▫My Roommate▪ °[YoonMin]°

▫6▪

Jimin.

Los rayos del sol se colaban a través de la ventana, anoche había dormido como hace rato no lo hacía, unos delgados brazos me sostenían y me daban el calor necesario, ese calor que ahora no lo siento y lo anhelo tanto, ¿A dónde había ido tan temprano? La verdad es que me había decepcionado un poco al despertar y no verlo a mi lado.

Dejé a un lado mis pensamientos y me dispuse a salir de la cama, hice la misma rutina de siempre y me dirigí directo hacia mi primera hora de clase.

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Iba caminando por el pasillo lleno de estudiantes y lo vi, estaba vestido igual que todas las veces, totalmente de negro, a veces me preguntaba si siempre estaba listo para algún funeral; mi corazón se aceleró con tan sólo su presencia y mis mejillas tenían un leve sonrojo, ¿Por qué?.

-Hola hyu...- No pude terminar la frase porque ya me encontraba tirado en el suelo.

-Miren a quien tenemos aquí, a la mariquita de la escuela - Su tono era tosco y nada amigable - ¿Qué pasó, quieres llorar? - No me había dado de cuenta que tenía los ojos llorosos, soy muy sensible, ¿Se nota? - Adelante, las nenas siempre lloran.

- Lee Seokmin..

-Oh, veo que me recuerdas, levántate pedazo de mier...

- ¿A quién crees que llamas marica y pedazo de mierda? - Yoongi hyung lo había interrumpido - Hermano, estamos en el siglo XXI, búscate mejores insultos, ya no estamos en primaria - Me tendió la mano para ayudarme a levantar.

- Own, pero si tenemos a la pareja del año aquí, Jimin, veo que tú noviesito a venido a salvarte, no pues, ¡La princesita en apuros! - Gritó llamando la atención de más estudiantes y ganándose la risa burlona de sus compañeros, por otro lado, la expresión de Yoongi estaba totalmente imperturbable.

- Vamos bebé, levántate - Su sonrisa... Joder, ¿Me acabó de sonreír mi odioso compañero de cuarto?. Tomé su mano para levantarme del piso, me ayudó a sacudir mis jeans y me acarició el cabello como gesto tranquilizador.

- Jimin, veo que te ganaste el premio mayor, te felicito, no cualquiera puede tener a Min Yoongi en su cama, a diferencia de ti, que te dicen algo bonito y ya estás acostado en cama ajena gimiendo como perra en celo.

- Cállate.

- Min, la discusión no es contigo bro, no te metas.

- Pero él es mío y me importa así que cierra tu maldita boca antes de que te la cierre a golpes. 

- Wow, veo que te molesta que digan lo fácil que es tu noviesita, hermano, medio campus ya a recorrido ese cuerpo con su len... - Listo, esa fue la gota que colmó el vaso, Yoongi se había abalanzado sobre el cuerpo de Seokmin que había quedado totalmente inerte con el primer golpe que recibió.

-¡Te dije que cerraras tu maldita boca! - Yoongi no dejaba de propinarle puños en la cara a Lee y nadie hacía nada para pararlo, incluso yo, antes nadie me había defendia de los insultos de la gente y ahora, que alguien lo hizo, estoy totalmente en shock.

- Y-yoongi, para por favor - Era inútil, no tenía ni la más mínima intención de parar - ¡Hyung! - Grité y logré llamar su atención - Para por favor.

Dicho esto, Yoongi salió de su trance y miró sus manos, estaban llenas de sangre, tanto de él como de Seokmin y se levantó rápidamente dejando a un Lee totalmente inconsciente.

- Vamos - Dicho ésto, me agarró de la mano para salir corriendo a quien sabe dónde, cuando nos detuvimos, me di de cuenta que estábamos en la parte trasera del campus, nos sentamos al regazo de un enorme árbol. Ninguno de los dos hablábamos, estábamos tan metidos en nuestros propios pensamientos.

- Lo siento, no debí haber reaccionado violentamente contra él - Fue Yoongi quién cortó el agobiante silencio.

- No te preocupes, se lo merecía, es un idiota.

- ¿Me contarás por qué te trató así?

- Ahora no hyung, no quiero hablar sobre ese petardo.

Yoongi asintió con la cabeza y me dedicó una pequeña sonrisa.

Lindo.

Sus ojos viajaron de mi cara a mi torso y posteriormente llegaron a nuestras manos unidas, ¡¿What?! Mi cara se colocó de un color rojo carmesí y traté de zafarme de su agarre pero él fue más rápido y apretó más fuerte mi mano.

- No, quédate así, por favor - Le di un leve asentimiento. Acercó poco a poco mi mano a sus labios y les dió un corto beso, lo cual me pareció un gesto muy tierno viniendo de alguien como él... Alguien como él... Realmente, ¿Cómo es él? Ya no estoy seguro si es como todo el mundo lo tachaba.

Sólo sabía algo, definitivamente no es odio lo que siento por él.

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