III

741 96 54
                                    

- Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento,
Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento, Lo siento-

Llevó sus manos a la cabeza. Temblando con horror y con sus lágrimas empapando sus mejillas.

Ahí estaba el pequeño de cabello claro y atuendo esponjado. En medio de una habitación con juguetes rotos donde Illumi lo miraba con un objeto en sus manos.

Era un latigo con el que se golpea a los perros en peleas clandestinas.

-¡Solo era un juego!- Gritó Hisumi a su padre:- No hice nada, él no es peligroso.- Haber dicho esas palabras resultaron una pequeña condena porque Illumi saco sus garras y de una bofetada le marco el rostro. Sus garras habían pasado llevando sangre,  lágrimas, gritos y su voz entera porque Hisumi quedo en silencio mientras su padre sacudia la sangre de su mano:- Estarás aquí toda la noche- Sin decir más, Illumi salio de la habitación y selló la entrada con su aura. Esta vez no dejaría que Hisoka lo sacara de ahí.

El pequeño quedo abrazandose a si mismo. Parte del cuello de la camisa ya estaba empapado en lagrimas y se agacho para acostarse en el piso y cerrar sus ojos. Deseando que esa pesadilla terminara ahora.

No hacer caso a las sombras o el silencio espantoso del lugar era difícil. Su mente no estaba bien. Odiaba ser presionado psicológicamente porque las voces que escuchaba en esa habitación eran muy reales para él. Eran como risas o murmullos de personas adultas, personas que se burlaban de él.

Tenía miedo, mucho miedo:- ¿Porqué tomas a mis amigos lejos de mí? ¿Porqué no puedo tenerlos?- murmuraba para si mismo:- ¿Porqué debo odiar a las personas? No quiero odiar a nadie ¡No quiero!- Entonces guardo silencio. Había escuchado un sonido curioso. Como si algo se arrastrara en la habitación.

No supo si quedarse en esa misma posición o levantarse. Illumi le habría dicho que no tratara de luchar con seres mas fuertes que él pero su segundo padre era diferente, por lo que se puso de pie y limpio las lágrimas de sus ojos.

No sabia de donde provenia el sonido. Primero habia comenzado como si fuera un escarabajo gigante diera pasitos en el piso azul y ahora se había convertido en pasos. Como si una persona arrastrara algo pesado.

"Si no te gusta. Entonces puedes matarle"

Esa palabra se habia formado en su cabeza. Alguien la habia dicho. Una voz grasosa y oscura de algo que no tenia forma y que no podia ver.

"¿Quieres asesinar a tus padres y terminar la tortura?"

~

Chrollo Lucilfer estaba sobre la silla en el comedor. Apoyando sus codos sobre la mesa y sosteniendo una pequeña taza de té. No habia dormido en días y tenia circulos negros bajos sus ojos. La verdad, casi nunca dormía y menos cuando se quedaba solo en casa por varias semanas teniendo que cuidar a sus hijos y proteger el campo de fuerza al rededor.

Las misiones con otras arañas ya no existían. Ya que la vida de ellos no estaba más en ese mundo. Era poco lo que recordaba o mas bien se negaba a aceptar esa tragedia.

Como todas las noches el silencio reinaba en su hogar. Era espeluznante y sus ojos cansados se cerraban poco a poco hasta que su torpe intento de dormir fue interrumpido por alguien. Habían tirado de su cabello haciendo su cabeza hacia atras y luego con la misma fuerza e impulso azotaron su cabeza sobre la mesa. La taza cayo al suelo rompiendose y el pequeño florero dio un salto cuando la mesa de madera vibró con el golpe.

Chrollo puso sus manos temblorosas en el borde y levanto su cabeza lentamente. Habia sangre en su nariz aunque para su suerte no estaba rota:- Llegas temprano- Sus ojos grises evitaron ver a su pareja quien era el causante del "lindo saludo"

-¿Porqué estan ellos aqui?- Kurapika le daba la espalda cerrando sus puños y rechinando sus dientes. Aguantaba los deseos ardientes de molerlo a golpes y culminar la venganza que habia pausado todos esos años. Lo peor de todo,  es que no recibió ni una sola respuesta de Chrollo.

