•
•
•
•
•
Día lluvioso y horrible, caían rayos y la gente se chocaba entre sí para llegar a su casa lo antes posible, cómo no tenía paraguas, me estaba mojando toda, en el buen sentido obvio...
Quería empezar a llorar, mi vestido se había empapado, y sentía que raspaba mi piel.
¿Qué más podría pasarme?
Ya cansada de mi vida, entré en un café, la gente me miraba. Cochinos, degenerados... Se me traspasa la blusa. Maldecí internamente y me senté en una silla.
Oh no.
Chrollo Lucilfer tenía que ser, sentí mi cuerpo descontrolarse al verte. Tragué saliva y me puse en una posición sexy.
Ni siquiera volteaste a verme.
Qué sad.
Ah, pero no dejaría pasar esta oportunidad nunca, jamás.
Me levanté y me dirigí a donde estaba mi amor.
Apoyé las manos en la mesa y esbocé una horrible sonrisa.
Oh dios, tengo miedo.
—Hola Chro, Que casualidad que te encuentre aquí. ¿No crees?— dije mientras tomaba asiento a su lado. Puedo jugar que rodo los ojos.
—¿Qué quieres?— preguntó, más seco que el pollo que me comí el otro día, voy a llorar men.
—Solo pasaba a saludarte, ¿O no quieres que te saludé?— no debí preguntar eso men...
—no quiero verte.
Bueeeeno.
—Ah...— me sentí incómoda.— pues..., lindo verte, adiósss
Y salí corriendo como una quinceañera que le habían roto el corazón, me volví a mojar en la lluvia. Hasta que llegue a mi casa.
Creo que hoy fue el peor día de mi vida, pero mañana será diferente y ese tal Chrollo se dará cuenta de con quién está jugando. Maldita rata sexy.
¿Qué se cree?, Nono. Conmigo no se juega.
Toque la puerta de mi casa tres veces.
Se abrió dejando ver a una señora enojada, mi madre. Ay carai. Llegue muy tarde.
—¡¿Dónde mierda estabas, Shizu?!— preguntó-gritó con las manos apoyadas en sus caderas, típico.— ¿Sabes que me preocupo por ti, verdad?
Me abrazó y me llevo hacia dentro de la casa, si. Así de dramática es.
—Lo siento, me enoje por qué la lluvia me mojo y fui a un café— le expliqué, nunca le he mentido a mi madre, ella es sagrada.
—Esta bien, cariño.— me acarició la cabeza— ve a cambiarte, no quiero que te enfermes.
Fui directo a mi habitación, y me bañé y me cambié. En solo dos horas.
Se preguntarán de donde conozco a Chrollo, ¿Verdad?
Es una historia muy romántica, neh. Ojalá.
En realidad estoy loca por él y quiero tener un millón de hijos.
