Mis pasos hacían un sonido hueco mientras caminaba por las calles sin rumbo fijo en la oscuridad de la noche aunque no estaba completamente seguro de la hora que era, la noche tenia el aspecto aparente de que pronto acabaría, caminaba entre el clima gélido que te calaba los huesos mis pasos conforme avanzaban se volvían más pesados al mismo tiempo que mantenía la cabeza baja y mis manos sumergidas en mi cazadora negra intentando atrapar el poco calor que desprendía esta.
Poco a poco conforme pasaban los minutos lograron tomarme por sorpresa los destellos de luz rompiendo el cielo, me pare un instante en seco para inhalar profunda y lentamente mientras cerraba los ojos al momento que hacia esta acción, y permití la entrada del aire frío a mis pulmones combinado con el aroma de la contaminación asfixiante de la ciudad que te hace arder la nariz, apreté los puños ligeramente y en un breve momento después abrí los ojos y seguí caminando.
Las callejuelas dejaron en el olvido lo sombrías que fueron al momento en que se dejaban iluminar por los rayos del sol, pasado un tiempo sin haber parado mi caminata aún no estaba seguro de a donde me dirigía solo tenia una sola cosa en mente:
~Ella
~Abby
Me encontraba tan perdido sin ella y sin lugar que fuese seguro dónde ir a refugiarme, sin ella me encontraba vagando.
Esperaba verla alguna vez de nuevo, a pesar de como habían terminado las cosas la ultima vez que nos vimos.
Mis pies se arrastran enfrente de casas y lugares que me resultaban profundamente familiares aunque me resigne haciendo caso omiso y seguí a delante sin importarme nada en lo absoluto mientras agachaba la cabeza nuevamente decidí seguir adelante ignorando todo a mi alrededor.
Poco a poco mis pasos se fueron haciendo más lentos y ligeros al momento que un sentimiento de paz que no había sentido en mucho tiempo se fue adueñando de mi e inundándome pero al instante que alce la vista hacia la casa que tenía en frente lo reconocí todo, una amarga carcajada salió de mi garganta aunque sonó más como un alarido o un quejido, ya no podía confiar ni en mi mismo tanto que me acabe traicionando...
Claro que conocía esta casa había estado mil veces enfrente de ella, sentado en el pórtico o en el marco de la puerta, o simplemente observando a la distancia. Me descubrí a mi mismo parado frente a su puerta sin saber qué hacer, sin saber que seguía, sin saber que decir, sin saber si era lo correcto, sin saber si esto era un error, sin saber cómo arreglar las cosas, sin saber cómo solucionar la mierda que provoqué, sin saber si quiera si estaba aquí, sin saber nada en lo absoluto.
Debía de haber estado aquí mil veces y nunca antes había dudado tanto hasta ahora, en mi cabeza surgían mil razones por las que no debería de estar aquí pero mis ganas de verla eran tan intensas y solo se habían esta intensificado desde aquel día que se fue abandonándome y dejándome completamente solo sin rumbo alguno y con un gran vacío dentro mi que se estuvo llenado con miles de dudadas, miles de preguntas y detrás de cada una de ellas millones de remordimientos de las cosas que pude haber hecho para impedir que se marchara todo eso que no hacía nada más que taladrarme la cabeza haciéndomela añicos, haciéndome sentir más jodido conforme la recordaba, haciéndome sentir más culpable y más idiota de lo que alguna vez fui.
Pero de un momento a otro todo se fue, no supe como, cuando ni porque, tal vez fue en el momento en que se abrió la puerta de golpe, o probablemente fue en el instante que mi maleta que tenia colgada en mi hombro izquierdo cayó de manera repentina y sin sonido alguno contra el pavimento, tal vez en el momento en que se me erizo la piel, tal vez fue el momento en que la vi sacando su cabeza por la puerta y vi su cabello rubio revuelto... sus hermosos ojos grises centrándose en mi, sus labios definidos y perfectos entre abiertos, su cintura, sus manos temblorosas abriendo la puerta, sus pies descalzos parados de puntillas, sus piernas temblorosas y sus hombros encogidos por el frío... el momento que vi y reconocí todo de ella, o tal vez fue en el instante en que salió corriendo y salto a mis brazos y la tuve de nuevo, o en el que sentí su olor a canela inundando mis fosas nasales...aunque todavía no estoy realmente seguro, creo que de alguna manera lo supe.
Ella destruyo todas mis barreras y mis fuerzas en un solo momento, sin siquiera decir nada, sin gastar una gota de energía un único instante basto para lograr suprimir todo lo que paso, mis dudas logro hacerlas difusas y mis razones simplemente desaparecerlas y los malos momentos simplemente logro hacer que los ignorara, apaciguarles y sin darles mayor importancia a ellos, algo que no había podido conseguir en todo este tiempo.
En ese momento solo éramos ella y yo...nadie más, nadie no los podía quitar y nada nos lo podía arruinar esto era algo solo nos pertenecería a nosotros dos, la sentía respirar agitada en mis brazos, su cuerpo cálido aferrándose a mi, pude percibir unos ligeros temblores proviniendo de ella y breves lagrimas mojando mi cazadora.
Pensé en la falta que me había hecho y supuse que ella había pasado por lo mismo que yo por su reacción al verme frente al umbral de su puerta.
La baje lentamente de entre mis brazos depositándola con delicadeza en el concreto para poco después dejar un casto beso en su cabello aspirando el aroma que desprendía este, me detuve un momento dudando si debería bajar mis brazos con los que aun la mantenía sujeta su cintura, no quería soltarla de nuevo ni dejarla irse otra vez y por un instante solo se escucharon nuestras respiraciones por un breve tiempo estuve deseando desde lo más profundo de mi que no se fuera que no desapareciera de nuevo que no me volviera a abandonar dejándome con otros miles de cuestionamientos, seguí titubeando unos últimos momentos, auto regalándome unos preciados segundos más de tenerla entre mis brazos, de sentir su calor y respiración agitada contra mí, tomé una gran respiración agitada contra mí, tome una gran y larga respiración para armarme de valor y por fin dignarme a liberarla de entre mis brazos.
Al momento de hacer esta acción, esta como por instinto se alejó un paso de mi permitiéndome admirar su rostro y poder guardar esa maravillosa imagen en mi cabeza.
Ella trago saliva, seco sus lágrimas que rodaban aún frescas sobre sus mejillas y entreabrió sus labios para hablar.
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Parts of me
Teen FictionMe descubrí a mi mismo parado frente a su puerta sin saber qué hacer, sin saber que seguía , sin saber que decir, sin saber si era lo correcto, sin saber si esto era un error, sin saber cómo arreglar las cosas, sin saber cómo solucionar la mierda qu...