Burlas

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¿Saben? Yo puedo caer muy fácil. Soy un llorón, lo acepto. Y no me gusta buscar apoyo en los demás. Me siento como un estorbo.

Yo me encierro en el baño, y lloro, lloro cuanto quiera y me lamento hasta cansarme. No me toma más de cinco minutos para volver a salir con una sonrisa.

Por cualquier cosa, podría cortarme. Soy un idiota.

Y, es que, he aprendido que cuando el dolor interno es tan fuerte, no siento nada. Rasguños, cachetadas, moretones y cortes. Ya no duelen.

En cambio, aunque con todo esto logres sanar momentáneamente todo el torbellino que tienes adentro, al rato te sientes todavía peor.

Es entonces cuando entras en un círculo vicioso, lastimándote para poder dejar de lado esos sentimientos que te oprimen el corazón. Y no importa si te dicen "yo estoy contigo" o "todo estará bien", si de cualquier modo no lograrán hacerte parar. Una vez has entrado, ya no puedes salir.

Yo los entiendo, logro hacerlo. No estoy sumergido todavía, pero mis pies ya están rozando el agua.

Mi mente me empuja lentamente a ese infinito mar, y yo termino por cooperar. Si al fin y al cabo, se que no podré salvarme, pues es mejor entonces entregarme.

¿Que cometí errores?
Que esperabas, soy humano. Todos hacemos en algún punto algo que en ese momento no lográbamos comprender. Uno no analiza la situación, lo que está pasando. Simplemente actúa.

Y así como te ofendí sin saberlo, también terminaré, sin siquiera verlo venir, en la tumba bajo las burlas de todos.

Deimos

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