Un último intento (Christer)

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*POV Peter*

Un último intento, tan solo uno, y luego me puedo ir, sabiendo que lo he intentado porque esto no se acaba hasta que uno de los dos dice, sí quiero.

Me llamo Peter Hale y estoy enamorado de Chris Argent, ¿El problema? Él se va a casar, ¿El problema más gordo todavía? Soy un jodido hombre-lobo y él un puto cazador, ¿Y qué caza? Exacto, seres sobrenaturales. ¡Ah! ¡Casi se me olvida! Su padre es un puto neurótico, cazador también. Chris y yo llevamos una relación en secreto, menos mal que ya tiene edad para no vivir con sus padres y tener un piso para él. ¿Lo malo? Que sus padres siguen controlandolo igual, la idea de la boda surgió de ellos, cuando la hija de otra familia de cazadores apareció y pensaron que una buena manera de unir a ambas familias era a través de una boda. ¿En mi opinión? Gilipolleces. Además he investigado un poco y ella tiene un pequeño, gran crush por mi novio. Pobre de ella... No se da cuenta de que si no tiene pene no le interesa... Mejor, si no tiene MI pene nadie le llama la atención... ¿Vanidoso? Mucho y a mucho orgullo pero no me juego el pellejo durante 5 años de relación en vano...

- ¿Te crees realmente... Que va a dejar lo que es... A su familia... Su vida... Por ti? - Mi sobrino me saca de mis pensamientos, Derek, un grano en el culo cuando se lo propone.

- Cállate - Ordeno en un gruñido - Estamos enamorados - Respondo con suficiencia.

- Es su vida... Es Gerard Argent de quien hablamos - Abre los brazos frustrado.

- Chris no se va a dejar llevar por su padre... Me quiere, me elegirá a mi - Hablo más para mi mismo que para él.

- Quien avisa no es traidor - Acaba encogiéndose de hombros y yo cambio mis ojos de color dando a entender que la conversación se ha acabado. 

- Me voy - Aviso y alcanzo a verlo asentir y meterse en la cocina cuando salgo por la puerta.

En un mundo ideal, Chris dejaría todo de lado, yo también, y nos fugaríamos juntos, pero esto es la vida real y las cosas a veces son muy jodidas. ¿Puedo impedir la boda? Sí, haciendo que Chris me escoja, ¿Es difícil? No, porque me ama, ¿Lo conseguiré? Eso espero...

Entre pensamientos llego a casa de mi novio y abro la puerta con la llave que me dio.

- ¿Chris? He llegado - Anuncio con voz elevada para que me oiga.

- Hola - Aparece bajando las escaleras con expresión cansada y lanzando un suspiro al aire.

- Oh, mi pobre cazador - Sonrío abriendo los brazos y él se refugia en ellos.

- No te burles - Gime como un animalito apaleado y me río sin poder evitarlo - Que mis padres estén aquí es agotador... Ya no puedo darles más largas...

- Lo sé - Hablo contra su pelo - Niégate - Propongo y le siento reír suavemente.

- No puedo negarme, a no ser que tenga una razón, una muy buena - Explica y siento mi corazón detenerse y romperse.

- ¿Yo no soy una razón lo suficientemente buena? - Pregunto con voz rota.

- Peter... - Empieza con un tono aún más cansado - No he querido decir eso... Y lo sabes... - Separa su cabeza de mi cuerpo y me mira - Pero sabes lo que está pasando y lo asumimos cuando empezamos a salir, porque sabíamos que esto iba a pasar

- No - Me separo del todo - Tu lo asumiste... Has sido tú quien se ha rendido - Acuso, cierro lo ojos cansado también.

- No puedo hacer nada - Susurra derrotado.

- Porque no quieres hacer nada... - Murmuro de vuelta - No te cases - Pido desesperado - No la quieres, ni siquiera te gusta... No te cases - Se me llenan los ojos de lágrimas. Sí, yo, Peter Hale, llorando... Puto Chris que siempre saca lo mejor y lo peor de mí...

