最後 🌸

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- E-está bien...- dije resignado, poco confiado y muy avergonzado. Sonrió radiantemente y se me adelantó a mi habitación. Lo seguí escaleras arriba y cuando entré en mi cuarto, lo vi tirado en mi cama con los ojos cerrados.- ¿Lo hacemos aquí o abajo?- pregunté completamente inconsciente del doble sentido de mi pregunta, hasta que abrió los ojos de golpe y me sonrió pícaramente.

- En la encimera de la cocina si quieres, por mí no hay problema.- dijo también en doble sentido haciendo que me sonrojara.

- H-Hablo de estudiar.- aclaré sacando los libros de mi mochila.

- Yo también... ¿en qué estás pensando, pequeño pervertido?- sonrió mirándome travieso con la intensión de hacerme sentir aún más avergonzado.

- N-nada...- bajé la mirada al libro de ciencias en mis manos y lo abrí en busca de la página que hablaba del tema que iba a venir en el examen.

- ¿Ciencias? ¿En serio?- preguntó Jooheon al ver el libro entre mis manos. Fruncí el ceño.

- ¿Qué pasa?

- Es sólo que ciencias es demasiado fácil, Kyunnie. No puedo creer que tengas que esforzarte en estudiarla.- dijo con simpleza encogiéndose de hombros.

- No todos somos unos genios en esta área,
como mi padre, o incluso tu.- refunfuñé en su dirección. Él rió, mirándome con ternura.

- Eres tan lindo...- dijo levantándose de la cama y posicionándose a mi lado para acariciar mi mejilla con delicadeza. Me sonrojé y aparté su mano suavemente.

- Vamos a estudiar de una vez. Trae esa silla de allá.- dije sentándome en la silla del escritorio y señalando la otra silla que estaba en un rincón al lado de mi ventana. Él obedeció sin decir ni una sola palabra y se sentó a mi lado para ayudarme a estudiar. Siempre he sabido que mi novio es demasiado bueno en la escuela y saca unas notas excepcionalmente envidiables, sin embargo, cada vez me sorprendía más de su extenso conocimiento; era de ese tipo de personas que cuando las escuchas hablar o explicar, te sientes realmente idiota y sin capacidad hacer nada. Era un buen maestro y tenía mucha paciencia, no sé si es sólo conmigo o con todos, pero agradecía infinitamente que se tomara el tiempo de explicarme cada cosa las veces que fuera necesario y de las maneras más fáciles de entender. Todo iba bien... o al menos eso era lo que le hacía pensar yo a él; explicaba bien, tenía paciencia, era buen maestro, sabía a la perfección cada tema... el problema radicaba en que, después de cierto tiempo, dejé de concentrarme. Jooheon estaba cerca... demasiado. Su olor tan embriagante me nublaba los sentidos, su suave piel rozaba con la mía de vez en cuando provocándome corrientes eléctricas más que agradables. Cuando se inclinaba para mirar mejor alguna palabra o algún texto, su cabello quedaba a disposición de mi traviesa nariz y podía olfatearlo disimuladamente, deleitándome en ese maravilloso aroma, que, al cabo de un tiempo, se había vuelto mi favorito. Me encontraba nervioso y caliente, me estaba empezando a excitar con tan sólo su cercanía y su olor, y el parecía tan calmado y natural que incluso me fastidiaba. Yo aquí sufriendo por no poder lanzarme a sus brazos y él incitándome inconscientemente de esa manera a la que no me puedo resistir. Los estudios ya no me parecen tan importantes, después de todo, tengo más días para estudiar, pero Jooheon sigue hablando, hablando y hablando y me estoy cabreando.

- ¡Changkyun!... ¿Me estás escuchando, joder?- preguntó Jooheon moviendo una de sus manos frente a mi rostro. Parpadee un par de veces y negué con la cabeza. Él suspiró.- Te decía que...

- ¿Sabes qué? Ya estoy algo cansado. Voy abajo por un poco de agua.- le interrumpí levantándome de la silla. Me miró confundido pero asintió.- ¿Quieres algo?- oí como murmuraba algo, pero no le entendí.- ¿Qué?

¡Déjeme estudiar, Hyung! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora