Summer Camp.

Capítulo 2.

Jimin metió su última maleta en el auto de su padre. No sabía si necesitaría toda la ropa que había empacado, pero después de todo pasaría todo el verano en ese campamento.

— Jimin, ¿no crees que exageras llevando 4 maletas? — preguntó su padre.

— Son muchas semanas, no se que vaya a necesitar — contestó con obviedad en la voz.

— Lo entiendo, pero ¿para que llevas patines para esquiar? ¡No hay nieve!

— Tenía esperanzas que si — dijo con un pequeño puchero en los labios.

Era medio día y aún pasarían a buscar a Taehyung, además que el campamento quedaba como a 5 horas de donde vivían. Más les valía ponerse en marcha.

— Jimin, espero disfrutes este verano, te vamos a extrañar mucho — se le notaba lo triste que estaba la señora Park, pero no dejó que una sola lagrima surcara sus mejillas.

Le dio un gran abrazo a su madre y se subió al auto. Por un momento se quiso bajar del auto; sentía un gran vacío en el estómago y no sabía porque. Nunca había sido supersticioso pero sentía que algo malo pasaría.

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2 horas después estaban en camino al campamento. Jimin y Taehyung iban en la parte de atrás, mientras el señor Park conducía.

— Dime de nuevo ¿para qué es este campamento? — preguntó Tae mientras mordía una manzana.

— Es precisamente para jóvenes que van a iniciar la universidad — contestó Jimin — es más que nada para divertirte una última vez antes de morir en la universidad.

— Jimin, la universidad no es tan dura como crees — comentó su padre — . Yo pasé los mejores años de mi vida ahí.

— Es porque sabías lo que querías estudiar, yo no sé si estoy seguro — su padre era Doctor y desde pequeño había querido ser como él, pero ahora que estaba a punto de convertirse en uno realmente, no estaba seguro de querer hacerlo.

Después de eso el auto quedó en silencio.

Tae aún no estaba muy contento con el dichoso campamento, pero por lo menos tendría a Jimin para hacerle compañía.

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— Muy bien chicos, hasta aquí llego yo — dijo el señor Park.

— Gracias por traernos hasta aquí papá — Jimin abrazó a su padre sin creer realmente que serían por lo menos 2 meses sin verlo. Aunque en cualquier momento podría retractarse de estar en el campamento y regresar a casa.

— Gracias señor — Tae le dio un apretón de manos como despedida.

Sin más se subió al auto y dejó a ambos jóvenes en la entrada del campamento con sus numerosas maletas. Si entraba con Jimin no iba a tener voluntad de irse sin su hijo, así que prefirió dejarlo ahí.

Con un gran nudo en el estómago vio a su hijo y a su mejor amigo por el espejo retrovisor hasta que desaparecieron de su vista.

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Ambos caminaron unos cuantos metros en la zona con pasto con sus maletas, hasta que visualizaron las cabañas que habían en el lugar.

— Ojalá tu padre nos hubiera dejado hasta aquí — dijo Tae algo molesto — . ¡Yo terminé arrastrando tus maletas Jimin!

— Son las menos pesadas, no te quejes — sonrió el rubio con un tono burlón.

Llegaron hasta una de las cabañas, pero parecía no haber nadie y todo estaba demasiado silencioso.

— ¿Seremos los primeros en llegar? — preguntó Jimin, acercándose a una de las ventanas para ver dentro de la cabaña.

— Jimin, son casi las 7pm, dudo que nadie haya llegado aún.

Ambos suspiraron cansados por haber pasado tantas horas en el auto, ademas que Jimin necesitaba un baño con urgencia.

Entonces escucharon un ruido proveniente del bosque, sobresaltando a los dos. Parecían los pasos de alguien, pero se dejaron de escuchar.

— ¿Qué están haciendo? — la voz de un hombre detrás de ellos hizo que ambos gritaran asustados.

Al voltear la vista se encontraron con un hombre mayor que ellos, quizás en sus 30. De hecho era bastante atractivo, pudo notar Jimin, no sin antes sonrojarse ante ese pensamiento.

— Lo siento si los asusté, soy Choi Siwon. Yo dirijo este campamento.

Ambos saludaron de manera amable al mayor.

— Yo soy Park Jimin y él es Kim Taehyung — sonrió ampliamente el rubio, haciendo que el mayor le devolviera la sonrisa.

— oh si, tengo a ambos registrados — mencionó Siwon — . Ya varios campistas llegaron y esperamos que lleguen más el día de mañana. Por favor síganme y les indicaré su cabaña.

Con molestia Tae volvió a cargar las maletas de su amigo y siguieron a Siwon. En serio que Jimin no sabía lo que era empacar ligero.

Llegaron hasta una cabaña que tenía el número 7 en la parte de en frente. Pintado con un color azul.

— Hay 20 cabañas, 10 para mujeres y 10 para los hombres. Los voy acomodando por cómo van llegando y justo con ustedes se llena está cabaña.

— Wow, entonces es un campamento grande — dijo Tae con admiración en la voz.

— Supongo — dijo apenado el mayor — , aunque no muchas personas vienen. Excepto este año que estamos casi a tope. Bueno, acomódense y vengan a cenar a la cafetería. Los demás campistas y supervisores se encuentran ahí.

Siwon les sonrió por última vez y se fue. No esperaron mucho y entraron rápidamente en la cabaña. Tae harto de cargar con las maletas de su amigo.

— Por favor que haya un baño aquí — Pidió Jimin, pero tristemente no había — . Mierda, me voy a orinar encima.

Tae no pudo contener la risa, ganándose una mirada molesta por parte del rubio.

— En lugar de reírte apresúrate a dejar todo y acompáñame a buscar un baño.

— Jimin, si quizás no hubieras estado ocupado babeando por ese hombre te hubieras dado cuenta que cuando nos señaló la cafetería se veía un baño al lado...

– Yo no estaba... da igual, te veo en la cafetería.

El rubio salió corriendo de la cabaña hacia los baños. Era tanta su prisa que no se dio cuenta que un muchacho iba saliendo del baño cuando el intentaba entrar, haciendo que ambos chocaran y derrumbando al desconocido al piso.

— Oh, lo lamento mucho yo...

— ¡fíjate por donde vas oxigenado! — gritó el otro con suma molestia en la voz.

Jimin había sido llamado de muchas formas por alguien pero jamas de esa forma y casi quiso volver a tirar a aquel tipo al piso cuando este se levantó.

— Dije que lo lamento, fue un accidente — dijo lo más tranquilo posible.

— O puede que te hagan falta lentes — río el desconocido.

— Eres... — suspiró antes de decir algo grosería y solo sonrió — Quizás si y si me disculpas pasaré al baño.

Espero que el otro no lo dejara pasar, pero si lo hizo.

— Cuídate rubiecito, más vale que no te pongas en mi camino...

— Me llamó Jimin, pequeñín — respondió Jimin con diversión en la voz.

Vio que su apodo obtuvo la reacción que buscaba de ese tipo tan grosero. Se había puesto rojo del enojo. No espero a que le respondiera más y entró al baño.

— Min Yoongi — escuchó un grito desde afuera — , ese es mi nombre gnomito. Más vale que te lo aprendas muy bien porque no te permitiré que me llames de otra forma.

Escucho los pasos alejarse y se quedó completamente en silencio.

Si que Min Yoongi era un dolor de culo.