Capítulo 5

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Al amanecer, un sabio recibió a todos los novatos en un mismo prado, bajo el árbol del cual Lynn había tomado sombra el día anterior. El hombre miro a sus nuevos reclutas con poca curiosidad. Había tenido a cientos de grupos como este, durante sus casi 70 años de servicio.

—Díganme, ¿qué es lo que saben? —preguntó, sacando su báculo.

Edwin levantó su mano—. Somos Etheneos, una raza enemiga de los demonios. Estos absorben nuestra energía vital, y a su vez, solo nuestras armas invocadas son capaces de desgarrar su inmortal cuerpo.

—Algunos obtuvimos poderes en momentos de extremo peligro —continúa Artemis, la arquera—. Otros los heredamos de nuestros padres, y en peores casos, fuimos atrapados por la esencia de la luna en una noche iluminada.

—¿Y saben por qué la luna nos influencia tanto?—inquiere, poniéndose de pie.

El silencio fue sepulcral. Al fondo, Julián dormitaba sobre el pasto, y Lynn intentaba levantarlo con pequeñas descargas de energía . ¿Cómo podía hacer eso? Simplemente al alba, el don apareció. El sabio, llamado en realidad Jeffer tomó la palabra, creando con sus manos una ilusión que absorbió a la clase entera y los situó miles de años antes.

—Eran tiempos oscuros, los antiguos guerreros celtas luchaban al lado de una tribu semi-divina, llamada los Tuatha de Dannan. Estos eran superiores, con poderes como el resucitar a los muertos o controlar los vientos, y un manejo casi perfecto de las artes de la guerra.

Nacieron de Danu, la madre de todos los dioses celtas, una protectora de índigo vestir que velaba desde los cielos, la batalla contra los Fomoré. Se decía que cada vez que la luna menguaba, era para cobijar a uno de sus hijos en una cuna.

—En fin, los Fomoré eran deformes. Algunos tenían un solo ojo, tres brazos, colmillos afilados, de todo tipo. Gigantes con deforme cuerpo, bárbaros caníbales. La batalla fue brutal, murieron seres de ambos bandos.

Solo uno pudo llevarlos a la victoria; Lugh, el del brazo largo. Un Tuatha de Danan talentoso en todas las magias existentes, un semi-dios multitas. Al clavar su espada en el ojo del general Balor, el más influyente en las trompas enemigas, consiguió ganar esta guerra.

—Humillados, los Fomoré se refugiaron en las profundidades de la tierra, donde se cuenta, adquirieron poderes más maquiavélicos y se unieron con humanos malditos para adquirir forma antropomórfica. Los nuevos cuerpos adquirieron un tono rojizo y con ojos azabache cual noche. Se los conoce ahora como Deamores.

Los humanos también se unieron con los Tuatha de Danan, aunque esto estaba prohibido por las leyes sagradas. Finalmente, estos últimos desaparecieron sin saber por qué, y los híbridos fueron criados con sus padres humanos. Así, su sangre fue combinándose en miles de generaciones, hasta que hace 1000 años, La Luna comenzó a embargar a algunos de sus descendientes para transformarlos en una nueva raza; los Etheneos.

—¿Significa que somos híbridos, al igual que esos demonios que nos acosan?—bramó Lynn.

—Así es —contestó el sabio—. Irlanda siempre ha sido una tierra llena de magia, no sólo por nosotros, sino también por la cultura que poseemos. Es necesario conocer nuestra historia para no repetirla.

—¿Y si pudiéramos darle frente a ellos? Invocar de nuevo a esos dioses —comentó un rubio.

—Se los llamaba dioses, en la antigüedad, más sabemos que no lo son. Murieron con el pasar de los años, como era natural.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2018 ⏰

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