Les recomiendo leer los dos últimos capítulos, ya que me desaparecí por un buen tiempo.
MIL DISCULPAS. Espero poder seguir al pendiente de la historia. LOS QUIERO
Aquellas bestias se aproximaban a toda velocidad, su rostro tenía un aspecto horrible y sus ojos negros y fríos como la noche no mostraban ninguna emoción o sentimientos. Dos de las cosas que nos hacen ser humanos.
-Ya encendió ¡Vamos! –Dijo María emocionada. Pero esas criaturas estaban a solo metros de nosotros.
Tu solo conduce, yo intentare acabar con esas criaturas –Dije mientras me pasaba a la parte de atrás donde había una escopeta recortada y unos cuantos cartuchos- espero que seas Rápidos y Furiosos al volante –Dije en broma, esta se rio y me pico un ojo.
Algo intentare…
Recargue el arma y me quede un segundo esperando a que se acercaran a mi rango. Un chasqueador corría a toda velocidad hacia nosotros, quedo solo a unos cuantos metros y de un momento a otro soltó un gran, para acto seguido saltar a la parte trasera de la camioneta comenzó a pegar contra el vidrio.
¡Toma! –Dije jalando el gatillo de la escopeta, un gran agujero se dibujó en el rostro del chasqueador y toda esa sangre salpico mi rostro.
¿está todo bien allá atrás caballero? –pregunto María, mientras miraba por el retrovisor sin dejar de mirar el camino.
Uno menos –dije recargando la escopeta.
Unos 5 Chasqueadores estaban detrás de nosotros siguiéndonos a pocos metros. Corrían sin parar soltando uno que otro rugido en su carrera, mis balas no lograban impactar si quiera en sus cuerpos tambaleaban de un lado a otro y esto me frustra mucho.
Aquí tienes esta pequeña niña –dijo maría entregándome una granada para acabar con estas últimas criaturas que nos acechaban sin parar.
Listo. Prepárate –Respondí quitándole el seguro y luego lanzarla en unos pocos segundos los cuerpos de estas bestias volaran por detrás de nosotros- Rayos, creí que nunca se cansarían de seguirnos, aunque técnicamente no se cansaron, solo los mate.
No recordaba que tenía eso en esta camioneta Arthur –respondió concentrada en el camino.
Después de unos minutos logramos ver las cabañas a lo lejos, de estas emanaba fuego sin cesar todo se veía destrozado, como sin un huracán o el mismo diablo fuese pasado hace unos minutos.
Esto no puede ser posible –dije pasando la mano por mi oscuro cabello. Un sentimiento de tristeza se apodero de mi cuerpo y mis pensamientos, solo imaginaba lo peor, a mi hermana y Lauren calcinadas entre las llamas, a todos en esa cabaña, pero, esa esperanza de que estuviesen fuera de ese lugar también pasaba por mis pensamientos en ese momento- Para el auto María, algo malo puede estar pasando –Le ordene mirando más detenidamente, las lágrimas no tardaron en aparecer en mi rostro, no puedo aceptar perder todo tan rápido.
-María apago la camioneta y me dio un fuerte y caluroso abrazo, uno que me hacía mucha falta para comprender toda esta abrumadora situación- Quizás ellos no estaban en ese lugar Arthur, no perdamos las esperanzas.
Solo eso espero… eso espero –continúe sin poder aguantar el llanto.
Yo me baje del auto primero cargando la escopeta. Miraba detenidamente los alrededores de la cabaña sin encontrar una pista de lo que habías sucedido, o peor quien lo había hecho. Había algunos muertos, de seguro por el ruido de la explosión. - ¡Mierda! No hay huellas de ellos – grite desesperado deslizando las manos sobre mi cabello.
¿¡Arthur que rayos pasa!? - pregunto María, caminando hacia mí con el arma en la mano.
Creo que debemos subir a la camioneta y buscar por todo este radio –solté disparando con la mirada a mi alrededor, con la mínima esperanza de encontrar algún rastro- no me voy a resignar a perder todo lo que tengo tan rápido.Está bien – dijo ella asintiendo con la cabeza mientras caminaba hacia la camioneta con pasos acelerados- pero… -hizo una pausa para decir lo siguiente- tienes que empezar a estudiar la idea de no mirarlos nunca más –hablaba de la manera más suave, cuidando cada una de sus palabras.
[…]Si hubiéramos llegado antes, nada de esto… –hice una pausa para llenar mis pulmones del puro aire que se respiraba en el desolado desierto- estaría pasando, estaríamos juntos.
No te sigas torturando de esa manera Arthur. –dijo- Ya no puedes pensar en un antes. –continuo- Solo hay un ahora y lo que venga después. No te sigas torturando –repitió.
Gracias por esas palabras. –balbucee cabizbajo. Teníamos unas tres horas recorriendo el lugar y aun no se encontraban pistas de los muchachos-. Gracias por ayudarnos, eres como una luz de esperanza para todos. Si es que aún están con vida –desvié la mirada al horizonte que si dibujaba con un color anaranjado, anunciando que el anochecer se acercaba.
Tranquilo. Tú me salvaste la vida, es lo mínimo que podría hacer por ti y tu gente –dijo.
¿Cómo llegaste hasta a Houston? –pregunte interesado.
Perdí a muchas personas queridas, creo, que todos hemos perdido a alguien es este largo camino, –dijo bajando un poco la voz. La melancolía al recordar esto era evidente-. En realidad no soy estadounidense, mi familia es de Perú –añadió mirando fijamente el extenso camino- acá solo estaba con mi mamá y mi hermano. –bajo la mirada por unos segundos, de seguro su hermano era el chico que habían matado- En fin, escuchamos rumores que acá tenían un CDR (Centro de refugiados) pero… aquí estoy.
Este país lo construyeron los extranjeros –fue lo único que paso por mi cabeza, su historia me había llegado a conmover-. La verdad lo siento mucho – voltee a mirarla.
Tranquilo –inquirió ella-. Soy de las que cree que todo pasa por algo – dijo tomando su cabello con una mano.
El negro de la noche ya se había apoderado del imponente cielo, la luna y sus estrellas nos acompañaban en este camino. Quería dejarlo todo y aceptar lo que estaba pasando, pero, algo en mí se negaba a dejarlo todo y seguir adelante, al final la esperanza es lo último que se pierde.
¿Quieres descansar un poco? – le pregunte observando que empezaba a cerrar los ojos por momentos, las cinco horas conduciendo sin una pista estaban pasando factura.
Estaba esperando que dijeras eso – dijo burlándose, mientras paraba la camioneta para sentarse de copilota.
En cuanto tome el volante me dirigí por un estrecho camino que daba a una extensa pradera en el desierto. El sonido de las ranas y los grillos tornaban el lugar como el de una escena de película, pero una de terror en la que nadie quiere vivir. De un momento a otro una detonación se escuchó a lo lejos. Mis ojos alumbraron de esperanza, algo estaba cerca de nosotros y eso era lo importante.
*****
¿Que les pareció el capitulo?
DE NUEVOO DISCULPEN LA TARDANZA, TUVE ALGUNOS PROBLEMAS.
Gracias por estar siempre.

ESTÁS LEYENDO
Virus W
Fiksi Ilmiah#3 lugar en Premios Infernó 2018 #3 lugar en Premios Green Awards ****** Arthur Green lucha por sobrevivir en un caótico mundo donde el más fuerte sobrevive. Se vera atrapado en la tristeza y dolor de la vida. Por un viru...