En serio que ese sujeto sabia que botones apretar para ponerle de malas.

Se dio la vuelta y Chrollo no supo a que momento su cuello fue sujetado y empujado hacia atras. La silla quedo tambaleando en dos patas y la mano de Kurapika apreto fuertemente. Queria que lo mirara a los ojos los cuales ardían en un rojo fuego bajo los lentes de contacto:- Te odio- Hizo un esfuerzo titánico para contenerse de matarlo y solo le dejo caer con todo y silla.

Chrollo escucho los pasos de Kurapika al alejarse y subir las escaleras. Sin duda no habia sido un buen día.

"Te odio, te odio, te odio" se decia a si mismo el chico que con pasos fuertes subia a su habitación. Esa palabra tiene muchos significados. Esta el odio de broma, el odio pasajero, el odio real y el desprecio profundo. Era fácil adivinar que clase de odio era lo que él sentia.

¿Cómo habia terminado ahi?

Abrazo su estómago mientras se dejaba caer sentado a las puertas de su habitación. Llevando un anillo de oro en dedo dando a entender que se encontraba casado con el hombre que estaba abajo

~

Esa noche algo no estaba bien. Kurapika miraba por la ventana antes de ser interrumpido por una vocesita que le llamaba para darle el beso de buenas noches. Dio la vuelta y cambio su atención por la pequeña criatura que se encontraba sobre la cama.

-¿Porqué ellos nos odian?- Esa pregunta seguida de un silencio hizo que Kurapika respirara profundo y acariciara el cabello del niño:- Eso no importa- respondió para tranquilizarle:- Mientras yo este con vida nadie en el mundo les hara daño-
Besó su frente y borro con su pulgar la cruz dibujada con marcador en la frente del niño.

Cubrió a su hijo con la sábana y se quedo ahí hasta verlo dormir:- Te odio...- dijo en voz baja recordando a Chrollo:- Te odio, te odio, te odio- evito gritar y quebrar su voz frente a su hijo. Solo llevo su mano a su boca para callar. Mirar al pequeño en la cama le recordaba tanto a ese sujeto. Eran demasiado parecidos. Odiaba eso.

¿Qué era el amor? El amor es solo una basura que se basa en el dinero y la costumbre. ¿En serio es ese el concepto correcto?

"Aun asi me amas" murmuró Chrollo desde el piso de la cocina. Si Kurapika le hubiera escuchado seguro le habria roto algo más.

Cuando el chico de cabellos dorados por fin se tranquilizo y pensaba dejar la habitación, vio algo fuera de la ventana. Una figura delgada y alta que se escondía entre los árboles. No quería encender su radio de nen para detectar quien estuviera afuera, no queria ser delatado si el enemigo aun no sabia que estaba ahí.

Salió de casa con sus cadenas ondeando en su mano y para su sorpresa no tuvo que buscar al intruso porque él mismo salio de su escondite.

Era Illumi Zoldyck.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Kurapika confundido:- Si buscas a Chrollo puedes tomarlo pero deja a mi familia en paz- Hizo una posición de combate cuando vio a Illumi dar un paso al frente. No sabia que debia esperar de él.

-¿Porqué estas con él?- Pregunto el chico con agujas en sus manos:- Eres un traidor para tu clan. Traicionas a tu propia sangre por basura- Sus ojos estaban muy abiertos, tenía demasiada energía y sed de sangre. Nada en el mundo iba a detenerlo. El odio que sentia era demasiado grande y si tenia que pasar por Kurapika para llegar al niño,  lo haría.

Destruiria todo lo que Chrollo amaba. Porque esta vez se negaría a ser la victima. Se coronaria como el verdugo de la historia.

Asi que no fue una sorpresa cuando Kurapika no supo como termino alzado en el aire, perdiendo el oxígeno por la mano de Illumi quien no se limitaba en fuerza para estrangular.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Agujas de Colores 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora