Tora llamó a Lucas, y vino con su coche a recogernos.
-¿Qué te ha pasado?
-Nada, sólo me encontraba mal.-Respondí.
Oí un ruido, era Tora, que se quedó en su estatura normal, los quince centímetros de altura y sus dos kilos de peso.
-Es por lo poco que descansas.-Tora se sentó en mi hombro.-Hoy ya no habrá entrenamiento.
-Gracias, estoy agotada. ¿Hay algo más que hacer aquí en España?
-No, sólo practicar el vuelo y el poder del agua, aunque no costará mucho. Ya hay que preparar todo para ir a Portugal.
-¿Y cómo nos iremos?.-Estaba muy confusa.
-Volarás por encima de las nubes, para que Corvus y el Leviatán no te puedan ver, y yo te iré guiando.
-De acuerdo. ¿Me prestas tu paga, Lucas?
-¿Qué paga? Te recuerdo que no hay nadie vivo para que nos den la paga.
-La que llevas guardando todo este tiempo. Desde qué papá y mamá...
-Tranquila. Te la voy a ceder, pero quiero que me lleves contigo.
-¡Es peligroso!.-Tora interrumpió la conversación.-Tiene que haber alguien que nos informe. Debemos saber si a El Leviatán sigue en España o nos está buscando, y si sigue habiendo una guerra.
-Suspiró.-Está bien. Sólo porque quiero tener a alguien siempre al lado de mi habitación escuchando a Pablo Alborán.
-Te quiero feo.-Lo besé la mejilla.-Necesito preparar las maletas.
Cuando llegamos subí corriendo a casa y saqué mi vieja maleta de debajo de mi cama y la abrí.
Estaba llena de mis viejos juguetes porque nos mudamos y no quería dejarlos en mi antigua "casa". Era la mejor "casa" en la que viví, una cueva.
Dejé de pensar en el pasado y saqué la poca ropa que tenía.
Nadie puede salir de casa por miedo, por si bombardean de nuevo, o por si El Leviatán salía.
Cuando terminé de meter todo lo necesario, con mi vieja muñeca incluida, pedí el dinero a mi hermano.
-Lo tienes todo aquí, Kate. Son 800 euros. Cuídalos bien, y aún más a ti.
-Gracias.-Lo abracé.
-Lucas.-Lo llamó Tora y le ofreció una especie de pendiente.-Te comunicarás con ella a través de esto.-Me ofreció el sobrante a mí.
Nos lo pusimos ambos y me marché.
-Tienes que volar recto y alto. No hemos podido entrenar por falta de tiempo, pero seguro que te saldrá todo muy bien.
Eso hice, alcé el vuelo y subí hasta pasar las nubes. Todo el cielo estaba inundado de rosa.
-¿Cómo vamos a ir a Portugal sí no vemos nada?.-Pregunté.
-Si Portugal está al este, y está anocheciendo... No habrá más que ir al contrario del sol... Creo. ¡Bueno, tú sigue recto y punto! A no ser que prefieras ser cagada por un dragón-ballena.
-Esto... Eres anormal. ¿Por qué no te sacas alas como yo? ¿No podías cambiar de tamaño y de aspecto?
-¿Por qué no mejor soy un dragón?.-En cuanto dijo dragón se calló.
-¿Qué pasa?
-No hemos domesticado un dragón aquí... Abajo de nuevo...
-Menos mal que acabamos de empezar.
-¡No, no, no! El líder estaba cerca de la frontera de Portugal-España.
-¿Karma?
-El karma. Será por todo lo que sufriste. Ya sé, quédate un centímetro bajo las nubes. Algo tendremos que ver.
Pasaron dos horas y allí estábamos.
Había muchos dragones, en comparación de mi tierra natal y aquella maldita ciudad en guerra en la que vivía.
-Hazte dragón, nos pueden atacar.
Así hizo. Se convirtió en un dragón blanco y todos los dragones de ahí pasaron de nosotras.
-Parece que está ahí el líder, o que vive ahí.-Señalé una cueva que había en la montaña.
-Vamos.
-Tengo miedo Tora.
-No pasa nada, yo estaré ahí. No puedes hacer nada de ruido. Que no se oiga ni que respiras.
Entré en la cueva, esta vez volando por mí misma, y con Tora en mi bolsillo.
Subí a aquel gigantesco dragón, me aferré a él, y alzó el vuelo, según me comentó Tora.
-¡Cuándo regrese a esta cueva, ya será tuyo!.-Tora gritó.
Hizo miles de piruetas, vueltas, y de todo con tal de desengancharme de él.
Regresó a la cueva, se paró y agachó la cabeza.
Sonreí, miles de emociones pasaban por mi cabeza. Una huérfana, pobre, dueña de un dragón inmenso.
-Os comunicaréis pero no podrán hablar ninguno de los dragones.
-Necesito la ayuda de tus pequeños.-Le dije.
El dragón soltó un estremecedor rugido, y los pequeños se levantaron y alzaron el vuelo.
Todos los dragones de ahí nos seguían. Me sentía la reina del mundo.
Nos dirigíamos a Portugal, con decenas de dragones blancos, al igual que su líder. Tora se transformó en dragón, y voló a nuestro lado.
Se llamará Deus.
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By: WILLYPANDY777.
Sé que he tardado, pero ayer no pide subir, así que lo he hecho más largo.
GRACIAAAS!!
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Entre dos mundos.
Fantasy"Catherine, ya estás lista para todo esto." Estaba cegada por aquella luz. "Esto es un regalo de Dios." Sentía un fuerte pinchazo en mi espalda. "¿¡Qué haces!? ¿¡Quién eres!?"Grité, y me caí. Estaba sin fuerzas. Toqué mi espalda. ~ "B612" Me gr...