kαrmα. - нуυивιи-

10

Hyunjin tenía en manos dos malteadas, una de chocolate y otra de frutilla. Ambas preparadas por el mismo. Nunca en su vida hizo algo por si mismo de esa forma, menos para otros. De cierta forma, Changbin lo estaba cambiando.

Hablando del mayor llegó con un mejor aspecto con respecto al día anterior.

—buenos días~—dijo sonriente.

—¿por qué tan buen humor?

—para tí siempre tiene que haber un porque de todo,no? —rió al ver a Hyunjin avergonzado —Félix se fue de casa al fin, se va una semana a Australia a ver a su familia, quería que vaya pero le dije que no podía dejar el estudio y se lo trago.

—¿lo quieres?

—claro, le tengo cariño, después de todo tuvimos una relación muy linda y él a pesar de todo estuvo conmigo en momentos dificiles y me ayudó mucho, le debo cosas por eso también le dí una segunda oportunidad.

Luego de un largo silencio, Hyunjin le extendió las malteadas.

—elige una.

Changbin señaló la de frutilla.

—es tuyo entonces.

El mayor lo miró extrañado, ¿realmente estaba ofreciendole algo?

—¿tú? Regalando una malteada? ¿a mí? —Hyunjin le pegó en el hombro.

—antes de que me arrepienta.

Changbin la tomó riendo y sorbió un poco.

—esta buena—sorbió un poco más.

—la hice yo.

El mayor abrió los ojos. —¿qué le pusiste?

—aigo, ya deja de jugar. Si te quisiera matar te hubiera empujado a la calle hyung. Lo hice con afecto.

Changbin jugó con sus cejas.

—estas actuando extraño.

—si, la verdad. Por tu culpa.