Pain

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Punto de vista de Brad

Eve. Su nombre resonaba en mi cabeza como una canción pegadiza. Creía haber oído antes ese nombre pero no lograba recordar dónde. Nos despedimos y la vi subir a su casa canturreando la canción que yo estaba cantando antes, parecía una niña pequeña, feliz y sin preocupaciones. Su carácter alegre y a veces algo difícil me hacían recordar a Chloe y eso me dolía.  Cada vez que iba a tocarla veía en sus ojos los de Chloe y recordaba como me llamaba tan dulcemente. Me subí a la moto y arranqué. Echaba de menos el calor que emanaba Eve al agarrarme estrechamente contra su pecho. Conduje solitario y sin prisas hacia uno de mis sitios favoritos. Era una construcción de una montaña, con un camino que la bordeaba entera y al final de la montaña había una plazoleta desde la que se podía ver toda la ciudad. Dejé la moto en el gran parque donde se encontraba la montaña y fui subiendo poco a poco el camino. Al llegar arriba me sentí cansado pero a la vez alegre de volver aquí. No había venido por aquí desde la muerte de Chloe. Fue cerca de este parque dónde la conocí. Su risa y su larga cabellera morena aún seguían en este parque. Había venido aquí para dejar de pensar en eso y aquí me encontraba de nuevo pensando en ella. Me senté en uno de los bordes de la plazoleta y dejé mis piernas suspendidas en el aire mientras miraba al horizonte. Saqué un cigarro de mi chaqueta y empecé a fumar, sabía que era una mala manía pero me tranquilizaba mucho. Empecé a cantar en un susurro "The reason" de Hoobastank. Me encantaba cantar pero no solía dejar a nadie que me viera hacerlo. Cuando era un niño de 11 años tenía un grupo, nos llamábamos "The Vamps", recuerdo como nos reuníamos en mi casa y cantábamos con lo que teníamos. Recuerdo cuando nos presentábamos a los conciertos locales y casi siempre ganábamos. Estábamos muy unidos, solíamos ser como hermanos. Era un sueño de niños,  queríamos llegar a ser alguien, tener dinero y mucha fama. No se nos daba nada mal y todas nuestras canciones las escribíamos nosotros. Las caladas al cigarro se hacían más largas y formaba grandes bocanadas de humo. James McVey, Tristan Evans y Connor Ball. Ellos estuvieron conmigo cuando nadie más lo estuvo. Vagos recuerdos cruzan mi mente de cuando mis padres estaban ahí conmigo. Solíamos veranear en un pueblo de la costa, por aquella edad yo tendría 5 o 6 años.  Tengo muy buenos recuerdos de esa edad, me lo pasaba muy bien jugando en la playa. Pero de la noche a la mañana, todo cambió. Mi padre empezó a trabajar en una gran empresa automovilística y mi madre trabajaba día y noche como doctora. Me dejaron a un lado y se dedicaron a sus trabajos. Ahí fue cuando mi carácter cambió por primera vez, me sentí solo y aislado, no tenía el cariño que debía recibir. Al poco tiempo los conocí a ellos y tuve otro concepto de la vida. El sol había caído y empezaba a refrescar. Era la hora de marcharse, no quería volver a casa pero no tenía ningún plan para esta noche. De repente escucho mi móvil sonando. Lo cojo y alguien contesta

-Tío, ¿pero donde te metes?-dice esa voz alegre y entrañable que tanto conozco

-¿James?-digo sorprendido

-Sí, ¿quién va a ser tu abuela?-dice riendose

-¡Joder! Cuanto tiempo sin escucharte decir tonterías, pero donde te metes tu perdido jajajaja-le digo

-Pues mira, he estado estudiando mucho para mis exámenes trimestrales, siento no haberte llamado tío -

-Yo también digo lo mismo siento no haberte llamado-

-Bueno,¿ puedes ya decirme donde estás?- me dice desesperado

-Estoy en el parque de la montaña-

-Lo sabía, pues llevo más de diez minutos llamando al puto timbre de tu casa, y al ver que nadie responde he empezado a maldecir y tu vecina me ha mirado como si estuviera loco. Así que ven ya o va a llamar a la policía la loca esta-me dice riendo

Wild and free~ Bradley SimpsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora