La vida es un sueño, y él no podría estar más de acuerdo.
Freddy creía haber vencido sus miedos para salvar a su banda de la eliminación. Pero lo que sería una descompensación, fue su reingreso a la realidad, su única realidad.
Una donde a quienes l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ante el desorden que provocaron Fox y Springtrap, Meg se desconcentró del acto que iba a realizar. Para ella no se trataba de un beso con Deuz, solo era un juego que le aseguraría unos puntos extras a su equipo. La interrupción por parte de ellos la enfureció, manifestándolo con gruñidos.
—¡Oigan! ¿¡Qué les pasa!? —preguntó una amargada capitana de los Toys entre dientes —. ¿Pero quienes se creen para decidir esto?
—Bueno... yo... —titubeó Springtrap—. Creí que...
—Meg, tú no puedes jugar a eso porque... —respondió Fox mientras pensaba en una excusa— porque como tu hermano no apruebo que te terminen emparejando con este tipo.
—Eso mismo, brother. Meg no debe... —continúo Springtrap nervioso, tratando de aludir que las palabras de Fox siempre fueron las suyas también.
—Este tipo tiene nombre que lo sepas —afirmó Deuz en medio de la discusión—, y ella ya está bastante grande como para decidir lo que está bien para sí misma o no.
—¡Uyy! ¡Ya basta ustedes tres! —refunfuñó Meg antes de suspirar y terminar más calmada—. Solo... terminemos con esto, Deuz. ¡Y ya quiero estarme esta m...!
Sonó un pito para tapar su grosería.
—¿Podrían volver a untarme los labios? Es que tras esta amarga pelea necesitaba comer algo dulce, no tan dulce como los labios de esta hermosa jovencita que tengo en frente —pidió Deuz acercándose más Meg.
El público del set empezó a hacer soniditos de ¡Uhh! que se estremecieron en todo el set de televisión.
Freddy miraba atentamente la pantalla más confundido que disfrutando el show. Su madre le pareció más interesante estudiar las expresiones de su hijo, tal vez podría preguntar algo que pudiera disipar mejor su memoria.
—Sí, por supuesto, ya voy —mencionó Towntrap y volvió a untar los labios de Deuz de mermelada de uva otra vez—. Meg ¿está todo bien? ¿No te sientes mareada ni nada por los retrovisores? ¿Puedes jugar?
—Ah... sí, estoy bien, empecemos de una vez.
—Lo siento chicos, pero me cuentan por interno que por su interrupción se le restará cinco puntos individuales a cada uno. —lamentó Towntrap.
—¿What? —se sorprendió Fox—. Pero si solo...
—Menos mal que no fue al equipo, no te perdonaría si por tu culpa perdiéramos un punto, Spring. —manifestó Meg entre susurros por tener tan cerca a Deuz.
—Meg... —contestó Springtrap desilusionado.
—¡Cómo si no quisieran hacer escándalo por favor! Más hipócritas no podrían ser —se hartó la madre de Freddy agitando los brazos. No podía creer lo que oía.
