Sin frenos

I

Agarré la palanca y estiré,la puerta se abrió de un clic y me acomodé en el asiento. Dirigí la mirada a Amaia que estaba haciendo mi mismo proceso. He pasado un maravilloso fin de semana en Pamplona,he descubierto Chimillorri,bueno,en realidad no sé si se llama así y además de ir a su pueblo,que es precioso, he conocido a la mayoría de su familia y algunos amigos suyos,con los que pasamos un rato muy agradable. Una llamada me saca de mi trance ¨Ángel¨

-Hola Alfred –me dijo con sus distintivo acento vasco- que Amaia se ha dejado la cartera con toda su documentación en casa.

Estallé en una risa, si alguien tenia que dejarse algo después de que Javi,su madre,le hubiese repetido mil y una vez que si tenia todo,era Amaia

Ella me miró y ladeo la cabeza sin entender porque yo había actuado de ese modo

-Angel no te preocupes ahora sube a buscarla-sonreí mientras miraba a Amaia y colgué la llamada-

-Amaia que te has dejado...-me interrumpió-

-Nada,yo no me he dejado nada...-empezo a revolverse nerviosa- bueno,sí,mierda,perdón,joder yo no...

-La cartera con toda la documentación –le volví a interrumpir-

Amaia se desbrochó el cinturón y salió del coche

Fue inevitable no dirigir mi mirada al bajar del cocha a su trasero,que aparte rápidamente

Amaia volvió y retomamos,bueno,dimos inicio a nuestro viaje de vuelta a Madrid,si,de vuelta,ya la considerábamos nuestra segunda casa,aunque ninguno de los dos estaba muy contento por ello.

El largo viaje fue bastante provechoso para mi,edité fotos que me hicieron el dia que estuvimos en un parque natural que me hicieron Angela,su hermana y Amaia,escuché música,edite alguna que otra letra de mis canciones que tenia en el apartado Notas de mi teléfono móvil,mientras, Amaia se había perdido con Morfeo

En un momento del interminable viaje,me paré a pensar de todo lo vivido el fin de semana que antes fue interrumpido por una llamada. Había dormido en casa de Amaia, en su cama, juntos y a unos escasos metros de la habitación de sus padres, yo me negué totalmente y propuse dormir en el sofá, declinaron mi oferta.

-Alfred...-susurro Amaia en mi oreja mientras yo estaba enfrascado con mi vista fija en el móvil leyendo cosas en twitter,mi pasatiempo favorito- que tal si...ya sabes...joe, que me apetece –deslizo una de sus suaves manos por mi torso, sobre mi pijama tan aclamado de Goofy que lleve varias veces en la academia y empezó a repartir suaves besos en mi cuello..

Me mordí el labio y la miré

-Amaia estas loca, para por favor,ni se te ocurra –no podía continuar,no me dejaba hablar,cada objeción era un mordisco que me hacia perder el sentido, suspiré y pareció que fue un factor necesario para que Amaia aumentase su intensidad repartiendo besos en mi cuello y mordiendo ligeramente-

-Siempe estas con el móvil, tiempo juntos ya no tenemos si no es por trabajo...y joe que vergüenza Alfred pero joe, ay , es que da mucho morbo-me beso seguidamente-

Me removí, me estaba excitando y negarse a Amaia era negarse a arder,  pero ese no era el momento ni el lugar.

-Alfred, Alfred, me aburro -un fuerte zarandeo en mi brazo izquierdo me hizo sobresaltarme-

Abrí los ojos, momento idóneo para recordar la noche anterior

Hola Amaix-hice un amago de estirarme en el espacio reducido en el coche-

Amaia me sonrió,parecía que ya habíamos llegado a Madrid

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¡Hola! Por fin me he atrevido a lanzar esta pequeña historia, empezaré con este capitulo y otro más de este pequeño momento que me inspiró y tenia muchas ganas de subirlo

La verdadera historia empezara dentro de poco, y aviso que vienen curvas y no se si Amaia y Alfred llevan el cinturón.

¡Adiós! Espero que esto os guste, y si promete o no lo que viene...

Yo ya estoy colocando los retrovisores.