Capitulo 11

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Hay situaciones en la vida en las que por más que queremos desaparecer, nos tenemos que quedar a ver como todo se desmorona para nosotros frente a nuestros ojos, y algo así le pasó a Sam el día que Lucifer y Abaddon empezaron a salir formalmente.

Es normal en la vida de un adolescente el ir a fiestas, aunque en el caso de Sam, es más común quedarse en casa todo el fin de semana leyendo, pero al ser una persona medianamente social no es sorpresa que lo hayan invitado a la reunión organizada por uno de los de último grado y haya querido ir, olvidando que probablemente Lucifer y Abaddon iban a ir; para cuando se acordó de ese pequeño detalle ya estaba en camino a la casa del organizador, pero se prometió no dejar que ese par le arruinara la fiesta, lastima que no todas las promesas se cumplen.

Al llegar la mayoría de sus "amigos" ya estaban ahí, así que después de saludar al anfitrión decidió irse con los de su grupo y al entrar al circulo que estaban formando vio a Ruby, una chica con la que llevaba coqueteando desde hace unos día sin mucho ánimo; justo con ella estaban Lucifer y Abaddon, demasiado juntos para el gusto de Sam, pero vaya,  eran los celos hablando por él. 

Para desgracia de Sammy, estos dos no se separaron en toda la fiesta; está de más decir que Sam no cumplió lo que se dijo, la presencia de la pareja lo afectó demasiado, en especial cuando la pareja pasó a ser formal. 

La fiesta estaba en su punto máximo, todos se divertían y estaban disfrutando,  o al menos eso parecía. Llegó un momento en el que perdió a de vista a la parejita melosa y suspiró aliviado; sin ganas de hablar con alguien, Sam se sentó en las pequeñas escaleras que daban a la fiesta y la entrada de la casa; para su mala suerte, la casa era tan rara que las escaleras daban perfectamente bien a la pequeña "ventana" que había en el comedor* y justo cuando creyó que su tormento había acabado, sucedió lo que no creyó (más bien no quiso) ver, Lucifer le estaba pidiendo a Abaddon que aceptara ser su novia de una forma tan bonita, que por un segundo además de tristeza profunda, sintió envidia, envidia porque con él jamás pudo ser así, y si en su momento lo entendía perfectamente bien, en ese segundo ya no cabía en él como no pudo ser así. 

Para no hacer el cuento largo, Abaddon dijo que si y gustosa aceptó el pequeño ramo de flores que había obtenido Lucifer solo para ella, por que eso si, el bastardo (según Sam) se esmeró bastante. 

Con la tristeza a flor de piel, Sam invitó a Ruby en una cita sin saber que esperar de aquello o porqué lo había hecho.

Le esperaban unos días bastante largos a Sam... 





Me disculpo si el capitulo es medio mierda. 

Siempre tu [Samifer AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora