Retales de ti en mi

Capitulo 2

Me releo a mi misma, en esa carta, hace 7 meses atrás y sollozo en silencio. No quiero que la abuela se despierte, eso seria consecuencia de un cóctel de te de tilo y un cuestionario sobre mi estado de animo. Mañana me levanto a las 8am para ir al banco, no me conviene quedarme dormida.

Les auto pregunto a mi mente y corazón ¿tan mal estabas para querer dejarme ir? y si, en realidad estaba pésimamente mal, era una estúpida border pseudo adulta al limite del precipicio pero esta vez no había terapeuta que pudiera intentar curarme. No lo iba a permitir, yo sabia que el tiempo se iba a ocupar de eso.

"El tiempo lo cura todo" se había tatuado mi primer ex novio, y cuanta razón tenia el dulce Brandon.

Es 12 de noviembre de 2014, insoportable, amargo y caluroso noviembre. Estoy intentando terminar la secundaria, sigo obligada a trabajar para el banco, separada nuevamente, intensa, impulsiva, inestable y ahora embarazada de vos. VOS ese es tu nombre por ahora, no me quiero ilusionar por que no estoy segura de si vas a sobrevivir a los restos de hambre y medicaciones con los que nadas en mi cuerpo. Aun así, me salvaste la vida y quiero contarte por que.

Solia ser esa adolescente que ningun padre quiere, o por lo menos esa adolescente que los míos no querían, solia escaparme del colegio en cualquier recreo. Solia gastar la plata de mi almuerzo en cocaina, que me quitaba el hambre, y reemplazaba el jugo de manzana por whisky barato, que me volvía a poner los pies sobre la tierra. Solia maquillar mis ojos de manera llamativa expresando dolor. No tenia metas ni tampoco aficiones. Solia vestirme con ropa diminuta que dejaba asomar cada retacito de piel que quedaba de mi. No escuchaba "casi ángeles" como las demás, era un poco mas fan de las letras suicidas de esas que se escuchan como gritos ahogados entre breakdowns.

Quiero contarte un poco mas de mi para que aprendas, para que sepas quien fui y quien soy en mi ausencia.

Quiero relatar mis vivencias a partir del momento que mi mente decide que hoy recuerde, dicen que los malos momentos con el pasar del tiempo el cerebro los va olvidando.

Yo siempre escribí para mi misma así que hay cosas que son imposibles de olvidar.

2006

Solia ser la hija ideal, sumisa, buena alumna, mi pelo se asimilaba al de Rapunzel, era flaca de ojos verdes y la mas alta de mi curso. Por supuesto no era la mas popular, pero lo intentaba.

Tus abuelos rebalsaban alegria o eso mostraban frente de la multitud.

Ese mismo año terminaba la primaria en un colegio de barrio ubicado en Remedios de Escalada y ellos añoraban que siguiera siendo la misma hija perfecta que era en ese momento. Pobre de ellos no sabían que deseaban!.

Pobre la maestra de matemática, Mónica, era fan de la hermana de un famoso jugador de fútbol. Se iba a su casa con la lengua seca de tanto chuparle las medias a la pobre piba. Que satan te tenga en la gloria Moni!

Yo era flaca, sin llamar demasiado la atención pero con las clavículas mas prominentes de todo mi curso. El problema mas grave en ese entonces era mi novio, Chris, con quien nos enviábamos cartas por medio de nuestros amigos en común y por supuesto! con quien iba a casarme, tener hijos y ser felices. Ellos no querían que fuera novia del bajito pobre pibe sin padre, a mi eso me gustaba mucho mas. Necesitaba arreglar a ese pobre pibe incapaz de ser alguien por si mismo, lo iba a amoldar a mi manera tal como lo hace un niño con plastilina en sus manos. Pobre Chris, hace un tiempo me contacto por instagram y sigue siendo un idiota skater fan de Asking Alexandria mantenido por su madre. Me sentía rebelde, nos besábamos a escondidas detrás del mástil en cada uno de los recreos y su hermanita menor me adoraba. PU TI TA me decía una compañera.

Me creía mil, fuera de mi casa por supuesto, mis notas no bajaban de SOBRESALIENTE y mi mayor preocupación era ser elegida dama antigua o abanderada al cierre del año escolar. Un par de veces un policía había tocado timbre, había noches en que no cenábamos, 2hs al día debía cuidar sola a mis hermanos sin contarle a mi padre pero no le había dado mayor importancia. Era algo que comúnmente sucedía hasta en las mejores familias no?.

NO imaginaba todo lo que venia después. Yo obedecía, el gran miedo que me perseguía era el abandono.

Un buen día el taxi se desviá, no íbamos a la casa de Ailen a merendar sino que nos dirigíamos a un lugar llamado "la casa azul", imposible olvidar es nombre, olía a la casa de mi abuela y en sus paredes lucían empapelados de rombos bordo y azul en conjunto con algunas imágenes de flores rodeadas de abejitas felices y pasto sintético. Ese día comenzó el juego, tenia que contarle a la persona que estaba detrás de ese escritorio lo que yo sentía, tenia que abrirle mi alma a una desconocida que había estudiado cerca de 10 años para curarme. ¿curarme de que? nunca lo supe! yo estaba bien, mi vida era relativamente normal y es que en realidad no sabia lo que era una vida normal con el criterio que se suele tener en general o por lo menos el que la sociedad te impone.

Así pasaba mis tardes de martes, hablando con esa desconocida que en lugar de curarme me hacia llorar y dibujar. Nos habíamos tomado un poco de cariño, ella no quería que dejara de ir y me pedía constantemente que llamara a mi padre para pedirle que me enviara los bonos pagos para no abandonar mi lugar en ese consultorio tan poco feliz. Por la plata baila el mono, no?

Con el tiempo, y mi oreja siempre atenta a cualquier comentario, descubrí cual era el propósito de esas visitas. Tenia diagnosticada una infancia de mierda y una cosa a la que la llamaban anorexia, que me consumía cada dia un poquitito mas teniendo 11 años. Si yo no asistía a esas consultas, si yo no lloraba enfrente de una psicóloga y le contaba todos los dramas de mi vida, mi adolescencia iba a ser vivida dentro de un hogar rodeada de huérfanos y loquitos.

Me daba igual, todo me daba igual. Yo ya me sentía muerta aun estando viva y necesitaba la aceptación constante de mis padres asi que iba a seguir simulando ser normal.

El tiempo siguió prosiguiendo de la misma manera, todo tan monoto y rutinario. Hasta que un viernes me vi despidiéndome de mi padre que había decidido dar rienda suelta a su vida y se tiraba a una pileta llamada Córdoba para rehacer su vida SIN MI. Me estaba abandonando.

Nunca supe por que, mucho menos por que no me llevaba con el si yo era la hija ideal! Ese fue mi primer abandono, mi padre. Violento, egoísta, vago, presumido, sucio, manipulador e incoherente pero era mi padre. Sangre de su sangre, eso era yo y jamas debía olvidarlo.

Levantar la cabeza, ponerte el dolor al hombro e ignorar los comentarios de afuera. Yo debía ser totalmente fría y arbitraria, yo debia ser "fuerte" por mis hermanos. Nunca los ame, tema aparte.

Nadie tenia la culpa, todos eran victimas. Menos yo, yo era la loca carente de atención.