KAGEHINA 1

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El pelinaranja se encontraba recostado en su cama escuchando música mientras en el otro lado de la puerta tocaban con desesperación.

-Hinata idiota abre la puerta!-dijo el ceñudo enojado.

Hinata no lo escucha ya que traía audífonos y no escuchaba nada afuera de estos.

-Hinata si no me abres te arrepentirás-dijo el pelinegro.

Hinata aún no escuchaba nada, así que Kageyama se rindió y fue a la parte baja de la casa.

-Ya verás, pronto te haré mío-dijo con una sonrisa en su cara.


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Luego de un rato, Hinata le empezó a rugir la panza de tantas horas de no  haber comido.

-Que hambre tengo- dice con cara de sufrimiento-voy a hacerme un sándwich.

Al decir esto se quito los audífonos y fue hacia la salida, abrió la puerta y bajo las escaleras aburrido. Mientras tanto el pelinegro se fue a sentar a la sala a esperar al pelinaranja. Cuando llegó Hinata a la cocina Kageyama fue directo hacia él, lento y silenciosamente.

-A ver... Qué me preparare?-dijo inocente hasta que empezó a sentir algo que lo picoteaba en su trasero- Qué demo Ah~-gimio el pequeño al sentir el picoteo más profundo.

-Hinata te quiero hacer mío-dice el de pelos azabache con voz seductora.

K-Kageyama?-dice Hinata sorprendido.

-El mismo-dijo el chico pelinegro mientras seguía restregando su miembro con el trasero de Hinata.

El pequeño pelinaranja se puso rojo como un tomate al escuchar la voz del pelinegro.

-K-Kageyama b-basta-dijo el pelinaranja mientras sus piernas temblaban y todo su cuerpo se estremecía.

-No Hinata, deseo tu cuerpo y quiero hacerte mío-dijo Kageyama con una sonrisa pervertida.

P-pero-sin poder decir una palabra más siente como los fuertes brazos del armador le dan la vuelta, de tal modo que sus miembros quedan juntos al igual que sus rostros.El pelinaranja voltea un poco la cabeza de modo que no se le vea el sonrojo.

El pelinegro lo miraba con dulzura, hasta que no puede aguantar más y toma a Hinata entre sus manos mientras que lo hacerca lentamente hacia sus labios.

-Hinata-decia mientras seguía hacercandose a sus labios.

Cuando Hinata voltea el pelinegro introduce su lengua en la boca del menor devorandolo por dentro. Al sentir esto Hinata se sorprende, pero poco a poco empezó a corresponder el beso dejandose llevar. Fue tanta la intensidad que sus manos tomaron vida y empezaron a descubrir cada parte de la anatomía del armador.

Cada vez el beso se fue haciendo más apasionado, las lenguas del dúo de primero luchaban dentro de sus bocas, pero el maldito oxígeno los tuvo que separar. Cuando se separaron un hilo de saliva aún los unía, después de ese beso su calor corporal estaba al máximo.

-Kageyama-dijo Hinata jadeante.

-Qué pasa?-dijo el armador.

Haikyuu!!! Lemon YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora