Atada a sus manos ©

Capítulo 1

—¡Hay mi niña! Mañana te me casas. — exclama mamá con ojos lloroso mientras abanica su rostro con sus manos.

Río al verla tan emotiva sin dejar de ver mi reflejo en el espejo, había encontrado mi vestido ideal y de seguro mis amigas amigas morirán cuando lo vean, hubiera preferido que estuvieran aquí presente pero a veces son tan ¡Cotillas!, que decidieron quedarse en el auto, según ella así les daré la sorpresa con un mega super vestido de princesa.

No puedo creerlo. ¡Mañana me caso! Aún no asimilo que sea la primera de las cuatro en casarme cuando era la menos que hablaba de matrimonio, no puedo decir lo mismo de mis amigas, que aunque estan solteronas toditas, sueñan con encontrar al hombre de sus sueños.

Yo por mi parte encontré al mejor hombre que pudiera desear, es atento, amoroso, caballeroso, detallista y muy pero muy romántico, con el puede sacarme la lotería, como dicen mis amigas. Su nombre es John Kenneth, tiene cuarenta y cinco años y es sin duda el amor de mi vida.

Lo conocí en una de las fiesta beneficiarias de mi padre, donde el era uno de los anfitriones, desde ese dia —Prácticamente— nos veiamos todo el tiempo, después de un mes dimos oficial nuestra relación.

Papá esta más que contento y mi madre ni que decir, los padres de John estan igual de contentos con nuestro compromiso, por fin, uniremos a nuestras familias con este lado, todos estamos felices.

—¿Llevaran el vestido?. — la voz de una de las encargadas me saca de mis pensamientos.

Bajo de la pequeña tarima y miro a las dos mujeres que lloran a moco suelto, ambas asienten con aprobación y yo más que felices me giro hacia la pelirroja con mi mayor sonrisa.

—Sin duda, ¡Es mio, me lo llevo!. — Canturreo feliz.

Entró nuevamente al vestidor y me quito el vestido. Ahora que lo recuerdo tengo que ir con Ellie, Marisa y Chloe al Spa, al salón de belleza y a una tienda de accesorios. Hoy tengo un día muy ajetreado. Suspiro inconcientemente.

Me vuelvo a colocar mi pantalón alto, mi blusa de tirantes blanca y mis botines de tacón. Salgo del vestidor con el vestido en las manos y se lo entrego a mi madre.
—Debo irme, las chicas me estan esperando. — beso la mejilla de mi madre y la de mi futura suegra antes de salir de la boutique.

Nico, el nuevo chofer de mi familia abre la puerta para mi y le regaló una sonrisa antes de entrar, beso la mejilla de cada una de mis amigas y mientras Nico maneja, nosotras charlamos animadamente.

Ellie habla sobre las cosas que nos haremos en el Spa, Marisa habla de un chico nuevo en la ciudad que conoció en una tienda, se llama Christopher y esta muy pero muy bueno —Todos los tipos para ella estan buenos— y Choe habla de una nueva tienda de joyas que abrió en la ciudad ¿No entiendo cual es su obsesión con las joyas?.

Yo por mi parte me limitó a mirar por la ventana y aunque ya conozca cada parte de la ciudad, me es inevitable no mirar por la ventana, mi celular empieza a sonar y rápidamente lo saco de mi cartera, es una llamada entrante de John, frunzo el ceño ¿Que raro?.

—Amor ¿Que suce... — me interrumpe.

—¿Donde estas?. — suena agitado y desesperado.

—Voy con las chicas al Spa ¿Por que? ¿Que sucede?. — las chicas me miran sin entender nada al igual que yo.
Activo el altavoz para que todas oigan.

—Tienes que volver a casa ¡Ahora!. — ordena.

Abro mi boca para hablar pero algo golpea duramente la furgoneta haciendo que mi celular se resbale de mis manos y caiga en algún lugar del auto, me sujetó fuerte del asiento y levanto la mirada hacía Nico quien maniobra en el volante para mantener el auto en equilibrio.

—¿¡Que demonios sucede!?. — chilla Ellie asustada.

—¡Agárrense fuerte señoritas!. — grita fuerte Nico para que todas lo escuchemos.

Otro golpe sacude el auto, todas chillamos mientras nos sujetamos fuerte como Nico nos indico, miro hacia atras y veo tres autos con vidrios polarizados detrás de nosotros.

Otro golpe más y el auto se va de lado, cierro mis ojos y mi respiración se corta. Mi cabeza golpea con algo y un horrible dolor recorre mi cuerpo, un zumbido aparece e intento abrir mis ojos sin ningún resultado, intento nuevamente y esta vez lo consigo aunque veo todo borroso, miro hacia las chicas quienes estan inconscientes y escucho una puerta abrirse.

Dos fuertes brazos me sacan de la furgoneta y gimo, es como si tuviera miles de agujas clavadas. Sin importar el dolor me remuevo bruscamente haciendo que quien me lleva en brazos me suelto, caigo al suelo débilmente.

Me vuelven a coger pero esta vez no puedo hacer nada, me siento débil, ladeo mi cabeza viendo como otros tres hombres vestido de negro sacan a mis amigas, ¿Que está sucediendo?.

Soy metida aun auto, separada de las chicas. Me incorporo y llego mi mano a mi cabeza mientras cierro mis ojos fuertemente, gimo, mi cabeza va a explotar.

Miro al sujeto que antes me llevaba en brazos y me doy cuenta que no lleva su rostro tapado, aunque veo todo a medias puedo distinguir sus penetrantes ojos azules y como si sintiera mi mirada voltea su rostro hacia mí.

No expresa nada, es como un cubo de hielo. Una malévola sonrisa pinta sus labios y acerca su rostro al mio. Por inercia me echó hacía atras, mi cuerpo tiembla.

—Duerme pequeña Dayana, tu vida cambiará de ahora en adelante por que a partir de hoy... Eres mia. — escucho su fría voz mientras mis ojos se van cerrando por si solos.

Algo se posa en mi mejilla y la caricia lentamente, caigo en la oscuridad con la esperanza de que esto sea una horrible pesadilla, sabiendo a duras que me engaño a mi misma, el tiene razón, mi vida ya no será la misma y no tengo ni idea de lo que me espera.

♠◇♠◇♠

¡Hola!

Espero que disfruten el capítulo.

Dana G.