Un instituto muy extraño~ La Guerra Se Aproxima. #2. [PAUSADA.]

Capítulo 2~ Un día normal.

-Narra Ainoa.-

Seis meses. Seis meses desde que desperté.

Escribo la solución de la fórmula. Miro mi mano y sonrío. Un anillo con forma de corona, con dos colmillos saliendo de la base de ésta. Con una pequeña piedra roja como la sangre. Aún recuerdo cómo me lo dio hace tres meses...

Flashback.~

-Que no Dana, ¿para qué quieres que vaya al gimnasio? Tengo química.-hace pucheros y bufo.- Sabes que no puedo con los pucheros. Pareces un cachorrito aband... Vale.-ella aplaude sonriendo y comienzo a caminar.

Entro en el gimnasio a oscuras.

-¿Dana? ¿Sara? ¿Chicas? Esto no tiene gracia.-y me choco contra un pecho duro con un aroma que conozco demasiado bien.

Y de repente se encienden las luces. Miro al rededor y veo a todo el instituto mirándonos. Una mano me obliga a mirarlo a los ojos.

-Hola.-susurra y sonrío.

-¿Qué pasa, Mike? ¿Hay algo que no me hayas contado?-miro sus manos y veo un ramo enorme de rosas rojas. De repente se agacha apoyándose en una rodilla y me tiende el ramo. Lo cojo con una mano y con la otra me tapo la boca con los ojos aguados.

-Ainoa Simons... Mi princesa vampira...

-Mike, estás siendo demasiado romántico, no eres de esos.-sonrío y lo agarro por la camiseta levantándolo.- Dilo cómo te salga del corazón, no un texto aprendido para que sea más romántico.

Mike sonrió de oreja a oreja. Agarra mis caderas y me mira a los ojos.

-Sé mía para toda la eternidad.-frunzo el ceño sin estar completamente convencida.- Vaaale, Ainoa Simons, vas a ser mía para toda la eternidad.-Sonrío feliz, saca una cajita, la abre y me pone el anillo en el dedo. En el momento que va a retirar su mano, entrelazo la mía con la suya y lo beso.

Sólo escuchaba gritos y aplausos, aunque algún que otro silbido.

Fin del Flashback.~

Siento unas manos masajeando mis hombros y me relajo.

-Descansa un poco del estudio, llevas tres días estudiando sin parar.-me susurró y sonreí.

-Mike, estando tú por aquí no me voy a poder concentrar como se debe...-echo la cabeza hacia atrás y la apoyo en su abdomen. Besa mi frente.

-Deberías descansar aunque sean dos horas, vamos anda, a ver una película solamente.

Ah, un detalle que se me olvidaba... Ahora vivimos juntos, un pequeño detalle sin importancia.

Suspiro y me levanto.

-Pero sólo una, ¿vale?-asiente cuál niño pequeño que pide dulces. Me agarra de las caderas, bajamos las escaleras que subían a la sala de estudio y a nuestra habitación con un enorme baño.

Me recuesto en el sofá mientras pone La Novia Cadáver de Tim Burton. Aplaudo feliz, sabe que ese es mi director favorito. Se dirige a la cocina y yo espero que la publicidad pase.

Se acerca y me pasa un bol de palomitas, le sonrío agradecida y se sienta a mi lado pasando un brazo por mis hombros, me apoyo en su pecho y pongo el bol en sus piernas.

Pulso Play y la película comienza.

(...)

Abro lentamente los ojos y veo que estoy en la habitación, tumbada en cama. Me froto los ojos y miro alrededor buscando mi móvil, bufo al no encontrarlo y miro el reloj. Salto de la cama al ver la hora. Mierda, no había estudiado y me había dormido. La selectividad está a la vuelta de la esquina y yo vagueando. Mierda Mike.

-¡Mike!-grito llamándole.

Silencio.

-¿Mike?-abro la puerta y entro al baño. Sonrío al verlo enrollarse la toalla a la cadera. Me mira y se pasa la mano por el pelo.

-Dime princesa.-me acerco poco a poco. Acaricio su pecho y lo golpeo.

-¿Por qué me dejaste dormir?

-Te hacía falta descansar.-me abraza reteniéndome.- Te dormiste por tu cuenta.-ruedo los ojos y noto que me mojo la parte delantera de mi cuerpo.

-Tengo que volver a estudiar o no podré entrar en la Universidad. Sabes que quiero ir a California. No quiero quedarme en Pensylvannia.

-Pe... Pero, hay sol y chicos surfeadores y sol, y chicos.

-Mike, sabemos que lo del sol es una invención humana. Por lo de los chicos no te preocupes. Tú eres mi prometido sensualón y latigable.

-¿Latigable?-suspiro.

-Déjalo, demasiado difícil de explicar.