Viaje

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Una semana había pasado después de eso, Gaara y Matsuri se habían visto menos que antes, él por miedo a lastimarla y ella por miedo a que él tal vez no quería que estuviera a su lado. Gaara se encontraba en su oficina revisando unos papeles hasta que Kankuro entró.

- Hey Gaara! Irás al Konoha a ver a Temari?- le preguntaba Kankuro con pereza

Gaara se limitó a verlo, detuvo lo que estaba haciendo y se fue al balcón a ver la aldea, parecía que todo estaba bien, solo una cosa no encajaba y era el hecho que Matsuri se encontraba dando clases en el orfanato. Un vacío se apropiaba de él y por necesidad se lanzó del balcón, con su arena volaba a dónde ella se encontraba. En la entrada del orfanato se encontraba ella saliendo del lugar para dirigirse a su casa pero se sorprendió al ver a Gaara ahí.

- Kasekague!- dijo inclinándose

Gaara solo la miraba sin decirle nada.

- Qué sucede!? Necesita que lo ayude en algo?- le decía apenada

- Matsuri... Sabes que no tienes que hacer esto, quiero que vengas conmigo a Konoha y no aceptaré un no de tú parte.- le decía sin mostrarle una expresión- Mañana por la tarde te espero por la entrada para irnos luego... No llegues tarde.

Matsuri miró a otro lado para conterse en decir no, a lo que él le pedía. Solo asintió con la cabeza y empezó a caminar hacía su casa. Gaara sabía que estaba siendo duro con ella pero no podía permitir dejarla sola de nuevo, no quería dejarla ir.

- Kankuro! Quiero que cuides de la aldea mientras no estoy. No quiero que hagas cosas raras mientras tanto!- le ordenaba Gaara mientras entraba a su casa.

- Hola hermano! Me alegra verte de nuevo que tal está Matsuri!?- respondía Kankuro sarcástico

Gaara solo lo ignoró y siguió cambiando hacía su cuarto parecía estar molesto por algo. Al entrar miró por la ventana esperando una señal de lo que estaba haciendo estaba bien o mal, obligando a Matsuri a salir de la aldea. Pasó toda la noche pensativo hasta que amaneció, el tiempo parecía pasar rápido. Matsuri parecía estar nerviosa por el hecho de salir de la aldea con él, no quería levantarse de su cama su cuerpo parecía estar pesado por todo lo estaba pasando no pudo evitar que se le salieran unas lágrimas y al fin levantándose para darse una ducha y alistar sus cosas. Gaara ya se encontraba en la entrada con su calabaza y una mochila para emprender su viaje, a lo lejos Matsuri caminaba sin ganas de querer ir pero al ver a Gaara cambió su expresión y le sonrió.

- Llegas tarde!- le decía Gaara

- Lo siento, me agarró la tarde.

- Bien, vámonos.

Gaara salió primero, eso le hizo recordar a ella la última vez que salió de la aldea para una misión. Ahora él la estaba guiando para salir de nuevo. Gaara se detuvo al ver que ella no lo seguía y se quedó parado por un rato hasta que ella observó cómo él le extendía la mano para que lo siguiera. Sin pensarlo dos veces ella empezó a correr a su lado y así emprendieron el viaje a Konoha. Tres días solos los dos en un viaje cada paso hacía cansar a ella, Gaara parecía estar decido a llegar pronto a la aldea hasta que observó cómo ella se quedaba atrás así que se detuvo en seco y la esperó.

- Sucede algo!?- le decía Gaara

- No, nada- le respondía apenada

- Acampamos aquí, buscaré algo para hacer una fogata.

- Espera!- le decía Matsuri deteniéndolo- puedo acompañarte, no quiero estar sola.

Gaara estaba sorprendido al ver cómo ella le pedía estar con él, estaba seguro que ella confiaba en él, la miró por unos momentos y la abrazó sin pensarlo dos veces ella. Él nunca haría eso con alguien ni con sus hermanos pero todo en ella era diferente al fin alguien estaba dispuesto a confiar en él y esa seguridad se la daba ella, cuándo se dió cuenta de lo había había hecho se soltó rápido de ella y se metió en el bosque para buscar algo para hacer la fogata, estaba sonrojado ante ese acto y no quería que ella viera eso. Matsuri parecía estar inmóvil ante esa situación y después se dio cuenta que estaba sola en el bosque y eso la asustó de nuevo, sus mejias estaban rojas ante todo lo que estaba ocurriendo. Gaara apareció al rato con unas ramas para hacer el fuego.

- Estas bien!?- dijo poniendo las ramas en el suelo.

- Sí, ahora si!- le respondió ella con una sonrisa

Mientras estaban ahí parecía que todo era diferente, un silencio incómodo invadía el lugar. Gaara en sí era callado pero ella no era así.

- Lamento haberte traído... Sé que no querías!!- le decía Ganara rompiendo el silencio

- No me molesta, tal vez así pierdo el miedo.

- Eres muy fuerte y valiente, creo que sí fueras otra te negarías a todo.

- No soy fuerte cómo crees, aún así me da miedo.

- Matsuri... me odias?

- Odiarte!? Cómo!? Porqué preguntas eso!!

Gaara se quedó callado por un largo tiempo, no sabía porqué le preguntaba eso creía que ella tal vez lo seguía odiando por todo.

- Nunca te odiaría, me cuidas incluso en las situaciones más difíciles.

Gaara se levantó bruscamente de dónde estaba y subió a un árbol. Miraba todo a su alrededor para saber sí estaban a salvo así  dormir ahí o para saber sí Matsuri podía dormir. Mientras miraba a su alrededor supo que estaba bien así que empezó a bajar. Matsuri parecía haberse quedado dormida encima del tronco de un árbol Gaara la miraba atentamente mientras dormía se había quedado concentrado y serio ante tanta delicadeza y sencillez de ella. Aunque la noche fuera oscura había un poco de luz en ella para guiarlo, él no protegía a ella, ella lo protegía a él. Aún así parecía ignorar lo que estaba sucediendo a su alrededor, Matsuri nunca dejaría de ser amiga cercana. Recordó los momentos que se había quedado ella con él en la prisión y la pequeña pulsera que le había dado ese día que desapareció el sin dejar rastro a pesar que no tenía futuro ella creyó en él.

Gaara y MatsuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora