capitulo 2

2 0 0
                                    

adoptan el virus como un viejo conocido, se integró perfectamente su ADN comenzando a desarrollar su inteligencia y capacidades, claro que el gobierno puso mucha atención en esto, así que crearon escuelas especializadas en estos casos, la tecnología avanzaba a pasos agigantados con estos nuevos fenómenos, que incluso daban grandes recompensas de dinero si alguien sabia de la existencia de niños más inteligentes, o algún fenómeno en estos.
Mi mirada bajo pensando en lo asquerosamente codiciosos que eran mis padres como para vender a su propia hija a estos infelices, mis dientes dolían de lo fuerte que los apretaba mientras que en mi palma se dejaban ver algunas hendiduras de mi s uñas, el traje impedía que me auto lesionara o dañara, supongo que alguien más trato de matarse, y no los juzgo, yo también lo haría si pudiera, pero mis planes son otros, así que por ahora, está desechada la idea de suicidarme, tal vez después de mi meta lo haga.
Oh cierto, ni siquiera saben mi nombre o mi vida dentro de aquella presa, bueno, mi nombre es Catherine Diáspora, y una vez que entres en esos muros de metal blanco con lucecita, olvídate de tan siquiera sentir el sol recorrer tu piel brindándote calor, a menos que seas uno de esos fenómenos que les favorece el estar en el sol, en esos casos, olvídate del agua, todos aquí tienen un don en especial que los hacen más hábiles en algunas cosas, todos tienen un grupo, a excepción de mi, mi habilidad es un tanto rara de encontrar por ahí, le llaman el don de ZERIMI, mis emociones cambian las tonalidades de mi cabello y ojos, causando un poco de estragos en el ambiente donde me encuentre, provocando una inestabilidad en el núcleo de la tierra, prácticamente soy una bomba andante.
La primera vez que entre a la presa, tenía bastante miedo, así que provocaba temblores e inestabilidad a mi entorno haciendolo completamente helado, y no solo afecta a los de mi alrededor, también a mi, así que, me estaba congelando cuando me llevaban, me era difícil moverme, me dejaron encerrada en una habitación de solo una cama y un baño, sin nada más que lo necesario y dos mudas de ropa, las cuales constaban de pantalones negros con una franja blanca del lado derecho de mi pierna, está igualmente brillaba, la camiseta era blanca con una raya negra por en medio con una luz intermitente, me habían colocado un fino collar de plástico con una Z en medio tintineando de color violeta, después de un par de semanas, comienzan a darte una serie de preguntas las cuales tienes que responder con sinceridad, si o si, si en alguna pregunta mientes, el collarín te coloca una especie de droga con la cual te hacen sentir una profunda ansiedad ya que apaga todo tu sistema bloqueandote el respirar a excepción del sentido del oído durante unos segundos, pero tú sientes una completa eternidad pareciendo que estás muerto, yo mentía demasiadas veces, así que se de sobra como se siente el no poder respirar ni hacer absolutamente nada, al no saber mucho de mis habilidades, me hacían pasar diversas pruebas, ya sean físicas o psicológicas, viviendo constantemente una tortura en el laboratorio y mientras dormida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 15, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ZerimiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora