Escondo el libro que me dio mi nana en el vestido para volver al castillo, tenia que hallar la manera de esconderlo en un buen lugar, nadie me podía encontrar con esto, me contarían la cabeza o aun peor me quemarían viva.
-señora su esposo mando a informarle hace un buen raro que lo viera en sus aposentos-asiento escondiendo el libro a mi espaldas
-iré en un rato, terminare de hacer algo
-señora, enserio la lleva buscando por un buen raro
-la sigo
Trato de mantener escondido el libro mientras que caminos a los aposentos de mi esposo, cuando lo hace, me hace entrar sola para cerrar la puerta, puedo ver a Damon gracias por el rayo de luz de la ventana, esta habitación era la mas oscura que había escogido, no quería levantarme y saber que quien esta a mi lado no es Stefan.
-me informaron que necesitaba de mis servicios
-no necesito de tus servicios, eres mi esposa, y me complace verte...además no estoy seguro que te vayas todo el día sin decir a donde
-estabas ocupada, no pude avisar, además siempre lo había hecho
-pero ahora es diferente, soy tu esposo ahora
se acerca, y acaricia mi mejilla-siempre estoy muerto de celos, se que tu corazón pertenece a alguien de aquí, eso me hace sufrir
-èl ya no existe
-no creo que se olvide un amor tan fácil
-créeme no se me olvidara-alzo la mirada, quita su mano de mi mejilla-solo que ahora desapareció, èl, no el amor
Veo como aprieta sus labios, puedo admitir que tengo un poco de miedo, había oído de mis damas que sus esposo eran un poco bruscos, a veces veía sus mejillas moradas
-es por eso que pronto partiremos para Inglaterra
-pensé que el trato era ayudar Holanda
-así es-se aleja-será muchos guardias, pero no quiero que mi esposa se escape de sus aposentos ha hacer que sabe que, no seré el hazme reír de nadie
Pasa por mi lado antes de salir, dejo escapar toda la rabia que tenia contenida...hasta que me acerco a la cama y saco el libro de mis vestidos, tenia que hacer algo, si esto era verdad...Stefan y yo podríamos vivir otra vida, una en donde los dos seriamos feliz, no habría reinos, tierras tal vez... tal vez todo era diferente.
Leo una que otra frases y decido esconderlo detrás de uno de los ladrillos de la chimenea que estaba un poco flojo, me cambio por un vestido casi similar solo que esta vez tenia corcel y enagua para complacer a mi esposo y cenar con èl-me toma de la mano para que bajáramos junto, cuando lo hacemos encontramos a mi padres, y Stefan a su lado, sonrió al verlo.
-si no le molesta señor Salvatore, hoy nos acompañara mi mano derecha, es uno de mis mejores soldados
-si ha mi esposa no le molesta, que en la cena hablemos de acuerdos con el pueblo
-claro que no me molesta
Mi padre le cede la cabecera a Damon, y me extiende la silla de su lado, Stefan se hace a mi frente mientras que padre enfrente de Damon en una mesa bastante grande para decirlo así.
-es un gesto muy grande, el que halla convocado a tanto soldados para que ayudara a mi pueblo
-como he dicho siempre, el pueblo de mi esposa siempre esta desjuardado-para la mirada hacia mi, le sonrió de lado pero no puedo dejar de mirar a Stefan, era muy imprudente de mi parte
-ahora mis tierra pertenecen a usted señor Damon, espero que sepa que es muy importante
-claro que lose, pero no me pertenecen esa tierras-paso la mirada hacia èl, que quería decir, acaso lo había estropeado por lo que había dicho hace un rato-toma mi mano-esas tierra siguen siendo de mi esposa, yo solo soy un hombre enamorado
Entre cierro los ojos, no tenia pisca de que fuera una broma, sonrió de lado
-mi hija no puede hacerse cargo, si el pueblo se da cuenta, tendremos una guerra peor
-no debería subestimar a su hija, creo que es una mujer bastante lista y fuerte, además con la ayuda de Inglaterra nadie tendrá miedo-aprieta mi mano, bajo la mirada y miro de nuevo a Stefan, parece algo molesto.
La cena termina despues de hablar del pueblo sin ser excluida por supuesto, lo que me hacia sentir bien, no como una inútil de vestido grande-dejo mis aposentos para correr un poco en el jardín, la verdad es que tenia mucha energía, había cambiado algo, y aunque mi padre no lo quisiese, ya había pasado y no tenia que seguir sus ordenes.
Dejo de correr cuando veo su cuerpo sentado en la orilla de la montaña, como lo había soñado hace unos días, solo que quien estaba allí sentada era yo, no Stefan.
-hola-digo acercándome y mirando a mis alrededores para que nadie pudiese vernos
-Katherine-puedo ver las lagrimas que caen por sus mejilla me arrodillo a su lado para acariciar su mejilla
-que te pasa Stefan-me rompía el corazón aun mas así
-lo he arruinado todo-me aprieta de la mano-te he perdido para siempre
Miro nuestras manos entrelazadas y luego subo la mirada a sus ojos-no me perdiste para siempre... yo te amo a ti
-pero no escaparas conmigo esta vez-niego y me acerco a sus labios, eran dulces como recordaba
-se que pronto, tarde o temprano estaremos juntos para siempre-me pongo en pie de nuevo-le sonrió de lado, como cuando éramos niños y tenia que volver a mis aposentos aunque quisiera quedarme jugando, sabia que tenia que irme.
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REINADO
RomanceSiempre había seguido las reglas de mi padre, el rey, todos lo tenían que hacer. Siempre la princesita obediente. Quería que todo cambiara, he hice algo malo que lo cambio todo por completo