¡Ámame, por favor! [Taekook]

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Bienvenidos sean todos, antes de empezar quisiera pedirles que al final de cada capitulo, me ayudaran y dejaran ideas, ya que esta historia va a ir cambiando conforme ustedes quieran, espero que les guste y la apoyen.

Hace ya cinco años la familia Kim se había mudado a Corea, si bien los primeros años fueron difíciles para el mayor –­–si bien no niega que siga siendo difícil, pero lo maneja bien–– de los hijos quien recibió el nombre de Taehyung. Kim Taehyung.

¿A quién demonios le va a gustar dejar el lugar en donde creció, el lugar donde hizo sus mejores amistades, el lugar donde tiene los mejores momentos de su vida, y claro...su novio? Creo que a nadie, pero él no podía hacer nada al respecto pues no era culpa de sus padres, ni de nadie, simplemente el trabajo de su familia así lo mandaba y no era alguien que se quejara mucho así que decidió callar y no decir nada acerca de eso solo se calló y acepto como siempre lo ha hecho.

Tae siempre ha odiado los lunes, sin embargo ahí estaba la alarma sonando a las 8:30 A.M como de costumbre, los rayos del sol dieron directo al rostro del castaño haciendo que estos molestaran la vista del chico y lo levantara de mal humor, así la alarma ya no era la molestia sino era el sol, ¿a quién puede no gustarle los rayos de mañana?

Tomó lo primero que vio en el closet y se vistió lo más rápido posible, bajó a la cocina y como de costumbre; sus padres no estaban, la cocina era un desastre, sus hermanos seguían durmiendo y por si fuera poco, su madre no dejó comida, sí, su madre aun le dejaba el desayuno, no lo culpen. Así que limpió la concina, desayunó lo primero que vio y obviamente no olvidó a sus hermanos y les dejó un sándwich a cada uno, no se preocupaba tanto por ellos ya que en una hora llegaría su niñera y se ocuparía de los pequeños, mientras tanto el chico tomó sus cosas y se fue. En uno de los pases peatonales vio a su compañero Jihoon ––Nada más y nada menos que un enano pelinegro–– quien también lo vio y le sonrió –– ¡Hijo de puta! –saludó el castaño.

–También me alegro de verte, Taehyung.

–Lo mismo para ti, Jihoon. – finaliza con una sonrisa burlona hacia el menor, pero en ese mismo instante quita esa sonrisa al ver que la cara del chico había cambiado, a lo que se preguntó por qué estaba así por lo que giró su vista hacia el mismo lugar que Jihoon, entonces entendió. Jungkook y alguien más a lo que al castaño le extrañó que este estuviese con alguien que no había visto antes y ambos no tenían ni la mínima idea de quién era el acompañante de aquel chico. Lo último que hicieron ambos fue intercambiar miradas, ¿por qué el cambió de ambos? Pasado, obviamente.

Hace 2 meses.

El castaño se encontraba en un salón no muy espacioso pero si lo suficiente para poder moverse bien y claro, con la compañía de Jungkook.

–Tan sólo ámame, por favor.

–Lo intento.

Al parecer no estaban solos, Jimin entra y toma a Jungkook del brazo con brusquedad.

–Jungkook, solo quiere utilizarte, ¿acaso no ves todo lo que intenta hacer contigo? No te necesita.