Temari

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Ahí estaba ella recostada, sin expresión alguna y seria. Se acercó a mi y me miró a los ojos.

- Donde estabas, porqué estas mojada y deprimida?

Yo le esquivé la mirada no quería decir nada, había tenido un mal día y no quería molestar a nadie mucho menos a ella, pero era mucho lo que tenía que ocultar y no aguantaba más.

- Odio Konoha!!! - Dije al final y comencé a llorar.

Temari me sonrió y me abrazó, me sentí rara, este era un amor de madre y así debía sentirse consolado uno. Pude desahogarme cuándo hizo eso y lloré con más ganas sintiéndome débil.

- Entiendo qué tengas un mal día, pero eso no significa que estas sola para afrontarlo- me decía tranquila y consolandome

- No quiero hacer cosas que luego me hagan arrepentir, pero tampoco ser una inútil para la aldea.

- Quién dijo que eras una inútil en la aldea!? Eres parte importante de ella como lo son todos.

- No estoy de acuerdo, soy débil a comparación de todos... Siempre entreno pero de igual manera no sirvo para hacer misiones, por eso estoy aquí.

- Eso no es verdad..  Dije qué te pasó!?

Dudé en quererle contar lo que me pasaba, no sabía cómo lo tomaría si hacía eso, pero aún así lo hice y le conté todo a ella.

- Ya veo! Entiendo que te sientas así, pero es muy arriesgado.

- Lo sé... Aun así quisiera intentarlo, no estoy segura pero algo me dice que él no es lo que dicen todos que es.

- A que te refieres!?

- No lo sé pero el prisionero parece ser más vulnerable y por eso ellos se están aprovechando.

- Eres muy considerada e ingenua, las personas así deben pagar el precio por asesinar gente y más él que asesinó a 198 personas incluyendo niños.

- Entiendo que haya pasado eso pero toda historia tiene dos versiones.

- Entonces lo harás?

- Sí, además intentaré demostrar que un asesino puede cambiar.

Temari me observó un momento y abrió la boca para decirme algo pero no dijo nada, tomó sus cosas y se entró a su cuarto dejándome sola. Sabía que ella me estaba ocultando algo, pero no podía exigirle nada. La mañana siguiente fué rara, estaba acostada y Temari me sacó del cuarto para salir a caminar un rato, al principio no quería ir luego tomé la iniciativa y salí con ella.

- Sabes cómo se llama el prisionero?

La miré un momento y negué con la cabeza.

- Yo lo conocía... Después del accidente no se nos fué permitido hablarle pero tuve una oportunidad. Quería preguntarle muchas cosas, como porqué? Porqué lo hizo, pero en lugar de eso lo maldije y le grité, pude ver su rostro sin expresión y eso me dolió aún más, era tan insensible y frío. Nunca más lo volví a ver.

Un silencio incómodo estuvo entre nosotras, no sabía que decirle, tal vez un lo siento o un todo estará bien. No estaba segura de eso pero sabía que ella quería cambiar las cosas con el prisionero. Al ver que no le contesté nada ella se paró y se fue del lugar dejándome sola, no era buena consolando gente.

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Iba de camino a la celda del prisionero, todo parecía estar en silencio mientras entraba.

- Buenas tardes!- le dije nerviosa, pero él prisionero no me contestó.

Solo pude ver qué levantaba la vista simulando verme, yo me acerqué para ver cómo era que funcionaba ese aparato que no dejaba ver su rostro, me di cuenta que solo se abría con una llave así que me acerqué mas y tomé su hombro, pude sentir cómo se tensó ante el toque y mejor quité mi mano.

- Qué haces! - me preguntó

Me puse nerviosa cuando me habló, pero no dije nada, volví a tocarlo pero para quitarle las esposas de las manos. Sus manos estaban libres ahora, no podía creer lo tan blanco qué era, las esposas le dejaban una fea marca en las muñecas y dedos, parecía que no le cortaban las uñas por lo largo de esta. Tomé un trapo y comencé a limpiarle, luego le corté las uñas dejándolas limpias.
Me quedé un momento en silencio y miré sus manos por ultima ves, eran tan varoniles y simples, no podía creer que estas mismas manos eran las que habían matado a tanta gente.

- Está aquí no es verdad..- me dijo derrepente.

- Ha!? De quién hablas???- le dije sorprendida

- Temari...- me susurró

Yo me sorprendí al escuchar su nombre, no sabía que la conocía y aún así me preguntaba por ella.

- Así es... Está en la aldea. He hablado con ella y siente mucho lo que te dijo.

- Mentira! Lo que siente es no haberme matado ese día y él poderme detener! Eres una tonta al escuchar las mentiras que ella te dice y creerselas.

Yo me quedé callada por un momento y tomé su mano para hacerle sentir lo mismo que yo.

- Soy una tonta por no escuchar tampoco que eres una mala persona y hacerme la idea que eres diferente a los demás. Soy una tonta por pensar que eres el tipo de monstruo que todos dicen que eres y aún así estoy aquí contigo.- le dije casi llorando

Él se quedó callado y apretó mi mano pero luego los guardias me sacaron de ahí haciendo que soltara su mano y empujandome a la salida. No sabía que reacción había tomado él pero estaba claro que me estaba involucrando mucho con él.

Gaara y MatsuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora