Capitulo 1: Los inicios

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En Japón hay una linda casa en la que vive una linda familia que se podría considerar normal y en parte lo es pero no del todo y eso es debido a una de las niñas de la casa y la menor de esa familia era muy diferente a los demás aunque no lo parecía pues se ve como cualquier otra chica de su edad y su nombre es Marabela Yamamoto

Ella tiene el cabello negro y largo, ojos marrones, con piel algo pálida y siempre usa ropa conservadora, camisa manga larga blanca, pantalones largos verdes, zapatos marrones en ese momento ella estaba en su casa regando el jardín que ella misma había plantado.

- Espero que esos topos dejen en paz a mis pobres plantas ellas no le hacen nada a nadie jamás- dijo Marabela mientras sacaba las malas hierbas de las flores-debería haber una forma más fácil de libarse de esas cosas-dijo mientras se levantaba y sin darse cuenta tira una de sus palas y en esta se enreda en una raíz y esta crece hasta donde esta Marabela y ella toma la pala- mi poder puede ser muy útil

Marabela no era una humana normal de alguna manera ella podía controlar y comunicarse con las plantas pero no solo eso cuando había luna llena ella tomaba otra forma y esta era la de una chica con piel algo verdosa, cabello como raíces y ojos verde primaveral también podía hacerlo cuando ella quisiera pero prefería no hacerlo

- Oye florecita ¿sabes donde están mis zapatos de la escuela?-pregunto una chica casi idéntica a Marabela pero con el cabello un poco más largo, un tono diferente de marrón y usaba maquillaje

- Están en la sala los pulí hace un rato Dalia-contesto Marabela

- Gracias hermanita y buenos días-dijo Dalia para después entrar a la casa

- De nada querida-dijo Marabela siguiéndola

- Oye tienes suerte los de tu universidad ya están de vacaciones y los que todavía no entramos tenemos que ir a la escuela que suerte tienes de ser una chica prodigio florecita-dijo Dalia ya que Marabela se había saltado varios años de la escuela y obtuvo una beca para la universidad

- Sé que tengo suerte pero tú también, eres la más bonita de la escuela y todos te quieren mucho-dijo Marabela un poco triste

- Y tú también eres muy amada y tienes un poder con las plantas increíble el jardín es la envidia de todo el vecindario-dijo Dalia haciendo sentir mejor a su hermana

- Bueno se te va a hacer tarde, mejor terminas de arreglarte y esta vez no te duermas en clase-regaño Marabela

- A veces te pareces a mama-dijo para después irse a terminar de vestir

- Espero que ella pueda aprobar su próximo examen, tendrá que ir a la escuela de verano-dijo Marabela para dirigirse al jardín otra vez

Marabela se sentó debajo de un cerezo que ella misma había plantado y luego empezó a ver el cielo y lo hermoso que era por la mañana había veces en las que se quedaba bajo ese árbol o se subía en él y solo pensaba o fantaseaba sobre cualquier cosa la ayudaba a aclarar sus ideas y pensar claramente era hermoso para ella, pero no siempre podía escapar a un mundo de sueños, pues siempre le volvía la misma idea a la cabeza, ella era un fenómeno mitad planta y no podía hacer nada al respecto y de repente sus pensamientos fueron interrumpidos por dos personas que se pararon frente a ella

- Cariño tu Padre y yo vamos a trabajar tienes edad para estar solo y confiamos en que vas a estar bien de acuerdo-dijo una mujer con el mismo color de cabello y ojos que Dalia pero más largo y con un traje de trabajo y botas negras

- Estoy en la universidad creo que puedo estar sola aquí sin que pase nada-dijo Marabela sin levantarse

- Está bien pero ten cuidado y no vayas a...-no pudo continuar porque Marabela la interrumpió

- Abrir la puerta a nadie, tener cuidado con la cocina, llamar si hay una emergencia y no tocar la podadora sin adultos presentes-completo Marabela tranquila

- Eso mismo niña lista y si vas a cosechar ya tus calabazas recuerda que debes ponerlas en el cobertizo con las demás verduras-dijo su madre cuyo nombre de pila era Akiko

- Técnicamente las calabazas son frutas-dijo Marabela

- Es verdad lo dijo ayer-dijo su padre que era un hombre de cabello oscuro y corto bien peinado, y un traje de negocios azul oscuro cuyo nombre era Daichi

- Gracias papa, estaré bien tranquilos me dejan sola todo el tiempo-dijo Marabela mientras se paraba

- Lo sabemos pero seguimos siendo tus padres y te amamos-dijo su padre

- Pues está bien pero les digo que soy más que capas de cuidarme sola-dijo Marabela un poco molesta

- De acuerdo tu ganas cuídate ya nos vamos-dijo Akiko

- Aprovecha para ver que llevaras a nuestro viaje familiar, un viaje a Roma seguro que te va a animar mucho-dijo Daichi dejando sola a su hija

- Un viaje a donde nadie me conoce y hay muchas más plantas para conocer eso si quisiera verlo-dijo Marabela volviéndose a recostar-me pregunto si alguna vez podre estar en cualquier lugar sin sentirme mal con mi peculiaridad-pensó Marabela un poco triste

Mientras en Roma

Una casa común con una familia que tiene 2 hijos y uno se encuentra en un jardín de rocas leyendo sobre volcanes

Me pregunto si hay alguien en el planeta que sea como yo-dijo el joven sin soltar su libro


Una Familia ExtraordinariaWhere stories live. Discover now