10:00 pm

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Nos encontrábamos en un local de fiestas demasiado grande; nos estacionamos y nos dirigimos hacia la entrada del local, Sarah se encontraba muy emocionada al igual que Elena, en el pequeño plazo que pase con ella me agrado demasiado.

Entramos, parecía un centro comercial,estaba lleno de gente, todos con sus vestuarios muy llamativos y elegantes, había muchas mesas así como meseros.

-¿Emma?-dijo Sarah subiendo la voz.

-ahh, qué pasa?!-dije reaccionando.

-¿en que piensas?-pregunto haciendo una mirada picara-

-Mirando hacia la nada.- pues que más le digo, era la verdad.

-ahhh, no es nada-dije mintiendo para que no me siga preguntando.

-oigan-dijo Elena llamando la atención de nosotras.-tenemos que ir a saludar a Samantha y a su mamá.

-si, vamos-dijo tashia, perdón, la rubia oxigenada que no se a retocado.

Buscábamos en el local a Samantha, !pero era gigante!, aparte había muchas personas,de la nada vimos un grupo de chicas que parecían rodear a una persona, fuimos a ver qué pasaba pero no eran nada más que un par de chicos.

-No me lo puedo creer...-dijo Sarah en voz baja.

-¿Que?- pregunte desinteresada buscando de lo que estaban sorprendidas.

-están los hermosos hermanos y primos de Samantha-dijo picara Tashia-están bien guapos, si me acostaría con ellos.

-zorra-dije yo entre dientes para que no me escuchase.

-vamos a hablarles-dijo Elena acomodándose lo pechos haciendo que se le notaran más ( por qué la pobre no tenía) y algo picara refiriéndose a los chicos de allá.

-háganlo ustedes-las mande a la chingada, no me interesa en absoluto los chicos inútiles, que solo sirven para saber "compararse" los pitos.

Se dirigieron con los chicos, se tardaban mucho así que decidí ir por un vaso de vino,le pedí la orden a un mesero pero él me dijo:

-¿Emma?!-preguntó viéndome fijamente para asegurarse que fuese yo.

-¡¿David?!-exclame, este pendejo aparte de la mafia hasta de mesero-¿que coño haces aquí viejo?.

-trabajo-rio-vine con un amigo, ya que nosotros estamos ahorrando para ir a la playa en vacaciones a un hotel y pasarla bien.

-mmmm suena interesante.-dije fría -¿eres mesero verdad?

-¿quieres vino verdad?-pregunto alegre por haber acertado, supongo que mis gustos ,normas  y mi formas de pensar son muy estrictas.

-si,tráeme uno de los mejores que tengas, ya sabes cómo es mi gusto- le guiñe él ojo coquetamente.

-jajaja, te conozco te traeré el mejor-dijo David para después irse a la cocina.

-listo-dijo David regresando después de unos 2 minutos.

-ok, adiós -me retire después de agarrar la copa para dirigirme con las amigas de Sarah.

Mientras me encontraba caminando me entró una llamada.
(En el teléfono)
-bueno?.-dijo una voz la cual yo ya conocía perfectamente causando un gran enojo en mi.

-¿qué quieres?-dije yo de mala gana esperando su respuesta.

-hija mía.-dijo la mujer de la menea más fingida e hipócrita que existe, sabía que me molestaba que me llamase así, justo como lo hacía mi madre.

Mil problemas, una chica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora