Untitled Part 1

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Los personajes del universo de Naruto pertenecen a Kishimoto, mientras que los demás son de mi autoría.

EL INICIO DE TODO

Aquella mujer de piel dorada se encontraba ante el consejo de ancianos del Clan Nara, tenía el descaro hasta ofenderlo con estar allí. El joven y nuevo líder Nara no lograba asimilar lo que ocurría, aquella rubia siempre había sido problemática en su vida hasta en aquel punto sofocante.

Chasqueo la lengua en ese instante.

Se dirigió hacia algún punto apartado del jardín, la chica rubia le seguía de cerca, encendió un cigarro que tanta falta le hizo durante la reunión minutos atrás, ella reprobó el acto con un murmullo.

- ¡No debes inmiscuirte en asuntos que no te concierne, mujer! - Dijo molesto el moreno mientras la encaraba- ¿Qué pensabas al entrar allí?¡Bueno ya me enteré, con todo aquello que dijiste! Pero es ¿Qué estás loca?

Ella no dijo nada, solo lo observo reaccionar, cosa que empezaba a exasperar al chico.

Suspiro- ¿es qué no pretendes decir nada? Entiende, ¡No te metas! No perteneces a este clan-decir aquello último le calo, quiso retractarse, pero ya estaba dicho, aquella mujer era inexpresiva o eso pensaba. Siento un hueco en el pecho al ver como ella volteaba el rostro sin evitar una mueca de molestia en su rostro que más parecía de ¿dolor?

Era cierto no pertenecía a aquel clan de Konoha, que después de la muerte del anterior y la sucesión del nuevo líder parecía haber tomado más presencia en el mundo ninja, un clan de estrategas que dicha participación en la guerra pasada era invaluable por haber sido crucial en todo momento, permitiendo aprovechar los recursos humanos y materiales, así como las contadas oportunidades en millonésimas que tuvieron y que junto a los Kages motivaron a las masas.

Lo encaro con una mirada decisiva-Tienes razón, pero alguien SIEMPRE debe salvarte el culo- sin más hizo una reverencia y se retiró dejando a un Shika perplejo, aquella mujer uso un término vulgar, ella no solía utilizar palabras así y más perplejo dejando caer su cigarro al percatarse de la reverencia, tendría mucho que pensar para al rato.

oOOOooOOOooOOOooOOOooOOo

-¿Y?- pregunto un hombre anciano al recién llegado mientras terminaba de preparar su pipa con tabaco.

-Es notorio que es una princesa a pesar de su irrespetable forma de interrumpir la reunión de esta mañana-

-Si se me permite-dijo una anciana que terminaba de servir el té.

-Tienes palabra, Sumire- aquella anciana levanto la mirada y analizo aquellos hombres.

-Por supuesto es una princesa, pero no olvidemos que es una kunoichi después de todo-

-Escuche algo referente a ello-dijo el anciano más joven, el cual habían entrado minutos antes-pero no es algo relevante o ¿sí?-

-Me extraña que sepas que es una princesa y seguramente de ¿quién es hermana? Pero no que es una de las mejores Kunoichis del mundo ninja de este tiempo, Ryuji-dono. –

-Una mujer debe conocer su lugar y por ello esta mujer también sobre todo por su título, no andar jugando a ser hombrecito en la guerra-

-Los tiempos han cambiado es cierto-hablo ahora el anciano mayor, los presentes dirigieron sus sentidos hacia este para escucharlo- Ryuji-llamo

-dime, hermano- se inclinó

-"Es notorio que es una princesa", acabas de confirmar, sus modales están ahí-pauto un poco, dando una calada a la pipa- puedo concluir que su actitud se debe al antiguo Kazekage, es la hija mayor y por ello nunca podría llevar el cargo, lo cierto es - dio otra calada- que la situación de Suna antes de Gaara-sama no era favorable, no esperaba que siguiera en pie aquella aldea ninja. Además si ella vino aquí, favorece las relaciones de nuestro Clan ¿cierto Ryuji?-

-Supongo que si, Nii-san-

-¿Supones?-

-Yo ...-susurro, cosa que apenas era perceptible por la mujer que estaba a su lado.

-Sumire- llamo el anciano a la mujer.

-Sí Nanjiro-dono- se inclinó ligeramente mientras mantenía inmóvil sus manos como hacía rato, una sobre la otra en su regazo, llevaba un kimono negro con el símbolo del clan bordado en gris en la espalda y un obi de color verde.

-Si el consejo del clan acepta la propuesta de la embajadora de Suna, debemos tener a una princesa reeducada me atrevo a decir, sé que lo harás bien como lo hiciste con tu nuera, seguramente necesitaras que te ayude-

-Así será, si se me permite-

-Adelante-

-Nanjiro-dono-Hizo una reverencia ahí mismo donde se hallaba sentada sobre sus piernas, giro e hizo lo mismo con el anciano que tenía a lado- Ryuji-dono- se levantó e hizo otra reverencia antes de retirarse por completo de aquella habitación, dejando a los ancianos conversar.

oOOOooOOOooOOOooOOOooOOo

Shikamaru caminaba mientras analizaba la actitud de la rubia de Suna, le estaba fastidiando no poder recordar que era lo que había dicho, la verdad no había puesto atención, distrayéndose con su presencia y que no lograba justificar.

-Shikamaru-san- dijo una pelinegra mientras reverenciaba, el muchacho ni se percató de su presencia. Observo su ceño fruncido, lo dejo pasar, ella sabía que el joven actuaba ausente cuando se concentraba en cosas importantes y que seguramente la reunión de aquel día lo había puesto así, se debía definir el destino del legado Nara.

Se detuvo abruptamente el domador de sombras, había llegado a donde iniciaba el bosque Nara, habría caminado una hora más o menos a través de las viejas casas pertenecientes al barrio de su Clan, apartadas unas de otras para privacidad de sus habitantes y de los antiguos dueños. Se sentó en la última escalinata de una pequeña colina donde podía divisar aquellos tejados de arcilla y más allá el centro de Konoha donde se levantaban algunos edificios, parecía gradual como los asentamientos y la modernidad coronaban aquella aldea y con ello hacia donde se dirigía él, habían pasado alrededor de dos o tres años desde el fin de la guerra y la muerte de su padre, prolongando aquella reunión, muchas cosas pasaron en aquellos años, meditando cada una de ellas hasta llegar con el incidente con Genko hace 6 meses atrás, tal vez había entendido que había estado mal al creer que los asuntos principalmente de la Unión debían ser atendidos por alguien más que capacitado como él y regreso al mismo punto, la chica rubia.

Los asuntos del clan lo habían golpeado sin esperárselo, las normas por las cuales se regían y que ahora estaba consciente de la precaria forma de existir de estas, recaían sobre el líder del clan, ya no existía heredero y los ancianos empezaron a presionar por que se cumplieran en totalidad, su padre le hizo partícipe de muchas de ella que parecían rutinarias hasta aburridas pero eran solo las "generales" ahora debía cumplir con la principal que declara que una vez que el heredero del clan asciende a líder la vacante que dejaba debía ser cubierta de manera posible, hasta el momento por cuestiones de mundo Shinobi no se llevó a cabo la ceremonia donde todos los miembros lo reconocerían, nunca hubo disputas por el cargo, pero los ancianos exigían que se llevara a cabo y que con ello el compromiso del mismo, era solo una cuestión perteneciente a él nada más.

-Diantres, debí haberle pedido otra cita- se apenó al oírse decir, miro a los lados para confirmar que estaba solo. Suspiro, debía volver, el estómago le decía lo tarde que era.


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