CAPÍTULO "10"

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NEAL:

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NEAL:

Llegamos al restaurante sin decir una sola palabra más, ella mira la ciudad a través de la venta, se ve tan hermosa, sus largas pestañas le dan un toco especial a sus inmensos ojos, sus labios pequeños y rosados , recuerdo la noche que pasamos juntos y esa mujer tiene todo, es perfecta, todo de ella lo es, se que no la merezco y que soy un idiota pero tiene que entender que es mía y no será de nadie más.

-¿Te gusta lo que ves?- Dice Cristal, lo que me saca de mis pensamientos, lo que agradezco, recordar su cuerpo bajo el mío es excitante.

-Para nada, solo vengo pensando la razón por la que jamás me casaré de nuevo después de ti. Me mira con recelo y yo reprimo una sonrisa, esta mujer me esta volviendo loco, eso cuesta admitirlo.

-Señor, llegamos

Abro inmediatamente y salgo, espero a que salga y al hacerlo tropieza y logro atraparla, su respiración se agita y me mira, ¡joder! Esto me encanta.

-Yo...

-¿Estas bien?

CRISTAL:

Llegamos al dichoso restaurante, y era de esperar que era uno lujoso, se baja de la camioneta y me espera, <bueno tiene modales > pienso, estoy a punto de bajar y al hacerlo mi tacón se resbala y se lo que viene después, siento la caída libre, mentalmente estoy preparada, pero físicamente se me que dolerá y ni hablar de la vergüenza después, y entonces simplemente siento unos brazos a mi alrededor
¡Santa virgen! Siento mi pulso acelerarse , ¿pero qué demonios? ¿Acaso...? ¡No! Lo miro a los ojos y me pierdo en ellos.

-Yo...

-¿Estás bien?

-Si, solo resbalé un poco

-¿Un poco? eso era caída libre -se burla y la magia se rompió de nuevo por su arrogancia
(Si, inserten el emoji "🙄")

-Deberías dejar de usar esos zapatos, no son tú tipo

-Eso no es de tu incumbencia- Me adelanto hasta la entrada y me alcanza

-Un gracias estaría bien -Dice lo cual ignoro

-¿A nombre de quien la reservación? -Pregunta la gerente , quien se come con la mirada al idiota de mi esposo.
<mi esposo> ¿pero que estoy diciendo? ¡Me estoy volviendo loca, si eso.

-Señora y Señor Hoffman- La chica por fin me mira y sonrió con autosuficiencia, ella da la más fingida y nos guía hasta nuestra mesa.
La comida es del todo tranquila, no fue incómodo a pesar del silencio, pide la cuenta y estamos por salir cuando escucho una voz que dice mi nombre.

PACTO CON EL DIABLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora