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Previo: WEIRD.


      ··•La gente señalaba y miraba disgustada cada vez que Lucas pasaba por los pasillos con sus auriculares azules mientras leía un manga. ¿Cómo es que un adolescente podía seguir leyendo esas cosas de niños? Qué infantil.
   Mas a Lucas le comenzó a importar más bien una mierda lo que empezaran a pensar de él. Si a él le gustaban los mangas, ¿por qué no iba a poder leerlos?

   Lo único malo de esos mangas era que mostraban situaciones tan románticas, tan irreales, que a Yukhei le entraban unas inmensas ganas de meterse en la historia y hacer todo lo que las parejas hacían junto a su crush; Kim Jungwoo.
   Había estado dándole vueltas al hecho de invitarlo a tomar algo después de clases, pero cada vez que se intentaba acercar el mayor estaba rodeado de gente. Que si Doyoung, que si Yoonoh, que si Ten, que si SiCheng. Joder, ¿por qué tenía que estar siempre tan solicitado? Aunque tenía suficiente confianza en sí mismo, tenía miedo de que Jungwoo también fuera a reírse de él, por eso todavía no le había preguntado nada.

   Pero queriendo de veras demostrarse a sí mismo que era capaz de cautivar a Jungwoo, se levantó esa mañana decidido a pedirle una cita.
   Con su mochila negra colgada en su hombro izquierdo, los auriculares azules con Radiohead de fondo y su manga shojo en sus manos, hizo su entrada al instituto. Sabía que tenía miradas burlonas y disgustadas sobre su persona, pero no podía importarle menos.

   Por lo menos el universo parecía estar de su parte, ya que a primera hora el profesor de historia había faltado. Una pena que hubiese sido él, ya que el profesor Chanyeol era uno de sus preferidos.
   Aún así, fue perfecto. Desde su asiento, al final del aula, Lucas tenía su mirada puesta fijamente sobre la espalda de Jungwoo. El chico la tenía perfectamente encorvada, haciéndolo ver realmente bonito. Yukhei apoyó su cara en una de sus manos, siguiendo observando cómo Jungwoo estaba leyendo un... Espera, ¿eso de ahí era un manga? El corazón de Xuxi se aceleró con tan sólo pensar que su crush y él compartían gustos, ¡eso sería genial!

   Sin saberlo, sus ojos se habían iluminado como dos relucientes canicas y una hermosa sonrisa se había colocado en su rostro. Yukhei era apuesto por naturaleza, pero con esa sonrisa todavía llegaba a ser más atractivo.

   De lo que no se percató el chico fue de dos pares de ojos mirándolo, riéndose de la cara que tenía. No podían ser otros que los dos americanos de la clase; Johnny y Mark. Ambos podrían llevarse el primer premio a «gilipollas».
   John se levantó de su asiento y caminó hacia Yukhei, colocándose a su lado izquierdo a la par que Mark se ponía a su lado derecho. Eso alarmó a Xuxi.

   —¿Q-Qué queréis? —cuestionó, tratando de sonar intimidante, pero sólo consiguió hacer reír a los otros dos.

   —Veníamos a avisarte de que si sigues así, vas a inundar la clase con tus babas. Hemos visto cómo miras a la princesita —dijo Johnny, con una sonrisa amplia, y después echó un rápido vistazo a Jungwoo. Ambos se fueron carcajeando y cuchicheando, dejando a un iracundo Lucas cruzado de brazos.

   Se dedicó a dejar de mirar al chico peligris y se concentró en su manga, a pesar de que ya había perdido el hilo por completo de la historia.
   Cuando una sombra volvió a aparecer, suspiró frustrado y justo cuando iba a gritar se quedó callado mirando a la persona que estaba frente a él. Jungwoo le devolvió la mirada y le dedicó una pequeña sonrisa.

   —¿Te estaban volviendo a molestar? No entiendo cómo alguien puede ser tan imbécil —rodó los ojos—. Por cierto, h-he visto que estás leyendo manga, ¿te importa si me siento a tu lado? Yo también leo —con un dulzor agradable, Jungwoo le preguntó, enseñándole el manga que se estaba leyendo; Ao Haru Ride.

   Lucas no respondió, su boca se abría y se cerraba como si quisiera decir algo. Terminó asintiendo, desviando enseguida sus ojos del chico para no humillarse más. Estaba de los nervios, no había podido evitar fijarse en los bonitos belfos del chico. Eran tan rosados y tan llamativos que tenía una terribles ganas de lanzarse y besarlo hasta que el aire faltase.
   Sin querer, volvió a quedarse embelesado con Jungwoo, tanto que hasta el coreano lo notó, sintiéndose algo incómodo.

   Al darse cuenta de la expresión asustada y confusa de Jungwoo, negó y se centró una vez más en su libro. El mayor estaba enternecido, por lo que una sonrisita se le escapó, al igual que sus mejillas sonrojadas.

   —Eh, Jungwoo.

   —¿Uhm? ¿Qué pasa?

   —Pues... m-me pregu-

   —¡Hola! Me voy a acoplar un poco porque tengo estos deberes de matemáticas y no entiendo una mierda, así que Jungwoo, ayúdame.

   Jungwoo suspiró hastiado y susurró un molesto «a ver qué no entiendes». Los dos coreanos empezaron a hacer los ejercicios delante de un aburrido Yukhei. El chino pensaba que no podías darle una guardia, ponerle a Jungwoo en bandeja de plata y después ser interrumpido por Doyoung tan penosamente.

   Pero no pasaba nada, Xuxi no perdía las esperanzas de poder invitar a su crush a salir por ahí.•··

Continuación: STRANGE.
  

Two: Freak - {LuWoo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora