Deconstrucción de la realidad

33 1 0
                                    

En muchos momentos de la vida, no importa cuantas veces luches, ni cuantas veces te levantes del suelo, a veces simplemente la vida te mantendrá de rodillas en el pavimento sin importar la valentía, fuerza o voluntad que tengas, te hundirás en el mar de los pensamientos, en la penumbra de la soledad, porque nadie puede levantarte de la desgracia, más que tu mismo, dicen que si te esfuerzas y luchas por lo que quieres, por tus sueños, por tus objetivos de vida, puedes llegar a conseguir lo que te propongas. Pero siendo realistas, muy pocas veces la mayoría de las personas consiguen sus metas, ya que la vida simplemente es injusta, y tenemos que aceptar esa condición de vida, una en la que podrás tener la libertad de hacer y pensar lo que quieras en la mayoría de las veces, pero con la certeza de que cada paso que des, cada palabra que digas, cada gesto que hagas, cada sentimiento que sientas y cada respiración puede ser la última.

Esos son los términos y condiciones de los seres humanos. somos criaturas vulnerables, sentimentales, egocéntricas, vengativas, generosas, egoístas, confiadas y orgullosas, pero, sin embargo, estamos dispuestos a aguantar y tolerar cualquier sufrimiento por quien realmente amamos.

Somos seres muy racionales, aunque no obstante, en momentos de desesperación solo actuamos por el odio, o por la ira, sin importar las consecuencias, nos dejamos cegar por los deseos frenéticos de cobrar con sangre lo que creemos que nos pertenece...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Somos seres muy racionales, aunque no obstante, en momentos de desesperación solo actuamos por el odio, o por la ira, sin importar las consecuencias, nos dejamos cegar por los deseos frenéticos de cobrar con sangre lo que creemos que nos pertenece, porque a veces no queremos aceptar la cruda y deprimente realidad, cuando la suerte nos abandona pensamos que nada vale la pena, que nuestro esfuerzo, sudor y lagrimas fueron en vano, y que el resto de nuestra vida sera igual de horrible. Muchos de nosotros cometemos el terrible error de pensar que por hacer buenas acciones, no nos ocurrirán desgracias, y nos llegamos al punto de deprimirnos, preguntándonos que hicimos mal o,que hicimos para que nos ocurriera esto, cuando eso no tiene nada que ver, no importa que tan bueno seas, de igual forma la vida te destrozara si se lo permites, no podemos controlar el destino de los acontecimientos, pero si podemos entenderlo por nuestro propio criterio. Al fin y al cabo, no importa cuanto hagamos, no somos de ningún lado, no pertenecemos a nada ni nadie, al final todos vamos a perecer tarde o temprano, no sabemos si existe esperanza después de esta vida, creo que no hay nada peor que tener una vida y valga la redundancia, no haberla vivido a tu gusto, posponer lo que te llena de felicidad por hacer cosas que piensas que son buenas.

En el transcurso de nuestras vidas nos damos cuenta que los mejores momentos son muy cortos o al contrario sin importar lo largo que puedan ser a simple vista, de alguna forma la percepción de tiempo para nosotros se reduce de gran manera, haciendo que una década de felicidad sea tan rápido como el aleteo de un colibrí, al igual que un día de sufrimiento sea tan extenso como un día en mercurio, para eso no existe explicación, el tiempo puede ser muy relativo, no podemos estirarlo ni detenerlo, no conscientes claro esta, ya que a todos nos ha pasado que al estar con esa persona especial, ya sea una o dos horas, o hasta incluso un día entero nunca sera suficiente para nuestra sed de bienestar, de la calma que nos causa esa persona en nuestros sentidos cuando esta cerca, de como sentimos que el tiempo se detiene cuando probamos sus labios, y cuando sentimos que todo fue hace un minuto, después de estar varias horas juntos, es igual, nunca sera suficiente afecto, nunca sera la suficiente atención dada por ambas partes de un mismo sentimiento, por esta misma razón es mejor disfrutar cada momento como si fuese el ultimo día de tu vida, porque técnicamente hablando, puede serlo , cualquier día puede ser el ultimo, y aunque suene cruel, no es un día mas, sino un día menos.

Lo indescriptible es efimeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora