Satsujin: Inu kara hebi e

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— ¡gah! ¡No te saldrás con la tuya maldito, el jefe te encontrará ten eso por seguro bastardo! — escupió al piso mientras presionaba la herida que tenía en el abdomen
— entonces cuando lo vea lo saludaré de tu parte eh.. ¿Cuál era tu nombre? — dijo con indiferencia volteando su rostro
— recuerda bien esto bastardo, el nombre del segundo hijo del jefe de la más grande mafia rusa — cubrió su boca en un intento fallido tratando de mantener aquel líquido rojizo en su cuerpo — mi nombre... Es Baran — al finalizar la oración su brazo no soporto el peso de su cuerpo haciendo que cayera al piso.
Una sonrisa burlona se dibujó en el rostro de aquel asesino que se mantenía firme frente al agonizante Baran.
— Fuerza viril... ¿Ese es el significado de tu nombre? — con un tono burlón tomó su arma y se acercó al chico que se mantenía luchando por su vida en el piso — más que recordar un simple nombre, recordaré el maldito rostro de Baran, y sus ojos que me ruegan por dejarlo vivir.
— ¡Maldito, Algún día te atraparán! Ahora estás marcado por los Yerik, tu cabeza tiene precio, y cuando te encuentren tu sangre será la única que se derramará bastardo — cada palabra que salía de su boca era acompañada de sangre
—¿Me encontrarán? Ojalá sean los afortunados en hacerlo — se levantó de su lugar y quito el seguro del arma estremeciendo al contrario — es muy solitaria mi vida~ — canturreo.
— ¡N-no te saldrás con la tuya! ¡Te veré en el infierno izanagi! — grito con todas sus fuerzas aquel chico a punto de morir por la hemorragia
— ¿Acaso no has escuchado? — izanagi tomó la cabeza de Baran y posicionó el arma en la sien del chico agachando la cabeza— yo provengo de ahí. — levanto la cabeza dejando ver sus ojos  de diferente color, rojo y azul dándole una apariencia bastante macabra, además que la luz no ayudaba mucho en ese momento.
El ruido del arma al ser disparada se escuchó por todo el callejón junto con el aleteo de unas cuantas aves; un suspiro de izanagi fue suficiente para calmar sus emociones, por más que matara... Simplemente no podía evitar el sentir asco al ver los cuerpos inmóviles dejando ver ese fluido vital que se esparcía por todo el piso, ensuciando un poco sus zapatos. De su bolsillo saco una pequeña etiqueta con una bandera extraña pegando la en las ropas del cuerpo inmóvil de Baran.
Saco de su bolsillo un celular, hizo marcación rápida y esperó.
— Trus ¿Me escuchas? La bandera fue puesta — esperó unos segundos para la respuesta de su compañero
— buen trabajo Zawa retirate muy pronto llegará la limpieza
— vaya, eso sí que fue rápido, dime Trus ¿Cómo está mi familia?
— Oh, ahora que lo mencionas estaba a punto de dar otro vistazo
— jaja está bien dime cómo están
— claro solo espera un seg- ¡Mierda!  — hey Trus ese lenguaje, recuerda que aún hablas con un niño jaja — el chico estaba limpiando la sangre que había salpicado a su arma — ¿Trus estás ahí? — habían pasado dos minutos y no había respuesta de su compañero, lo cual comenzó a preocupar al chico — Trus no me gustan las bromas... — esperó unos segundos más pero aún sin respuesta alguna.
— ¡No no no! — al escuchar la voz de su compañero izanagi suspiro aliviado
— ¿Que pasa Trus, volviste a derramar tu café? Jajaja — comenzó a reír un poco fuerte esperando las demás maldiciones y regaños del contrario.
— miko... Tenemos problemas — la voz de su compañero se notaba apagada
— o-oye tu voz es muy seria ¿Que pasa? — izanagi guardo su arma y salió corriendo en dirección a su casa — Dios... Dime qué no, Trus
— lo siento Miko... Tu familia está en problemas.

—¡Mierda, no puedo creerlo Trus!
Grito izanagi a través del celular
— lo siento Miko fue todo muy rápido, solo me descuide por un momento y... Ahí estaban, de verdad lo siento mucho Miko — decía su amigo con un claro tono de preocupación en su hablar
— ¡Suficiente! Solo asegúrate de que nada grave pase, voy en camino — llegó a una amplia calle que se encontraba vacía, se dirigió a una motocicleta, saco unas llaves de su bolsillo y subió colocándose el casco y guantes de cuero — si la situación se sale de control... dispara
— ... Entendido
Miko guardo el celular en su abrigo se puso su casco y encendió la motocicleta
— voy para allá — arrancó la motocicleta causando un ruido estrepitoso para todo aquel que estuviera cerca

Miko a toda velocidad consiguió llegar a su hogar, dentro se escuchaban cosas romperse, llanto y gritos, desde ese momento se dió cuenta que no iba a salir ileso de ese confrontamiento  que estaba por venir.

— trus dame visión — dijo por el minúsculo micrófono que tenía en su oreja derecha
— entendido — le respondió su compañero — ok... En total son 8. Dos en la planta baja y tres en la parte de arriba dos cuidan a tu madre y hermana, otro a tu padre y el resto solo se pasea por la casa
— copiado — dijo fríamente helando la piel de su amigo.
Miko Salto ágilmente el cercado del jardín entrando en completo silencio, escaló hasta su habitación  por la enredadera que estaba cerca de su ventana, entrando en esta. Se acercó sigilosamente a la puerta entre abriéndola un poco vigilando que nadie estuviera en los pasillos, una vez convencido de que estaba a Salvo saco de su armario un gran maletín, dentro se encontraban múltiples armas y dagas pequeñas.
— hora de divertirse

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Sinceramente no creo seguir con esta historia, hasta que acabe la de "mi demonio y yo" si es que me convenzo de seguir pues... Ya me verán actualizando jajajaja

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2018 ⏰

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[殺人:犬から蛇へ] : Asesinato: De perro a serpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora