Capítulo 20

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Dedicación especial a Its_an_army

ARTHUR

Los pasos provenientes de afuera me habían alertado, empuñe mi 9mm y comencé a caminar alrededor de la cabaña, vivo o muero era una amenaza.

Escuche un horrible sonido a unos pocos metros, en cuanto inspeccione mejor logre ver como un “W” arrancaba con gran fuerza los pedazos de carne como si de un pollo al horno se tratara masticaba con gran violencia haciendo que la sangre salpicará por todo e lugar. Le arrancaba los órganos de su estómago, su cara lucía horrenda la sangre rodeaba toda su boca y su piel tenía un tono grisáceo.

  «Mierda esto fue reciente»

—Bueno al menos no fue un vi... -antes de poder articular palabras sentí un frío hierro en mi cuello y más manos de una mujer rodeaban mi 9mm.

—No hagas ningún movimiento extraño y todo estará bien  amiguito -escuche hablar a una mujer de unos 26 años de edad, su voz era aguda. Mientras cachea los pantalones y extrae mi arma junto con mi cuchillo. Cuando se ha asegurado de que no tengo ni una sola arma más a la que recurrir, se separa unos centímetros mientras apunta con mi arma.

—Espero que devuelva eso señorita -digo frío y cortante fijando la mirada en sus ojos azul celeste.

—Esto no te hará falta en el lugar a donde iras -responde burlona mientras apunta a mi frente- ¿Algo más que decir? -pregunta con una sonrisa grotesca en su rostro.

—¿Qué tienes tu que decir? -digo mientras observo la sombra de una mujer con un bate a sus espaldas.

—Perdiste tus ultimas palabras imbécil -cuando iba a jalar el gatillo la mujer desconocida golpeó con gran fuerza y repetidas veces su cabeza dejándola en el suelo con un gran agujero.

—Esto es por Andrés -dice mientras escupe su rostro, la impotencia se escuchaba en cada una de sus palabras llenas de odio. Me quede en shock con las manos en la nuca- ya te puedes ir imbécil -dijo burlona.

— ¿Fuiste enviada por dios? -pregunte sonriendo.

—Estas de suerte hombre -dice mientras toma mi arma y la coloca en su cinturón y el cuchillo se lo coloca en la bota, cuando se agacha para recoger algunas cosas logró visualizar una herida de arma blanca en su brazo.

— ¿Necesitas ayuda? -pregunte al ver el estado de su herida.

— ¿Tienes un refugio con piscinas y Nutella? -pregunta la chica.

-Suelto una risa—No, pero podríamos curar esa herida -digo señalando la cortada- es lo menos que podría hacer, evitaste mi muerte.

—Soy María -dice caminando unos pasos para estrechar mi mano, su cabello es castaño con ondulaciones a juzgar por su acento es latina.

—Arthur -estreche su mano- ¿podrías devolver el arma?

—Solo esperó que no me traiciones como esta perra -dijo entregando el arma sin ningún problema.

—Tranquila no podría pagarle de esa manera a la persona que salvo mi vida -respondí mientras caminaba hacia la cabaña- sígueme...

Virus WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora