Pensando e imaginando...

Una punzada en mi pecho

¿Alguna vez has sentido que nada cambia con respecto al tiempo? ¿Cómo si los días que pasan son iguales a los anteriores? ¿Como si el tiempo se estancara alrededor tuyo? Así me sentía. Nada cambiaba en mi vida. & si había algo diferente, era peor. Cada noche antes de dormir, sentía presión en mi pecho. A veces no podía dormir pensando en lo que había hecho mal para no progresar. Pensaba en tantas cosas e incluso imaginaba sucesos asombrosos que podrían cambiar mi vida, o recordaba mi pasado & cómo hubiera sido si me habrían pasado cosas diferentes.

Admito que llegué a detestarme, a sentir rencor hacia mi. Todo lo que hacía era en vano. Seguía igual que ayer. Me sentía atrapada, desorientada, sola, triste, impotente & inútil. Pensé en ya no querer despertar una vez que dormía. Me dejé llevar por la frustración & la inercia de la vida. Ya no tenía un propósito o al menos, un objetivo que cumplir. Estaba vacía. Me convertí en una carga para mi familia. Era como un parásito estomacal.

Una noche, mientras divagaba en mi universo, encontré un recuerdo. No era un recuerdo común, éste era muy diferente, & por lo tanto lo consideré especial. Cuando era niña, sufrí algunos accidentes que dejaron cicatrices que hasta el momento, siguen siendo visibles. Pero recuerdo una ocasión en la que sin dar cuenta, corté mi piel con el filo una lámina vieja mientras andaba en bicicleta. No había percibido ni siquiera un ligero ardor & seguí jugando hasta que, mi padre preguntó si era sangre lo que escurría de mi pierna. Entonces alcé mi pantalón para ver. Tenía una herida pequeña & algo profunda, que empezó a arder cuando la vi.

Lave el área dónde tenía dicha herida & luego mi mamá me ayudó a desinfectarla con alcohol & luego la cubrió con una gasa. En ese momento, mi mamá me hizo sentir que todo estaría bien. No lloré como otros niños. Sólo observé mi pierna & la sangre que había escurrido. Luego, volví a mi bicicleta & entonces me encontraba buscando eso que había cortado mi piel. No vi nada hasta que sentí un rasguño justo por encima de la gasa que cubría la herida. Miré una lámina vieja. Su filo tenía tantita sangre, probablemente mía. Miré a mi hermana & a mi primo delante de mí montados en sus respectivas bicicletas, mirándome. Bajé de mi bici, miré mi pierna con la gasa & luego miré la lámina.

Quería seguir paseando en mi bici, despreocupada & sin hacer nada al respecto, pero volví a mirar mi pierna & luego a mi hermana & a mi primo. Ellos no tenían ninguna herida. Entonces pensé que si tuvieran una, estarían llorando & ya no querrían seguir jugando conmigo, por lo que reaccioné moviendo la lámina a manera de que el filo quedara oculto & no lastimara a nadie más. Creo que si hubiera estado yo sola, no habría hecho nada, tal vez sólo tendría cuidado de no cortarme nuevamente.

Cuando recordé aquella situación, una lágrima brotó de mi ojo. En ese momento me sentía conmovida por mi yo del pasado. Hacía lo posible para que nadie en mi alrededor sufriera. Pero entonces volví al presente.

Comencé a llorar. Una horda de recuerdos & malos ratos me invadió. Me sentía mal. Quería gritar. Tenía miedo de siempre vivir así. Mientras lloraba en silencio, me quedé dormida. Mientras estaba dormida, empecé a soñar. Aún recuerdo lo que estaba soñando. Era tan realista. Tan lúcido. Recuerdo verme acostada en el piso de la calle, mientras alguien sostenía mi cabeza. Era de noche & el ambiente era frío. Sentía un ardor inmenso en mi pecho, al grado tal que parecía que quemaba. Yo permanecía estática & mientras miraba al cielo. Me sentía muy cansada & débil. Mis manos, mi rostro & mis pies empezaban a congelarse. Luego empezaba a sentir humedad en mi pecho. Caliente en el centro & frío alrededor. Empezaba a tener dificultad para respirar. Mi garganta empezaba a congestionarse. Intentaba toser para poder respirar, pero era inútil. Mis párpados eran cada vez más pesados. Tenía miedo de cerrar los ojos, pero fui incapaz de mantenerlos abiertos. Pensé en todo lo que quería hacer. Pensé en mi familia. Mis amigos. Todas las cosas que no hice. Creí que ya no tendría otra oportunidad. De pronto sentí gotas en mi rostro, parecía que estaba lloviendo. Luego pequeñas caricias en mi mejilla. Podía escuchar a alguien llorando. No decía nada. Sólo lloraba. Después, ya no podía oír nada. Había un silencio ensordecedor & luego un zumbido. No podía ver nada, & luego sentí que caía en un vacío. Entonces, desperté. Estaba confundida. Asustada. Toqué mi pecho. Sentí una ligera punzada que provenía de mi corazón. Seguía viva. Tenía una oportunidad más.

He tenido el mismo sueño varias veces, pero nunca como la primera vez. Me asusta que se haga realidad. Temo que sea tan sorpresivo que no pueda estar preparada para enfrentar lo que venga. Tal vez sea mi subconsciente tratando de decirme algo, o sólo sea un simple sueño producto de mi alocada imaginación, pero de cualquier forma, es un sueño que agradezco haber experimentado, porque de no haberlo tenido, creo que seguiría igual o tal vez, peor.

Lo único de lo que estoy consiente es, que no quisiera vivir según la inercia del tiempo en mi vida, no quiero permanecer estática & dejar que mi progreso/vida se estanque. Se que nunca es tarde para hacer lo que se quiere, aunque a veces es necesario esperar un poco.

Una vez alguien me dijo que las cosas nunca pasarán dos veces de la misma manera, mucho menos la vida será según tus propias órdenes o deseos. Puedes aprender a vivir con lo que se tienes ahora, o a vivir perdiendo el tiempo anhelando algo que no te corresponde. De cualquier forma, ahora sólo quiero vivir & ser feliz, porque aún tengo un propósito latiendo dentro de mi pecho, que por alguna razón, sé que no es sólo la inercia de la vida.