CAPITULO 09

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Esas inexplicables sensaciones que me provocaba, que me hacen perder la razón, experimentar cosas que jamás creí, que me lleve hasta tocar el cielo, que me pierda en él, en sus manos que recorren con descaro mi cuerpo, que sus labios abusen de los míos, que marque mi cuerpo como si le perteneciera, lo odio, lo detesto, no lo aguanto, odio que él me provoque esto




De un momento a otro y sin tener en cuenta cómo y cuando ya se veían nuestros cuerpos desnudos sobre la amplia cama, unas blancas manos viajaban por todo mi cuerpo, acariciando mis piernas hasta llegar a estrujar mis pechos, hundiendo su rostro en mi vientre descargando un sinfín de besos




Los gemidos que tanto me esforzaba por reprimir, a cierto punto se hicieron presentes, mantenía mis ojos cerrados, tratando de no aceptar lo que ocurría, mis manos aferrándose a la sabana en un intento de soportarlo todo




Lo sentí descender, deslizando hacia abajo su húmeda lengua por mi vientre, pasando por mi ombligo mientras sus manos abrían mis piernas, ahí lo sentí, me estremecí al contacto, su lengua lamiendo mi intimidad



-¡No! Espera, eso no



Sentía mis mejillas arder no solo por el calor que ya en si envolvía mi cuerpo, también se le sumaba la vergüenza de lo que estaba ocurriendo, parecería normal en actos como este pero, es algo muy fuerte, el que este entre mis piernas practicándome sexo oral me parece otro nivel



No puede ser peor, extrañamente en esta ocasión me siento más húmeda, me enloquecía a más no poder sentir su lengua moviéndose en círculos sobre mi clítoris provocando un cosquilleo en esta área, hundiendo su lengua en mi entrada sin pudor alguno



Delirante, ya no podía más, mi cuerpo se sentía al sentir las oleadas de placer sofocándome, un fuerte rubor cubría mi rostro, mi respiración descontrolada y el sudor se hacía presente en nuestros cuerpos



De un momento pauso su tarea oral dejándome jadeante pero sin perder la atención de la zona ya que continuó masturbándome con su mano, movía sus dedos ágilmente sobre mi entrada



Me miro atento, disfrutando las reacciones de mi cínico cuerpo ante sus caricias, viéndose satisfecho por la vista que solo aumentaba su orgullo




-No importa lo que digas o cuanto te niegues, siempre disfrutas esto- Sonrió de lado- Masoquista



-Cállate... Yo no...




-¿Desearías que fuera Greg quien te hiciera esto?- Me interrumpió- ¿Qué fuera el que te tocara de esta manera?




-Estúpido... Si, desearía que fuera él quien me tocara, que me hiciera perder la razón, que me follara tan fuerte hasta no poder mas- Le dije entre gemidos y jadeante



Le molesto, mi declaración le molesto al grado de que la sonrisa que antes estaba formada en su rostro de borro de golpe, aunque, no creo que fuera buena idea decirlo

ASFIXIA - n.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora