Me desperté como un día cualquiera, en mi aburrida casa. A las 9 de la mañana tendría que estar en el salón lista para dar mis últimas clases con el señor Mahone, antes de las fiestas de Navidad.
La verdad es que no me gusta estudiar, y menos estudiar sola en esa casa tan grande, con una persona que esta todas las horas pendiente de ti, de que escribes, y de cada fallo. Mis notas no eran bajas, pero tampoco eran altas, la verdad estudiaba por tener algo que hacer, no por placer. Bajé al salón como siempre y justo llegó el señor Mahone, dejó su pequeña cartera en una de las sillas de la mesa y empezó a hablar.
SM: Carol, ayer hablé con tus padres - dijo serio y mirándome fijamente-
CAROL: Bueno, alguien que tiene noticias de ellos - dije sarcástica-
SM: Les propuse varias cosas, entre ellas que fueras a un colegio normal... - le interrumpí-
CAROL: ¿Un colegio normal?, ¿Con mi apellido? ¿Estais locos?
El señor Mahone, me explicó que ya hacía varios días atrás junto a mis padres, habían decidido hacer una adopción falsa, para que yo tuviera una vida más normal. Iría al instituto publico de Chicago y estudiaría en la misma clase que su hijo Austin, hasta que yo me adaptara al colegio. La verdad es que eso me ponía de los nervios, sería la primera vez que hablaría con chicos y chicas de mi edad.
Pero las noticias no acababan aquí, me explico también que para que los servicios sociales se crean toda la historia de la adopción, tendría que irme a vivir con ellos, hasta que yo me hiciera mayor de edad y pudiera elegir si quedarme con el apellido Mahone o Alcapone. Me dijo también que me tendría que separar de mi nana para siempre, ya que mis padres no necesitaban la casa ya, y iban a despedirlos a todos, una vez existiera un comprador.
En pocos días tenía que hacer la maleta, irme a una casa más pequeña con desconocidos, con un "hermano" que me había salido ahora de la nada, con nuevos padres y en un instituto donde no conocía a nadie. Eran demasiados cambios para asimilarlos a la vez.
(NARRA LA ESCRITORA)
Por primera vez para Carol, los días pasaron rapido en aquella casa tan grande, no tardo nada en aparecer un comprador, y eso significaba la marcha de aquella casa. Dejaba atrás recuerdos, su infancia, las cosas que adoraba des de pequeña, pero todo dejaba a Margaret...
MARGARET: Tranquila pequeña, he encontrado una família que tienen un par de gemelos bastante diablillos, y necesitan a alguien que los cuide. No me quedo sin trabajo y solo estaré a unas manzanas de tu nuevo hogar.
CAROL: Pero... te echaré de menos, tu has sido la que me ha cuidado, la que me ha bañado, la que me ha protegido, y ahora así sin más nos separan.
MARGARET: Nos separan físicamente, pero yo te iré a ver cuando pueda pequeña, siempre serás la niña de mis ojos y recuerda, ahora tienes que ser feliz, esta oportunidad no la puedes desaprovechar.
CAROL: Tranquila Margue, no lo haré.
Las dos mujeres se enfundaron en un gran abrazo y Carol, entre lágrimas impedía que el tiempo pasara, pero eso es una cosa imposible. Al separarse Carol seco sus lágrimas con la manga de su sudadera negra, y se fue al coche donde estaba el señor Mahone esperándola.
El viaje, fue bastante silencioso y largo, veía pasar miles de calles y casa que nunca antes había visto, estaba descubriendo la ciudad por primera vez y eso no le despertaba curiosidad. Después de unos 10 minutos llegaróna a una pequeña casa familiar, en un barrio medianamente acomodado. La casa era de un color amarillo apagado, con varias ventanas y una puerta blanca enorme. Carol estuvo mirando la casa de arriba a bajo y dentro pudo ver luz y diferentes sombras.
SM: Pasa cariño, bienvenida a tu nuevo hogar.
CAROL: Muchas gracias - dijo bastante nerviosa, mientras mirada a su alrededor-
Del pasillo, vió aparecer a dos figuras humanas...
