El Ángel Del Aula

Capítulo #3. Mariposas

Piensalo, por favor piensa conmigo si alguna vez haz sentido que se te hace un nudo en la garganta y las famosas mariposas debido a tus nervios se hacen presentes cada vez que vez a esa persona,no lo se,quizás a casi una cuadra de distancia. Y es que es fascinante pero a la vez es tan molesto,moletso porque no sabes que hacer,como reaccionar o como esa persona reaccionará a ti. Asegura que nadie habla de la nada con esa persona con tanta fluidez, nadie se habré tan rápido,te ideas mil planes de conversaciones en tu cabeza para al final terminar hablando puras trivialidades,siempre es así. ¿Por qué? No lo sé.

Pensaste que de alguna forma te ha pasado algo parecido y que fue algo que no vas a olvidar porque recordarlo te hizo sentir mariposas otra vez,verdad. Ahora imagina que tienes a esa persona contigo en su casa y en lo único que piensas es en intentar que esa persona esté tan cerca de ti hasta el punto de no poder respirar. ¿Lo pensate? Es extraño,las mariposas vuelven. Y si te digo que te encuentras en una tarde de salida a semana de receso en el patio desolado de la escuela totalmente vacía en la tarde bajo un árbol de sakura y esa persona provocándote un mundo de sensaciones que jamás pensaste sentir y dañando tus labios con los suyos hasta dejarlos rojos y separarlos por la falta de respiración. 1,2,3, las mariposas volvieron a aparecer,sonreiste o te mordiste el labio pensando en esa persona. En cuanto la extrañas, en cuanto la quieres,contigo y enzima de ti,cuanta falta te hizo en un momento determinado, cuanto lloraste por esa persona,cuanto deseaste sonreír con ella,cuanto deseaste sentir su respiración cerca y te conformas al punto de un rose; las mariposas vuelven a aparecer.

Ver su piel del torso desnuda haciendo tus mejillas encenderse mas de lo que estaban y con delicadeza abrir los botones de tu camisa de escuela y deslizar la tela por tu piel. Mientras observas cada movimiento de su cuerpo y como sus fracciones se tensan y relajan. La vergüenza que te daba mostrar tu cuerpo desnudo enfrente suyo desaparece con el viento del lugar y al fijar su mirada penetrante en tus ojos diciéndote lo hermosa que eres ante estos;aunque nunca lo creiste,en ese momento te parecía ser perfecta,solo porque él así lo creía y eso era suficiente. Otra vez las voladoras atacan violentas cuando él enzima de ti, con sus cuerpos uniéndose con fervor y necesidad,explorando cada extremo y sus pieles tocándose te abraza como un padre a su hijo después de tener una pesadilla,pero para ti no era una pesadilla era un hermoso sueño que parecía tan irreal y del cual no querías despertar jamás.

Piensalo,piensa como te sentirías después de ese momento. Piensa mirar al lado y ver a esa persona abrazando tu pecho y durmiendo como un niño,libre de preocupaciones,aunque sabes que no es así,que por desgracia las cosas buenas duran poco y siempre tienes que despertar. Acaricias su cabello y miras hacia arriba encontrándote con que ya era casi de noche y los pocos rayos que quedaban poco a poco se ocultaban en el horizonte,y sonríes por la vista y miras a tu lado contrario encontrándote el libro que leías y caes en cuenta de que en algún momento pudiste dudar de tu mente,pero estabas segura del momento y el espacio en el que estabas. Te paraste y caminaste hasta lo que mas daba el borde del lugar y viste los últimos rayos del sol ocultándose y el viento del anochecer chocando con tu cuerpo desnudo. Volviste a donde estaba él, aun en el mismo estado,inocente e inmune;te acomodaste detrás de él, en su espalda y diste un beso en la nuca que tanto amabas y te fascinaba,el olor a cítricos volvió a atacar tus fosas nasales y sonreiste en ella

-Despierta,me haces falta despierto

Y son las extrañas mariposas las que al final siempre vuelven a aparecer con la persona que te hace volar.