Capitulo 1: Parte 1: El Pueblo de Girald

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El pueblo de Girald, un pequeño pueblecito localizado a las fueras de la gran ciudad, lejos de los rascacielos enormes, lejos de las ruidosas carreteras y el interminable tráfico mañanero, completamente fuera de la civilización, fuera del tumulto y los incesantes ruidos de la ciudad. Un pueblo sin demasiados habitantes, pero no tan pequeño como para que todos se conocieran entre sí, un pueblo que ni tan si quiera los turistas visitaban debido a que nadie conocía acerca de el o simplemente es un pueblo al cual nadie les interesa visitar. 

Los de la ciudad pensaban que los habitantes de Girald eran personas sin educación, personas sin progresar en la vida, pero la realidad es que el pueblo de Girald es un lugar muy acogedor, lleno de personas muy amables, dedicadas mayormente a sus casas y sus campos, es un pueblo muy tranquilo, bueno... solo existe una pequeña historia un poco macabra, una historia entre los más ancianos del pueblo, una leyenda la cual la mayor parte de los ciudadanos creen en la posibilidad de que sea cierta, es un mito escalofriante, un mito que ellos desean que no sea realidad; y este mito es ... la existencia de los zombies, si zombies!.

Por lo general, la mayoría del las personas del pueblo de Girald tienen ciertas costumbres; estos suelen acostarse muy temprano, una vez el sol comienza a descender, y el atardecer se apodera del cielo, los adultos suelen recoger sus niños y mandarlos a la cama. Estas personas toman sus precauciones al llegar la noche, estos suelen asegurar sus puertas con sillas, barriles llenos de arroz, con todo lo que encuentren a su paso; las ventanas cerradas durante toda la noche y lo más importante, nadie sale fuera de la casa hasta que el sol ilumine cada rincón del pueblo. 

Ellos tomaban todas sus precauciones en caso de que la leyenda fuera cierta, en caso de que un zombie quisiera comerles las entrañas mientras dormían. En las noches, el pueblo de Girald parecían un desierto, nadie en las calles, ni tan si quiera asomados por las ventanas, todas las casas y negocios con las luces apagadas para no llamar la atención, solo luz de los poco faroles alumbraban el camino. Todos se tomaban muy enserio la leyenda de la existencia de los zombies, no porque hayan visto alguno, sino por todas las muertes y desapariciones inexplicables que han aturdido al pueblo desde hace unos años.

Por las mañanas, cuando el amanecer desplaza las sombras de la noche; las personas del pueblo de Girald rápidamente inundan las carreteras. Niños corriendo y jugueteando, los granjeros trabajando en sus campos, los adolescentes de camino al colegio, y algunas mujeres que decidían quedarse en casa haciendo los quehaceres del hogar. Así todos los días; durante el tiempo en el cual el sol se paseaba por el cielo, el pueblo estaba lleno de vida, mientras tanto, en el momento en el cual el sol abandonaba el cielo azul y las estrellas tomaban su lugar, el pueblo se convertía en un pueblo fantasma.

Las mañanas para la familia Hofer eran un poco diferentes a los de resto de los ciudadanos; estos al contrario de las demás personas, el hijo mayor Scott Hofer y la segunda hija Tamira Hofer, buscaban pruebas acerca de la existencia de los zombies. Estos niños eran la cabeza de estas búsquedas, ellos deseaban incansablemente encontrar alguna prueba de la existencia de estos seres, aunque fuera una diminuta. 

Estos solían levantarse muy temprano para entrevistar a los granjeros cercanos, hacerle preguntas acerca de cosas extrañas que les estuvieran sucediendo en sus prados, rumores escuchados, etc. Estos poseían una gran cantidad de rumores escritos en sus respectivas libretas, confecciones de perros hallados muertos, gatos desaparecidos, cultivos y plantas rotas, ruidos en la noche, entre otras cosas; pero ninguna prueba física. Los padres de los niños no les gustaba mucho la idea de que estos andarán por el pueblo buscando zombies, les parecía muy peligroso y arriesgado, ademas que solo era una leyenda, una historia la cual no sabían si era cierta.

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