¿Te amo, te odio? ~HiroxMiguel~

Revelación

Hola🌸 aquí otra parte espero les guste y sin más comenzamos🌸

POV MIGUEL

Llevó intentando cual loco mostrar a este maldito vejete que vale la pena aquella invitación y oportunidad que se me dio para entrar aquí.

Pase meses estudiando como un maldito loco, casi no e dormido intentando mantener el promedio que se me pidió para estar aquí, pero todos mis esfuerzos son en vano o al menos eso parece.

Dejo todo a un lado sintiendo la irritación en mi garganta que convidado con la irritación por retener mis lágrimas duele más, el silencio sepulcral que ya hace aquí sólo me envuelve más y más.

La melancolía llega a mi corazón, mamá, papá, abuelita perdón, no soy fuerte como me lo pidieron, cada día siento más y más mi sueño alejarse, ¿Por qué tuvieron que irse y dejarme aquí sólo? De haber sido así hubiera preferido morir con ustedes.

-¿Por qué no mejor morir con ustedes?-

Solté dejando salir mi voz quebrada y agotada, si sigo así quedaré afónico pero, no puedo más, camino unos pasos sintiendo como el cansancio y el sobre esfuerzo cobran su factura.
Caigo de rodillas soltando un quejido ahogado

-¡¡Maldita sea!!-

Grite sin poderlo evitar, aquellas lágrimas amargas resbalan por mis mejillas, e luchado tanto por esto pero parece no vale nada.

-Miguel-

La voz de Hiro resuena en este lugar, intentó ocultar mi rostro tras mi cabello inútilmente no es lo suficientemente largo para ello, mis manos tiemblan al igual que todo mi cuerpo, sus pasos acercándose a mi solo hace que me abrace más y más.
Limpio mis lágrimas inútilmente, siento como pasa sus brazos para darme un abrazo, lo alejo de golpe levantándome sacando las últimas fuerzas que me quedan, corro por los pasillos llegando a la entrada.

No permitiré ser débil frente a él, todos menos el, el maldito que siempre me molesta y hiere con sus palabras altaneras, sus groserías no son importantes no es como si no hubiera escuchado peores antes.

Me detengo en unas escaleras iluminadas por unas cuantas farolas, mis lágrimas no se detienen, solo me alegro no haya nadie más aquí, camino por las calles semivacías logrando por fin detener mis lágrimas, camino y camino por un tiempo, si me pierdo no importa puedo tomar un taxi y listo, llegó a un parque, entró y me siento en una banca.

La frialdad de la noche es casi impecable ahora, el viento sopla dulcemente, las estrellas resplandecen bellamente, ¿Me estarán mirando? ¿Qué pensaran de mi? Sin duda alguna que soy débil y un fracaso.

No hay nadie aquí, sacó mi teléfono comprobando son las 4:29 am siento aquel agotamiento llegar, miro a mis lados sin poder encontrar alguna máquina expendedora, camino un poco más encontrando un puesto de Ramen o creo así lo llamaron algunos chicos de mi clase de física.

Que idiota no saque mi mochila con mis tareas, me van a regañar los maestros en unas horas y ni de broma la terminaré además no se donde estoy.

Entró al local pidiendo un Ramen, ni siquiera recuerdo haber comido o desayunado, el cálido caldo pasa por mi garganta, dándome la sensación de tranquilidad.

-¿Qué hace un chico como tu a estas horas fuera? ¿Escapaste de casa?-

Me pregunta el joven que me atendió hace unos momentos.

-Vengo saliendo de la Universidad….. No escape-

Una sonrisa se forma en sus labios mientras comienza una conversación conmigo, sonreí sin poderlo evitar era la primera conversación amena que e tenido en meses