No más perros calientes

17K 2.3K 1.9K
                                    

(Advertencia: Violencia sexual)

Una vez que todo estuvo en orden Katsuki se dispuso a preparar bocadillos para un picnic improvisado, era un día precioso y ninguno quería desaprovecharlo, Izuku ayudaba felizmente a su interés romántico en lo que podía, después de todo amaba estar con Katsuki.

Mientras tanto Kacchan y Deku jugaban felizmente en el patio, o al menos eso creía Izuku, Kacchan se encontraba escondido entre unos arbustos gruñendo de forma hostil al pobre de Deku que trataba de acercarse a el, ese perro rencoroso no olvidaba el hecho de que Deku lo había embestido por proteger a ese tipo de pelos pinchos y no conforme con ello, lo había asfixiado con su cuerpo, el cachorro estaba resentido no olvidaría está afrenta tan fácil y Deku tendría que agotarse pidiendo disculpas si quería que Kacchan le perdonará.

El perro no lo admitiría, pero ese acto había lastimado sus sentimientos, había escapado de su casa con la única intención de ir a verlo y jugar con el, pero ahora Kacchan se encontraba molesto, triste y con la sensación de haber sido traicionado, estaba decidido, se quedaría entre los arbustos hasta que fuera hora de regresar, no se preocuparía más por esa chuleta ingrata.

-Lo siento, por favor Kacchan, perdoname - Deku sonaba triste, de verdad se encontraba arrepentido y quería hacer las pases, pero Kacchan estaba tan molesto que no se lo permitiría.

- Ni tu, ni Katsuki cedian, no podía hacer nada más- hablaba Deku en tono afligido.

- Y entonces ¿Por qué no lo atacaste a el?- Kacchan no olvidaría jamás está afrenta.

- El es demasiado grande, sólo lo hubiera atacado en vano, yo lo único que quería era que ya no pelearan más, por favor créeme -.

- No quiero -.

- Por favor entiende, además no podría dañar a Katsuki ni aunque quisiera, le debo la vida además me brinda cariño y protección, es algo por lo que le estoy agradecido, lo cierto es que la pasé muy mal antes de conocerlo-.

Kacchan no se dignaba ni siquiera a mirarlo, de hecho se encontraba ahora mismo dándole la espalda, Deku comenzaba a irritarse, estaba disculpandose sinceramente ante el y el perro caprichoso se negaba a escucharlo.

- Antes de Katsuki tuve a una dueña, una chica llamada Toga, fue ella la que me adoptó desde que era muy pequeño, desde que puse una pezuña en su hogar no hizo mas que maltratarme, jamás me mostró una pizca de amabilidad, ni siquiera una falsa- las patitas de Deku temblaban, estaba conteniéndose para no llorar - no sabes lo que es pasar días sin comer ni beber, encerrado en una caja diminuta revolcandote en tu propia inmundicia, preguntándote cuando va a terminar ese infierno, saliendo de tu prisión de vez en cuando únicamente para ser lastimado, solo por que a tu dueña le gustaba ver correr tu sangre, aún cuando estaba encerrado no había momento para descansar, desde afuera podían escucharse los gemidos de otros animales que estaban pasando por lo mismo, no sabes lo que es ver a otros como tú quedarse fríos y tiesos, ver sus cuerpos desaparecer en bolsas negras y temblar al preguntarte a ti mismo cuando será tu turno, el día que me liberó creí que iba a matarme y aunque no lo hizo, de verdad sentí que iba a morir, sólo y abandonado, pero Katsuki me encontró y me dió un hogar, así que... Perdoname por no querer lastimarlo- Con todo eso dicho, Deku se dió la vuelta y se dirigió de regreso al que ahora es su hogar, si Kacchan quería perdonarlo bien y si no, también.

Kacchan veía a Deku alejarse de él, mentiría si dijera que no lo entendía, ambos habían sido víctimas de los caprichos humanos, si Deku hubiese atacado a Izuku, el habría actuado igual, también tenía alguien a quien quería proteger.
.
.
.
.
.

Deku se hayaba recostado en el patio con semblante melancólico, estaba triste más no arrepentido, Kacchan tenía la mala costumbre de creer que tenía la razón en todo y era algo que no podía consentir, de repente algo lo sacó de sus pensamientos, una pelota de color negro con una cruz anaranjada en el centro se acercaba rodando a el, detrás de ella venía Kacchan, en la boca traía un juguete chillon con forma de granada, sin decir nada dejo ambos juguetes frente a el y volvió por donde había venido, instantes después Kacchan volvió llevando consigo otro juguete en forma de bomba en donde cualquier humano podría leer fácilmente "Rey de las explosiones asesinas" eran los juguetes favoritos de Kacchan.

Un cupido lanudo [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora