Emile
Llevamos unos minutos afuera de una estética porque según, Evi, necesita una manicurista urgentemente. Todo iba bien, hasta que mencionó lo del "out fit" de mañana para la boda.
-No será una boda de verdad Everly. Llevaré algo lindo pero para nada tradicional. -Refuto.
Mi hermana coloca un mechón de su cabello en su oreja, y la veo refunfuñar antes de decir. -Lo sé. No me refiero a algo tradicional. Eres muy bonita Emi, pienso en un bonito vestido, en tonos pastel, y tacones rosados. Tu cabello recogido o suelto con suaves ondas.
-Tonos pastel, esos tonos son mis favoritos ¿sabes?
-Entonces tenemos más en común de lo que creemos. -Celebra-.
-Antes solía usarlos la mayor parte del tiempo. No importaba a donde fuera, siempre me gustaba irradiar alegría, me gustaba estar impecable. Después con todo lo que sucedió, ahora parezco un vagabundo. Ni siquiera desenredo mi cabello, está hecho nudos.
-Claro que no, -suelta una risilla- bueno, tienes razón... tu cabello esta hecho un desastre, es demasiado largo y recto. Un corte de cabello no te vendría nada mal. De ahí en fuera, eres perfecta Emi, no necesitas nada más para verte bonita. -Afirma con certeza-.
-Mentira. Lo dices porque soy tu hermana -Contradigo-.
-Lo digo porque es verdad. -Repone-.
-Vale, ya vi que no puedo ganarte. Vamos, entremos que se hace tarde.
Por fin nos decidimos a entrar. El lugar esta concurrido y ruego al cielo porque no me encuentre algún conocido aquí. El chisme de mi boda corrió como pólvora, sorprendiendo a propios y extraños. Estoy segura de que Josh Marlow se encargó de informar muy bien a mis conocidos. La verdad lo que menos necesito en estos momentos es tener que escuchar preguntas absurdas y ociosas.
Pasamos a la recepción, la chica frente a nosotras nos regala una amable sonrisa.
-Buenas tardes. ¿En qué les podemos servir? -Pregunta-.
Mi hermana le contesta el saludo para después decirle que quiere pasar con la manicurista. La chica me voltea a ver, esperando a que yo también le diga lo que necesito, pero antes de que pueda decirle que no necesito nada Eve se adelanta -Solo seré yo, no logre convencerla de hacerse un cambio. -Dice en un puchero-.
La recepcionista sonríe una vez más para luego anunciar -Hay un lugar disponible, una de las chicas te acompañará hasta allá-.
Everly me dirige la mirada -No te preocupes, aquí te espero. Por mientras leeré una de esas revistas allí sentada -Señalo hacia donde están unos largos sillones de cuero color negro, a los costados hay unas cestas repletas de revistas al igual que en la pequeña mesita central.
-Bueno. No te vayas a ir sin mí, ¿lo prometes?
-Anda, ve, no me moveré de aquí.
Veo a mi hermanita alejarse junto con la chica que mencionó la recepcionista. Tomo asiento en un espacio vacío del sillón y agarro una de las revistas de la cesta. Comienzo a hojearla sin prestarle la mayor atención.
De pronto la realidad me sorprende haciéndome caer en cuenta de que mañana me caso. Recuerdo a Kenneth nuestros planes y lo poco que duro la felicidad para mí. Es como una de esas veces en las que tienes un buen sueño y cuando estas apunto de llegar al momento más feliz... ¡saz! Despiertas, despiertas preguntándote que hubiera pasado, como hubiera sido. Pero como dicen... el hubiera no existe. Solo existe el presente, mi real presente es que mañana me caso, y no precisamente con quien soñé hacerlo. Me caso con Harry, mi apenas conocido hermanastro.
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Dulce Criatura
Roman d'amourVino de manera efímera, para quedarse por siempre en mi mente. Una luz Un ángel.. Una dulce criatura...