuando decidió guardar su instrumento junto al dinero ganado aquel día.
- Hoy no luces triste como otros días, puedo suponer que algo bueno ocurrió. -Le escuchó decir, dejando sorprendida a Aki, más de lo que creía, ¿acaso él había estado ahí antes? Era la primera vez que lo veía.
De cualquier forma asintió.
- Ojalá sigas sonriendo de esa manera, te ves más bonita. -Y con esas palabras, se había sentido animada.
¿Quién iba a decir que nuevamente aquel mirador le daba una razón para que siguiera siendo su lugar preferido?
Se había vuelto una rutina acudir cada noche a dicho lugar.
Escuchaba la música que compartía aquel joven de ojos vivaces, de alma juguetona. Esperaba a que terminara con su presentación y se hacían compañía durante una hora más, bajo las estrellas, sobre las luces de la ciudad.
Se sentía como si aquello hubiera sido una obra del destino, pero ahora, diez años después de aquel día, podía asegurarse que Ichinose -aquel joven violinista- había sido sin duda su mejor coincidencia.
Y lo confirmaba hoy, con dos simples palabras, con tan sólo decir "Sí, acepto" ahora que se encontraban juntos frente a un altar.
Dispuesta a compartir una vida con aquel que había sanado sus heridas.
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Tags & Demás || KiriDae
FanfictionDejando aquí mis historias elaboradas en base a eventos, tags, etc. × Capítulos de variada longitud (desde 500 palabras hasta +3k). × AU's diversos. × Principalmente Yaoi, pero también contendrá hetero y yuri. × Anime, Kpop, Historias originales. ×...