- Peter - Me nombra en un tono suave, se acerca para acariciarme la mejilla a punto de llorar también - Lo siento mi amor... - Me besa lentamente mientras lágrimas calientes bajan por nuestras mejillas - Te quiero, te amo - Se separa de nuevo y besa mi frente - Aún tenemos tiempo, para estar juntos - Intenta sonreír, pero no se la devuelvo, lo sé, he fracasado y no me queda más que rendirme.

Pasamos la noche en su casa, amándonos, haciendo el amor, sin tener límites, sin saber cuando parar. No dejo de llorar en todo el rato, lo he perdido... No hay vuelta atrás... Él intenta consolarme sin muchos resultados, el daño ya está hecho, me lo van a quitar de mi lado. 

A la mañana siguiente, me encuentro desnudo, con las lágrimas de la noche pasada secas en mis frías mejillas y el brazo de Chris rodeando mi cintura. Salgo de su agarre sin despertarle y me meto en la ducha. Al salir, él ya está despierto pero sigue desnudo, sentado en la cama sin dejar de mirarme. No soy capaz de descifrar la expresión que cruza su cara.

- Pensé que te habías ido... - Murmura - Entonces escuché la ducha.

- Necesitaba limpiarme - Digo simple y me empiezo a vestir.

- Te amo - Suelta sin moverse y sin dejar de observar mis movimientos haciendo que me quede quieto - Y pasaría contigo el resto de mi vida, y lo haría encantado...  - Sonríe triste - Amaría estar contigo - Declara y trago saliva para deshacer el nudo de mi garganta. Quiero que se calle, que deje de hablar... Sus palabras se están clavando como puñales en mi corazón - Solo quería que lo supieras... - Se levanta y se acerca para besarme, lento, de manera suave. Me separo de él y en ese momento sé que ambos somos conscientes de que ése, será nuestro último beso. 

- Sin embargo... Te vas a casar con ella - Espeto acabando de ponerme la camiseta. Le miro con los ojos brillando por las lágrimas que me niego a soltar.

- Peter... - Mi nombre sale en forma de un suspiro pero pongo más distancia entre nosotros.

- Gracias, por todo - Me despido y salgo de su casa.


No vuelvo a verlo, ni a contestar sus mensajes ni a sus llamadas y tampoco le abro la puerta cuando viene a casa. No vuelvo a saber de él hasta meses después cuando me llega la invitación a la boda y una carta adjuntada.

- Te dije que no dejaría lo que es por ti - Habla Derek desde el sofá.

- Creo recordar que te dije que te callaras con ese tema - Gruño y él se encoge de hombros.

- Te avisé en su momento - Se levanta desinteresado y sube a su cuarto dejándome solo con mis pensamientos.

Miro la invitación sin saber qué hacer... Obviamente todos saben quién soy y seguramente sea una ceremonia cerrada. Mis ganas de destripar la carta me superan y el fino papel escrito acaba hecho trizas en el suelo.

Sin embargo, dos meses después, estoy apoyando en la puerta principal de la iglesia, he conseguido colarme, y estoy escuchando como Chris pronuncia sus votos, delante de cientos de personas, su padre y su futura mujer. Antes de dar el sí quiero, su mirada se posa en mí y por un momento me permito ser un iluso y creer que se negará. Me incorporo de golpe pero él devuelve la vista a la mujer de pie enfrente suyo y pronuncia las dos únicas palabras que pueden hacer que mi alma se caiga a mis pies... Sí quiero.

En ese momento mis hombros se hunden y una sonrisa rota se abre paso por mi cara para instalarse en ella. Me doy la vuelta y decido salir de ahí antes de que me pillen. A paso lento, siento como mi corazón destrozado se queda con la persona a la que siempre le ha pertenecido. Después de eso, él se fue a Francia y no lo volví a ver.


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Bastante sad, pero bueno... Espero que os haya gustado. Queréis segunda parte?
 

One Shots SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora