Converse rojos ¤|✔|¤

Epílogo

Los meses pasaron y con ellos el amor de Nash hacia Avery. El nunca la olvido, pero prendió a vivir sin ella. El era muy feliz, porque recordaba su amor como algo bastante bueno como para olvidar. Él cambio sus viejas botas por los converse que su amada le regalo, aunque seguía usándolas de vez en cuando. Con pasar de los años se graduó con honores en la facultad de derecho como siempre lo planeo y de vez en cuando iba a la cafetería por su café favorito y su aperitivo con su mejor amigo, aquella cafetería no era lo mismo desde que ella fue pero le recordaba tanto a ella que no podía dejarla atrás.

Claro que si, hubo más mujeres pero en ninguna encontró lo que buscaba, así que después de un tiempo desistió de aquello.

Monto un despacho junto con algunos compañeros de la universidad, que con el tiempo se volvió muy famoso y conocido.

Avery por otro lado se destaco mucho en lo que hacía y luego de terminar la universidad fue reclutada para una de las bailarinas de una destacada cantante y se la pasaba viajando por el mundo. Sin nunca olvidar el amor que un muchacho le regalo. Pero no quería buscarlo, seguro estaría muy feliz con alguien, además no quería molestar.

Pero dicen que el amor verdadero siempre triunfa ¿no?

Porque una tarde de invierno, los dos entraron una cafetería. Él en busca de su café favorito, y ella para recordar viejos tiempos. Al verse todo eso que estaba guardado por años volvió a brotar como flor en primavera.

Nash se dio cuenta que la amaba más que nunca y Avery que lo amaba más que a nadie.

Se sentaron juntos en una de las mesas y curiosamente Nash traía puesto nada más y nada menos que aquellas converses viejas y desgastadas que una vez ella le regalo y ella, por casualidad un viejo abrigo rojo que le traía muchos recuerdos.

Creo que el resto es historia.

Fin