❝ ᵖ ʳ ᵉ ᵗ ᵗ ʸ ᵇ ᵒ ʸ ❞ {OnHyun ; 온현 }

✧ c i t a. ✧

El ya conocido timbre escolar se escuchó por todo el establecimiento y pronto de forma lenta los estudiantes dieron paso a abandonarlo, con sonrisas cansadas en sus rostros luego de la pesada jornada escolar.

JinKi se despidió de sus compañeros de salón y se dirigió al de tercer grado, donde pudo observar perfectamente como una cabecita plateada guardaba sus cosas lentamente. Soltó una risita sin poder aguantarla, sintiéndose extrañamente cálido al reconocer lo perezoso y lento que era su novio para cualquier acción que realizara.

Sin pensarlo más, se acercó con la sonrisa de sol adornando sus labios.

"JinKi" Habló JongHyun, mirándole con ojos brillantes y expectantes, como si hubiera esperado su llegada, sin embargo el nombrado no ignoró el llamado de su nombre a secas y aprovechó la guardia baja para apretar una de sus mejillas. "Hyung" suspiró el menor, algo flojo.

El mayor sonrió orgulloso, antes de finalmente desatar su curiosidad.

"¿Qué ocurre?" Preguntó curioso, ayudando al menor a guadar sus cosas.

"Ten una cita conmigo" Lo que parecía una órden, sabía Onew perfectamente que escondía muchos secretos que con el tiempo iba descubriendo del menor, una risita escapó de sus labios ante el pedido sin vacilar del menor.

"¿Una cita? ¿Qué tienes en mente, bonito?" Preguntó JinKi, observando al menor poner su bolso sobre su hombro y comenzar ambos a caminar en dirección a la salida del ya vacío salón.

No pudo evitarlo, su estómago cosquilleó en nervios y emoción, las mariposas bailando y dejándole con la sensación más bonita.

"Hablando con mi mamá, tocó el tema de películas" Comenzó su novio su relato. "Me habló de una película bonita, me la recomendó muchísimo" Explicó con la gracia que caracterizaba a Jjong, su voz suavecita bendiciendo sus oídos y sus manos moviéndose con gracia a medida que su relato lo requería, era perfecto y Onew no podía evitar perderse en cada una de sus acciones. "Entonces... pensé que sería buena idea verla juntos, ¿qué dices?"

Y aunque JinKi parecía estar envuelto en las maravillas que era escuchar a JongHyun hablar, no pudo evitar darle paro a ello y que una y mil ideas en su cabeza dieran comienzo, algunas no tan sanas, sin embargo, intentó mantener su imagen lo más inocente que pudo.

Era inevitable, JinKi podía admitir sin vergüenza que se encontraba en una época en la cual sus hormonas tomaban mucho poder sobre sus acciones y pensamientos, es natural, pensó despreocupado mientras que las ideas nacían con emoción ante las palabras de su distraído novio.

"¿Qué película?" Preguntó juguetón, una sonrisa tan amplia y obvia que fue imposible no sospechar.

JongHyun lo conocía tan bien.

"¿Qué demonios está pasando por tu cabeza?" Fue directo al punto. "No veremos porno"

Una carcajada escapó de los labios del presidente, negando una y otra vez con su cabeza.

"Claro que no, gordito" Dijo apretando una de las mejillas del menor. Éste le dedicó una mirada asesina antes de suspirar, como si se estuviera rindiendo ante la amplia imaginación de su novio.

Acomdó su bolso y comenzó a caminar por los pasillos de la escuela, dejando atrás a JinKi quién soltó una risita y se apresuró a llegar a su lado, tomando su mano, caminaron juntos por los pasillos repletos, ante la mirada de todos, JinKi besó la mejilla del otro, arrimándolo a su lado.

"Oye, Hyunnie" Le llamó, aunque el menor no le miró, sabía de sobras que ya tenía su atención. "No veremos porno"

Pronto pudo ver y sentir al menor enojándose, era claro, lo conocía, su ceño se frunció y le dio un apretón de advertencia.

"Mientras vemos la película" No hay vuelta atrás, pensó. "Nosotros haremos nuestra porno" Susurró en su oído, asegurándose de que su aliento chocara contra el sensible lóbulo.

El rostro del menor estuvo adornado pronto, su rostro tiñéndose de rojo cereza mientras su cuerpo se ponía rígido y su semblante tomaba uno avergonzado.

"¡Tú!" Exclamó, indignado. "¡No meterás un pie en mi casa, cerdo!" Chilló mientras que soltaba al mayor y seguía su camino enojado por la escuela.

Onew no pudo evitar compararlo con una bolita rojita y furiosa, una risita escapando de sus labiales.

"¡Hyunnie, sólo bromeaba, lo prometo!" Exclamó viendo como todos abrían paso a la caminata enojada de Kim JongHyun.

Nadie quería toparse con él en ese estado, nadie... excepto JinKi, por supuesto.

El único capaz de darle a Jjong cambios de humor tan repentinos sólo por diversión.